Los expertos temen que estos animales, que se están reproduciendo en inmediaciones del río Magdalena, pueda arruinar el hábitat y enfermar a otras especies.

Un grupo de científicos está advirtiendo que los hipopótamos que Pablo Escobar introdujo ilegalmente en Colombia hace más de tres décadas están fuera de control y deben ser sacrificados. Los expertos temen que estos animales, que se están reproduciendo en inmediaciones del río Magdalena, pueda arruinar el hábitat.

Se estima que de los hipopótamos que dejó el narcotraficante, asesinado en 1993, hay entre 80 y 100 descendientes, que según un reporte periodístico de The Telegraph que cita a varios científicos, representan una amenaza para la vida silvestre natural ya que su orina y heces tóxicas pueden enfermar a otras especies e incluso a humanos, aterrorizando además lagos y ríos.

“A nadie le gusta la idea de dispararle a un hipopótamo, pero tenemos que aceptar que ninguna otra estrategia va a funcionar”, dijo al medio la ecologista Nataly Castelblanco-Martínez.

Cuando Escobar fue asesinado, las autoridades tomaron el control de su propiedad de 7,000 acres, incluido un zoológico personal. Si bien la mayoría de los animales encontraron hogar en zoológicos en otros lugares, cuatro de los hipopótamos escaparon.

Los científicos han proyectado que la población de hipopótamos podría aumentar a 1.500 en 2024.

David Echeverri López, un biólogo, dijo que están tratando castrar a las criaturas. “Estos hipopótamos se han convertido en parte de la identidad local. Pero el tiempo se acaba”, dijo. Otros temen que no les quede otra opción que matarlos.

“La reubicación podría haber sido posible hace 30 años, cuando solo había cuatro hipopótamos”, dijo Castelblanco-Martínez al medio. “La castración también podría haber sido eficaz si los funcionarios hubieran proporcionado recursos suficientes para el programa desde el principio, pero ahora la única opción es un sacrificio”.