A más tardar en diciembre el Gobierno Nacional vendería su participación en ISA a Ecopetrol. El negocio asciende a los $14 billones y ayudará a aliviar las necesidades fiscales del país.
Una transacción millonaria se podría gestar a más tardar en 10 meses ahora que se avanza en la venta del 51,4 % que posee la Nación en ISA. La puja por adquirir esta multilatina, que ya tiene operaciones en varios países, entre ellos Colombia, Brasil, Chile y Perú, estaría por definirse luego de que Ecopetrol y el Grupo Energía Bogotá ratificaran su interés formal por hacerse a este negocio.
Aunque aún no se conocen detalles sobre cuándo el Ministerio de Hacienda dará el aval, lo cierto es que la operación se definiría en las próximas semanas. Ecopetrol anunció precisamente este miércoles que presentó una oferta no vinculante por la empresa, un día después de que el Grupo Energía Bogotá admitiera que iba por la firma en el eventual escenario que se decidiera enajenar las acciones.
La venta del 51,4 % que tiene la Nación en ISA movería todo el sector minero-energético, reforzaría la caja del Gobierno y ampliaría el portafolio que tienen las dos empresas. Fuentes del sector le explicaron a Forbes que Ecopetrol sería la más opcionada para la transacción, pues posee una sólida caja Y además plantea un buen esquema para realizar este negocio: vía emisión de acciones, endeudamiento y recursos propios.
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La decisión de la petrolera de quedarse con ISA obedece a que ve la oportunidad que hay para agilizar la transformación energética de la compañía, así como ayudar a la reactivación económica del país. Así lo explicó el presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón, quien advirtió que “esto responde a la estrategia del Grupo por consolidarse en el continente americano”.
“Esta operación tendría un gran potencial en términos de su generación de valor. La crisis nos ha golpeado de manera profunda, y vemos una participación y una transición hacia fuentes renovables de energía”, dijo Bayón, quien lidera la petrolera más importante de Colombia. “A titulo personal, nosotros admiramos el liderazgo que ha tenido ISA, entonces veo que es una operación de valor para Ecopetrol e ISA”.
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Este negocio, que ahora está en manos del Gobierno Nacional, se daría a través de un contrato interadministrativo entre Ecopetrol y el Ministerio de Hacienda. Según explicaron, para hacer esta inversión no es necesario realizar una Oferta Pública de Adquisición (OPA) a los accionistas de ISA, en la medida en que la Nación continuaría siendo el beneficiario real de las acciones de ISA y mantendría el control último sobre las mismas.
Los detalles
Desde hace 18 meses, Ecopetrol venía analizando varias opciones para fortalecer su operación y ampliar sus negocios en Colombia y América Latina. Mucho antes de llegar la pandemia a Colombia, la empresa estaba en busca de hacerse a operaciones estratégicas que le permitieran fortalecer su caja y reforzar su plan de diversificación.
En este camino, y ante el inminente descuadre de cuentas del Gobierno Nacional, a causa de la exigencia fiscal de la pandemia, se empezó a analizar desde el año pasado la venta que tenía la Nación en ISA. El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, puso sobre la mesa esta opción en el Marco Fiscal de Mediano Plazo que presentaron en junio del año pasado, argumentando que la enajenación de esa participación le daría un respiro a las cuentas del país.
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En ese Marco Fiscal puso entre sus cuentas la venta de activos por alrededor de $12 billones (1,1% del PIB) . De ahí en adelante, meses después, salió a relucir un documento en el que se presentaron al mercado siete empresas en las que la Nación tenía participación, pero en las cuales podrían realizar una posible venta. Ahí se vieron los nombres de la Electrificadora del Meta, Electrificadora del Huila, Centrales Eléctricas de Nariño, Electrificadora del Caquetá, Centrales Eléctricas del Cauca, Distribuidora del Pacífico, Empresa Urrá e ISA.
Esta última, quizás la joya de la corona del Gobierno, no pasó desapercibida por Ecopetrol, que siguió muy de cerca los anuncios del Ministerio, mientras analizaba posibles operaciones. Así, tal y como lo explicó Bayón, la junta directiva de la empresa tomó la decisión de presentar una oferta no vinculante ante Hacienda, para definir si se da la aprobación o no.
“Se hizo la presentación de la oferta ayer. Viene un proceso en el que el Ministerio analizará la propuesta, y se podría hacer ahí la debida diligencia. Nosotros llevamos año y medio analizando muchas opciones e ISA siempre fue una de las primeras opciones”, reconoció el líder de Ecopetrol.
Con esta oferta, Bayón no reveló el monto total que se presentó ante esa cartera. No obstante, el total de participación de la Nación en ISA equivale a 569.472.561 acciones. Al ver su capitalización bursátil, con un precio de acción de $25.000 (al cierre de ayer), se estima que el valor total de la multilatina es de $27,6 billones.
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El 51,4 %, dicen los analistas, equivale a alrededor de unos $14,2 billones solo en capitalización bursátil. En este tipo de transacciones se miran otros aspectos en la negociación, pero de fondo sería un estimado que pagaría Ecopetrol para hacerse a la operación de esta compañía.
Andrés Moreno, analista bursatil, le explicó a Forbes que “todo dependerá del valor y si hay una puja. Todavía es difícil hablar del precio que pague Ecopetrol, pero seguramente por la prima de control, debe ser muy similar al que está ahorita. Yo diría que es una transacción entre $12 a $15 billones”.
El paso a paso
Aún sin conocer las decisiones del Gobierno, y a la espera de que se decida el mejor candidato, el Ministerio de Hacienda ahora analiza la oferta no vinculante de Ecopetrol, que, en caso de ser aceptada, se entraría a un proceso de debida diligencia. Ahí la petrolera, con su equipo directivo, estudiarían la información detallada de ISA, y a la final se estaría firmado un contrato interadministrativo.
En esta primera etapa, se tardarían alrededor de 3 meses teniendo en cuenta que sean ágiles las conversaciones. Una vez firmado dicho contrato, Ecopetrol tendría que salir al mercado de valores a emitir acciones para cubrir una parte del pago que se le entregaría al Gobierno.
En este momento, la ley permite que se pueda salir de un 8,5 % que posee la Nación en Ecopetrol, tal y como lo hizo en 2007 y 2011. La capitalización permitiría fondear a la petrolera y reunir recursos que le permitan pagar la adquisición. Esto tomaría alrededor de seis meses, pues se tendrían que pedir las respectivas autorizaciones a la Bolsa de Valores de Colombia.
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“Todo dependerá del avaluó que haga la banca de inversión. Se está hablando que esa emisión de acciones, que podría reunir alrededor de $8 billones, más o menos. El resto ya se reunirá vía desinversiones y deuda”, dice Wilson Tovar, gerente de investigaciones económicas de Acciones & Valores.
Para cubrir el restante del monto total, la petrolera plantea la necesidad de recurrir a recursos propios y mayor endeudamiento. “En ese esquema de financiamiento hay tres líneas: emisión, recursos propios y tiempos asociados a deuda (…) El porcentaje específico no lo tenemos, porque hay algunas variables. Lo que diría es que tenemos fuentes suficientes para financiar una operación de este tamaño. Hemos hecho algunas desinversiones y va a seguir y hace parte de la estrategia”, dijo Bayón.
Con todos los trámites que se prevén, el pago final de Ecopetrol al Gobierno se ejecutaría a finales del año, si se cumplen los tiempos. El presidente de la empresa destacó que esta adquisición significa un hito en la historia de la empresa, que fortalecería su operación en el sector energético. “Sería el nacimiento de un conglomerado más fuerte, más resiliente y con mayor capacidad para crecer en la nueva era de la energía limpia”.
Lo que significa
El analista bursátil Andrés Moreno advierte que al tener ISA un amplio control en la interconexión, hace que con la venta se siga manteniendo el control del Estado sobre la empresa. Ahora, desde Ecopetrol, claro. En sus palabras, reduce las alarmas de un monopolio y no significa que se esté sacando plata de un bolsillo a otro, pues se está haciendo una capitalización, y buscando plata para solucionar las necesidades fiscales del Gobierno.
Sandra Fonseca, directora Ejecutiva de la Asociación Colombiana de Grandes Consumidores de Energía Industriales y Comerciales (Asoenergía), agrega que ISA indudablemente es una empresa atractiva para inversionistas públicos o privados. “Sin embargo, desde el punto de vista del sector eléctrico se deben tener al menos dos consideraciones: separar sus negocios de red de transporte de energía a alta tensión que deben seguir regulados como un monopolio de red y cuya neutralidad en el mercado debe respetarse para preservar la competencia en el mismo, independiente de quien sea su propietario”.
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Así mismo, “el segundo elemento estratégico es que XM, empresa de su propiedad, en cualquier caso debe escindirse dada sus funciones como operador del sistema, administrador de cuentas del mercado y liquidador de los servicios de distribución”, concluye.
El Ministerio de Minas y Energías tiene una visión conservadora sobre el negocio, pero admite que este movimiento estratégico entre dos gigantes convertiría a “convertiría a Ecopetrol en una empresa integral de energía y en uno de los mayores transmisores”.
Diego Mesa, jefe de esa cartera, advierte que es una tendencia normal que se está dando en el mundo, en el que las empresas de hidrocarburos están entrando a este segmento de energía. “La importancia de ISA en el mercado colombiano es alta, y su participación en América Latina, en países como Brasil, Chile y Perú, se alinea con las grandes tendencias”, dijo, a lo que agregó: “tener una participación mayoritaria en estas empresas genera seguridad energética”.
El Gobierno, Ecopetrol y los analistas son optimistas con que dicho negocio aportaría para la reactivación económica a la que le apunta el país. La emergencia del coronavirus ha impuesto retos en materia fiscal, por lo que estos recursos soportarían las necesidades que tiene el Ministerio de Hacienda en estos momentos.
Se cuadran las cuentas del fisco
El Ministerio de Hacienda hace una semana notificó a ISA sobre la posible venta. A través de una carta, enviada a la empresa, la cartera dijo que está estudiando la transacción. “Mientras no se surtan las aprobaciones respectivas, y sin que se hubiere expedido el decreto por medio del cual se aprueba el Programa de Enajenación de una participación accionaria pública, no es procedente señalar que el Gobierno ha tomado decisión alguna respecto a la enajenación total en ISA”, dijeron en su momento.
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Con el anuncio de Ecopetrol, y ante las amplias necesidades fiscales del Gobierno, expertos y analistas creen que es inminente que se concrete dicha venta. La razón, argumentan todos, son recursos que necesita el país, debido a que los costos que ha generado la pandemia y a los gastos que le ha tocado recurrir al Gobierno.
Tovar, de Acciones & Valores, dice que “los costos de la pandemia ascienden a los 3 % del PIB, y el déficit fiscal se aumento a un 8 % o 9 %. Nosotros tuvimos que incrementar la deuda para sostener esos gastos. Claramente, Colombia es firme candidato a perder grado de inversión, con una posición fiscal en la que se encuentra”.
El Ministerio de Hacienda ha dicho que el país sí necesita una reforma tributaria, que, según sus proyecciones, logre cubrir alrededor de $20 billones. Los analistas dicen que en la historia del país nunca se ha reunido esa plata, por lo que se necesitan maniobras adicionales para cuadrar las cuentas.
Una de esas movidas es precisamente la venta de ISA, que cuadraría las cuentas del fisco. La transacción representaría unos $14 billones, que se sumaría a la eventual reforma que plantea el Gobierno. En esta, tal y como han mostrado las más recientes reformas fiscales, se reunirían 7 billones que podrían cubrir los recursos que necesita el Gobierno.
Si bien todo dependería de que la nueva tributaria pase por el Congreso, estas movidas le permitirían al país mantener su grado de inversión. Martha Elena Delgado, directora de análisis macro y sectorial de Fedesarrollo, explicó hace unos días a Forbes que este año se necesita un ajuste (reforma) porque hay que bajar el déficit y pagar la deuda en la que se incurrió en 2020.
“Se necesitan mayores ingresos, ¿cuál va a ser el mecanismo? eso dependerá de cómo se mueva la economía, si hay nuevos confinamientos o no, si se pueden tomar ciertas medidas o no (…) lo cierto es que se necesitan más ingresos y en la política pública uno tiene que preguntarse qué medidas hay que tomar, independiente de que sea una reforma tributaria u otro tipo de figura”, concluyó.