"El afán de volver a la normalidad no engaña a los inversionistas, por eso, 80% de los encuestados a nivel global no esperan que el crecimiento del PIB vuelva a su ritmo habitual".

Por: José Luis León*

El 2021, para muchos, significa el final de un año lleno de altos y bajos, cambios repentinos, e incertidumbre tras la aparición del COVID-19. Para otros, solo es una continuación a la crisis mundial que ha ocasionado la histórica pandemia.  Si bien la aparición de una vacuna y su llegada a América Latina le brinda un voto de confianza a este nuevo año, el impacto en la economía mundial y su recuperación necesitan de mucho más que una o dos dosis de la vacuna para frenar sus consecuencias.

Terminando el año pasado, en Natixis Investment Managers realizamos una encuesta a más de 500 inversionistas institucionales de todo el mundo (pensiones, aseguradoras, fondos soberanos de inversión, fundaciones y endowments), con el fin de conocer qué espera el sector institucional de la economía y el mercado en el 2021. El resultado principal fue una perspectiva mixta de la recuperación,  en donde si bien  existe optimismo, el protagonista es el temor, este enfocado en la suposición de que los mercados han subestimado el impacto a largo plazo de la pandemia.

El afán de volver a la normalidad no engaña a los inversionistas, por eso, 80% de los encuestados a nivel global no esperan que el crecimiento del PIB vuelva a su ritmo habitual, anterior a la crisis, hasta por lo menos 2022. Incluso, de este grupo de inversionistas, el 35% piensa que podría ser en 2023 o más tarde.

Lo anterior, no es solo gracias a los efectos de la crisis sanitaria, sino también a las tensiones geopolíticas y al malestar social que abarcaron gran atención el año pasado y que presentarán riesgos a largo plazo. De hecho, ocho de cada 10 instituciones están de acuerdo en que el clima político actual sugiere el crecimiento de más contendientes políticos populistas, y el 77% piensa que el descontento social seguirá aumentando.

Ahora, ¿qué pasará en América Latina específicamente?, nada muy distinto a la perspectiva global. Según los inversionistas institucionales del continente, se espera que el  PIB de sus países vuelva a valores pre pandemia- en su mayoría entre el 2022 y el 2023-. Esto se debe a que si bien un 50% de los encuestados espera que el sector de atención sanitaria presente un rendimiento superior al mercado, un 75% espera que las tensiones geopolíticas aumenten.

Estas incertidumbres producen que la mayoría de los encuestados (78.6%), prevean que la economía mundial no pueda escapar tan fácilmente de las consecuencias del COVID-19. No obstante, cabe resaltar que el 52% de los encuestados a nivel global aseguran que los mercados emergentes en mitad de la pandemia podrán superar a los ya desarrollados y esto puede significar una oportunidad para muchos.

Como siempre, dentro de las crisis se presentan oportunidades para los inversionistas que decían tomar riesgos a mediano plazo. Los inversionistas institucionales deben sacar ventaja de la volatilidad del mercado producida en parte por las tensiones geopolíticas que se prevén para este año. Esto  puede significar una mayor variación en el rendimiento entre las diferentes inversiones, lo que podría proporcionar oportunidades para superar sus puntos de referencia. Frente a lo anterior es fundamental que la gestión activa prime para controlar los riesgos, al lado de una estrategia que favorezca la diversificación del capital, el valor frente al crecimiento y el aumento del uso del capital privado y la deuda privada de cara a este 2021 que recién comienza.

*El autor es Country Head de Natixis Investment Managers para Colombia, Panamá y Perú.

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