El multimillonario sostuvo que una Maestría en Administración de Empresas (MBA) no garantiza que un profesional sea un gerente eficaz.
El director ejecutivo de Tesla y fundador de SpaceX, Elon Musk, cree que una Maestría en Administración de Empresas (MBA) no es garantía para tener una experiencial real y liderar una compañía con éxito.
En una entrevista con el canal de You Tube Munro Live, el multimillonario destacó que los graduados “podrían ser buenos en presentaciones de PowerPoint”. Sin embargo, en realidad “no saben cómo funcionan las cosas”.
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Musk advirtió que un MBA no genera que inmediatamente un profesional se pueda volver un gerente eficaz. Aseguró que muchas veces los estudiantes se lanzan en “paracaídas” para dirigir un negocio sin saber “cómo funcionan las cosas”.
Es de resaltar que, en esa misma entrevista, añadió que no tiene nada en contra del mundo académico y los graduados en maestrías. Para el fundador de SpaceX, un líder necesita saber cosas útiles y que sepan realmente cómo funcionan las cosas en las empresas. La ruta hacía el liderazgo, dijo, debería estar enfocada en aprender a hacer productos y ser conscientes de la realidad de las compañías.
Musk, de 49 años, es el segundo hombre más rico del mundo con una fortuna que asciende a los US$186.900 millones, según los cálculos de Forbes. El primer puesto lo ha disputado en las últimas semanas con Jeff Bezos, quien alcanza una fortuna de US$192.300 millones.
Desde marzo de 2020, Musk sumó US$165.000 millones a su fortuna; la mayoría, gracias al precio de la acción de Tesla, que creció más de 720% en un año signado por una pandemia y una elección presidencial en Estados Unidos. A tono con sus compañeros del podio, también se mudó de California a Texas, donde se presupone va a pagar menos impuestos.
El camino del emprendedor
La historia de Musk es conocida, pero repasar los hitos de su camino permite comprender mejor su presente. Dejó su Sudáfrica natal a los 17 años, con una valija y US$ 2.000 en el bolsillo. Gracias a la nacionalidad de su madre llegó a estudiar a Canadá, pero su verdadera meta era Estados Unidos. Lo logró cuando, a través de una beca, pidió el pase a la Universidad de Pensilvania.
Su primer proyecto fue Zip2, que se enfocaba en ayudar a los medios de comunicación a armar su canal online, aunque luego se especializó en brindarles un software para construir directorios y mapas. Fue su primer éxito comercial: a los cuatro años la adquirió la tecnológica Compaq por más de US$ 300 millones; Musk se quedó con unos US$ 22 millones.
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Ahí comenzó con una táctica que repetiría por el resto de su carrera: reinvertir las ganancias en proyectos nuevos. Puso US$12 millones para fundar el banco online X.com, pero por la explosión de la burbuja de las puntocom viró el negocio hacia los pagos vía correo electrónico. Al año se fusionó con la empresa de software Confinity y dio origen a PayPal. A pesar de que él quería conservarla, no logró imponerse a sus otros socios y en 2002 fue adquirida por eBay por US$ 1.500 millones, de los cuales Musk embolsó casi US$ 200 millones.
Ese fue el origen de sus dos proyectos más grandes: SpaceX y Tesla. Pocos recuerdan que Musk no es, en realidad, el fundador de la automotriz, sino que primero se sumó como inversor, con un desembolso de US$ 7,5 millones, y a los cinco años sí se convirtió en su número uno y la hizo propia. La que sí construyó de cero fue Space Exploration Technologies, o SpaceX, a partir de su visión de que los costos para fabricar cohetes y naves espaciales eran demasiado altos y se podían reducir para hacer más “masivo” el negocio. Invirtió más de US$100 millones propios pero los lanzamientos no tenían la performance esperada, hasta que la suerte cambió en 2008, cuando el Falcon 1 se convirtió en el primero en llegar a la órbita y logró que la NASA le otorgara un contrato de US$ 1.600 millones para llevar suministros a la Estación Espacial Internacional.
Con información de Forbes US