El empresario Alan Bursztyn lamenta que haya sectores que se hayan quedado por fuera de las medidas de reactivación económica. Tiendas de lujo aún no se recuperan del golpe de la pandemia.
Antes de que el COVID-19 apareciera en la escena mundial, el sector de lujo venía creciendo en Colombia con tasas de 11% y 12%, por encima del comercio mundial.
Sin embargo, a pesar de la constante de la recuperación económica, el lujo en Colombia aún no ve la luz. Así lo interpreta Alan Bursztyn, empresario que tiene a su cargo tiendas como Carolina Herrera, Malva Store, Tous y la joyería Sterling. “En la época de pandemia fue gravísimo porque la mayoría de las compañías de lujo en Colombia no tienen presencia digital, tocó empezar a operar vía Whatsapp, pero durante los meses de encerramiento fue difícil”, dijo.
Cada marca, según cuenta, se mueve diferente, algunas se acercan a los números que tenían en los mismos meses en el año anterior, pero otras enfrentan caídas de 40% en los ingresos, especialmente en lo que se refiere a joyerías y relojerías.
“Los arrendatarios no han querido ser condescendientes siendo esta una industria que no se ha recuperado”, expresa Bursztyn. “El decreto de los arriendos le hizo mucho daño a la industria, la negociación con los arrendatarios ha sido muy difícil en la mayoría de los casos, la mayoría de los acuerdos se hizo hasta el 31 de diciembre y no hemos podido renegociar”.
Desde la experiencia de este empresario, los montos máximos que se aplicaron en medidas como el Día Sin IVA no contribuyeron a la recuperación del sector. “Todos merecemos la oportunidad de reactivar nuestros negocios, haber quitado el IVA nos hubiera ayudado a recuperar algo de ventas”, apunta. “El sol debe salir para todo el mundo, los empleos que nosotros generamos también valen, nosotros pagamos impuestos, aranceles de importación, adicionales al resto de impuestos”.
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En medio de todo, las marcas de lujo están trabajando para poder tener una presencia digital robusta en 2021, pero por el momento Bursztyn estima que en el sector de lujo hay unos 1.000 empleos que no se han podido recuperar. “Como las ventas no se están recuperando, se está trabajando con equipos más livianos”.
El empresario señala que no entiende por qué productos como televisores y consolas videojuegos, que se consideran de lujo, han sido incluidos en medidas de reactivación, mientras que vestidos creados por diseñadoras nacionales quedaron excluidos.