La iniciativa presentada por el grupo ciudadano Objetivo Cero, propone utilizar la infraestructura escolar existente para formar nuevos perfiles que está demandando el mercado laboral.
Ante la crisis económica y social que se ha derivado en el país por el impacto de la pandemia del Covid-19, recientemente han surgido propuestas para abordar los más profundos problemas que se han acentuado, uno de ellos el desempleo.
Una de ellas es la implementación de una Nueva Tercera Jornada Educativa en vez de la Jornada Única que ha venido promoviendo el Gobierno Nacional, propuesta por Objetivo Cero, una organización cívica con sede en Cali.
“El plato de comida a nuestras mesas, no llegará solo. Tenemos que hacer algo para mitigar el daño irreversible y los retos que nos exige esta pandemia”, señala Gustavo Orozco, el politólogo representante de Objetivo Cero, quien se especializa en asuntos de seguridad pública.
Según Orozco, este plan propuesto consiste en utilizar la infraestructura escolar existente para hacerle frente a problemas como el desempleo y la inseguridad, reentrenando para la empleabilidad a los adultos sin oportunidades, para que no solo sean empleados, sino que se alejen de la criminalidad.
Expuso que para lograrlo se requiere con ‘urgencia’ que el Ministerio de Educación y el Ministerio de Trabajo lleguen con ofertas nuevas y masivas para reentrenar a los que quieren y necesitan trabajar.
“Cursos cortos de nuevas habilidades, clases de inglés, talleres de actualización profesional, entre otros, son algunos de los perfiles que se pueden potenciar para incursionar en sectores tecnológicos, inmobiliario y financieros, que son de los pocos afortunados que crecieron, pese a la pandemia y la cuarentena”, señaló el representante de Objetivo Cero.
Para el analista, no es solo cuestión de querer sino de voluntad política, pues asegura que los espacios para llevar a cabo esa iniciativa, ya existen, al igual que los docentes y la logística.
“Hace poco el Ministerio de Educación dijo haber entregado 145 proyectos de infraestructura educativa en todo el país. Más de 3.000 aulas, laboratorios, salas de tecnología, cocinas, entre otros y todo como parte de un plan de inversión que sumó $3.7 billones”, indicó.
A su vez, planteó que toda esa logística es la que se debe utilizar y para poner en marcha un proyecto social que en síntesis actuaría como una extensión del Sena en cada barrio o comuna, donde hay grandes sedes escolares. “Aprovechémoslo. Hoy esos equipos e infraestructura cumplen 315 días, únicamente acumulando polvo”.
Para Orozco insistir en la jornada única en medio de la pandemia, “es ir contra la lógica y el sentimiento de millones de padres de familia que aún no contemplan la presencialidad escolar” por razones de salud y vida. “Necesitamos menos frenos y más oportunidades. Menos anuncios rimbombantes y más acción”, dijo.