Nicolás Villar está construyendo unos dispositivos robóticos con la inteligencia artificial más avanzada del mundo para detectar temprano las nuevas enfermedades.
La visión del mundo del ingeniero colombiano Nicolás Villar ha estado influenciada por la profunda desigualdad que ha observado en los distintos países que ha llamado su hogar. Desde su adolescencia en Colombia y su paso por Kenia, Israel y el Reino Unido, ha alimentado una obsesión: crear tecnología que pueda ayudar a otros.
“La tecnología es una herramienta muy poderosa para cambiar el mundo”, sustentó a Forbes el doctor Nicolás Villar, arquitecto principal de hardware en Microsoft Premonition, al otro lado de la pantalla de Microsoft Teams, en el norte de la Costa Oeste de Estados Unidos. “Le cambias la vida a muchas personas o le cambias mucho la vida a un grupo pequeño de personas”.

Su arribo al equipo élite de investigación de Microsoft, que opera en Redmond, cerca a Seattle, se dio luego de sus estudios de doctorado en Reino Unido, cuando empezó a trabajar en colaboración con la compañía tecnológica, al crear Code Jumper para que niños ciegos o con baja visión puedan aprender a programar software con un lenguaje físico que se maneja con las manos.
“Identificamos el problema de que a los niños ciegos les queda muy difícil aprender a programar, que es una de las pocas carreras financieramente buenas”, cuenta Nicolás. “Es un lenguaje de programación táctil, con aparatos físicos”. Del mismo modo, también lideró Project Emma, una plataforma para estudiar los efectos atenuantes de la vibración en los temblores experimentados por los pacientes con Parkinson.

Ahora desde Microsoft Premonition, está al lado de brillantes investigadores buscando cómo monitorear biomas como si fueran el clima, para detectar temprano patógenos ambientales y brotes antes que se conviertan en pandemias, usando una red global de sensores de estaciones climáticas, analítica avanzada de datos y modernas supercomputadoras.
Nicolás es el único latinoamericano en esta área y encabeza la construcción de unos dispositivos que monitorean a los mosquitos porque como se alimentan de muchos animales, pueden ser el camino para encontrar enfermedades. En el mismo sentido, los mosquitos causan cerca de 600 millones de casos de enfermedades al año.

“Diseñamos estos robots que buscan simular que son un animal para poder atraparlos y preservarlos para mantener toda la información genética”, detalla Villar, quien es un embajador del poder de la inteligencia artificial para resolver los grandes desafíos del mundo. “Esto nos da nuevos datos del ecosistema detectando los cambios que van ocurriendo, lo que nos alerta cuando están apareciendo las nuevas enfermedades”.
Este ingeniero que creció en Bogotá es un apasionado por integrar los objetos inteligentes y la nube de formas inesperadas. “Si abordamos los problemas que afectan a la humanidad, todos nos beneficiaremos”, destaca.
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