Cartagena fue la ciudad escogida para una “casa de colaboración”, en la que emprendedores y desarrolladores proyectan crear nuevos productos.

Adoptando una tendencia de “casas de colaboración” que se acentúo durante la pandemia entre creadores de contenido, en las próximas semanas, un grupo de emprendedores y desarrolladores que han pasado por compañías tecnológicas de alto nivel, y estudiantes de algunas de las mejores universidades de Estados Unidos, vivirán juntos por un mes en una casa en Cartagena. 

En una especie de ‘cónclave’, latinos que han hecho carrera en Estados Unidos, se propondrán desarrollar varios productos de base tecnológica que pueda tener proyección en América Latina.

“La oportunidad es ahora, porque la gente está dispuesta a hacer algo diferente”, le dijo a Forbes Luciano Arango, quien fue CTO y cofundador de ScopeAI, una compañía de tecnología empresarial que fue vendida recientemente. “Rappi nos demostró que en Latinoamérica se pueden hacer compañías gigantes”.

Arango, quien hizo parte de la selección Forbes 30 Under 30 de 2019, nació en Estados Unidos pero es hijo de papás colombianos y en Los Ángeles es uno de los líderes de la incubadora de startups house.ai. Cómo él, otros emprendedores, desarrolladores y estudiantes que tienen alguna conexión con América Latina, serán parte de la locación, llamada ‘Casita’.

Las casas colaborativas, que han tomado fuerza durante la pandemia como una manera de humanizar el encierro, son beneficiosas tanto para los emprendedores como para los creadores de contenidos de muchas maneras. Vivir juntos les permite un mejor trabajo en equipo.

“Podemos sentarnos juntos a pensar ideas, esto permite que las ideas fluyan fácilmente”, comenta Luciano. “No es lo mismo hacer esto con videollamadas”.

Michael Riley, que es gerente de una startup que pasó por YCombinator y que aún no ha terminado su carrera universitaria en la Universidad de Columbia, nació en Miami, pero al igual que Luciano su familia es colombiana. “Cuando juegan fútbol Colombia y Estados Unidos, yo le doy a Colombia”, cuenta. “Vemos que hay muchos problemas por resolver y queremos crear soluciones con tecnología”.

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Riley también estará en la mansión, en la que han confirmado presencia al menos ocho personas con antecedentes diferentes, incluyendo el paso por universidades como Stanford, MIT y Harvard.

Los miembros del proyecto están buscando asociaciones con empresas para hacer ‘hackáthones’ para proponer soluciones a problemas corporativos y han hecho una alianza con el fondo de capital de riesgo Marathon, que estaría interesado en revisar el futuro respaldo de una eventual propuesta que surja.

“Lo que están haciendo es una tendencia de repatriación de cerebros fugados que han estudiado en las mejores universidades, han trabajado en las mejores empresas y vuelven a crear empresas nuevas”, refiere Pablo Navarro, socio de Marathon. “Para nosotros la oportunidad es que estas grandes mentes que hicieron cosas increíbles por fuera decidan volver y aportar al ecosistema nacional”.

Entre los convocados hay una persona que trabajó como product manager en Facebook y varios empleados de compañías unicornios. “Queremos traer gente que tenga la mentalidad de soñar en grande, que con tecnología se puede hacer mucho”, concluye Riley.