El presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá, Nicolás Uribe Rueda, hace un análisis sobre la importancia de la formalización empresarial en Colombia.

Por Nicolás Uribe Rueda, presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá 

Las empresas son el principal motor de desarrollo económico y fuente de empleo, generan el 95,7 % de los empleos en Colombia, frente al 4,3% que origina el sector público.

El gran peso del PIB nacional está en Bogotá y la Región, que representa el 32%. Por eso, lo que le pasa a la ciudad tiene un impacto directo en el desarrollo económico nacional. Allí están localizadas el 30% de las empresas del país, el 51 % de la actividad emprendedora y el 38% del empleo formal de las 13 áreas metropolitanas. Son estas empresas formales las que vienen realizando grandes esfuerzos para sostener el empleo e ingresos de millones de colombianos ante la coyuntura actual. 

El 2021 inicia con grandes retos. Los principales son la recuperación económica y el empleo. A noviembre de 2020 la tasa de desempleo en Bogotá fue 17,2 %, lo que significó un aumento de 7.6% frente al mismo mes de 2019 (9,7 %), y 1,9% con respecto al mes de octubre 2020 (19,1 %). Esto evidencia que, mientras las empresas operen sin las restricciones, este indicador puede seguir recuperándose. 

Con las noticias de enero, relacionadas con el incremento en el número de contagios y la llegada de nuevos cierres, surgen preocupaciones. Las empresas no pueden ir al ritmo de las restricciones impuestas por las autoridades gubernamentales, en tanto que la incertidumbre retrasa o impide la contratación de personal, la inversión, la adquisición de créditos para operar y el regreso a la normalidad comercial.

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Además de los nuevos cierres, la informalidad continúa causando estragos en las empresas formales, las cuales han invertido recursos en medio de las dificultades para cumplir con todos los protocolos de bioseguridad, y son las que deben cerrar transitoriamente sus puertas ante las medidas gubernamentales que se toman. Un nuevo cese de actividades podría significar para ellas un cierre total y definitivo. El sector empresarial no es el causante de la nueva ola de contagios, pero parece ser el destinatario y víctima de las principales restricciones, imponiéndole cargas que no pueden soportar, poniendo irremediablemente en riesgo la recuperación de la economía.  

No es un secreto que la informalidad genera externalidades negativas: no pagan impuestos, no cumplen con salarios justos ni prestaciones sociales, no garantizan calidad del bien o servicio que prestan, y adicionalmente no controlan aforos ni cumplen con los protocolos de bioseguridad. Bogotá, con ocasión de la pandemia, entre 23 ciudades, es la tercera con mayor incremento de la ocupación informal, de acuerdo con información del DANE.  

Para la CCB, la formalidad empresarial es uno de los soportes de la recuperación económica sostenible para Colombia, pues no solo brinda oportunidades de evolución empresarial, aumenta su nivel de productividad y contribuye con las cargas públicas a través del pago de impuestos, sino que obra bajo estándares adecuados de contratación laboral. En esta coyuntura, protege además a clientes y colaboradores, implementando con rigor las medidas de bioseguridad que requieren para evitar la propagación de los contagios.

Lamentablemente, ser formal es hoy claramente más difícil, más costoso y mucho más dispendioso, por lo que algunos empresarios están dispuestos a regresar a la informalidad si después de hacer la transición se dan cuenta que los costos superan los beneficios.

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Es estamos convencidos de que es necesaria una protección a los empresarios, para que puedan cumplir su función social como generadores de valor y base del desarrollo de la sociedad. Proteger a una empresa no equivale a proteger a un rico. El 97% de nuestras unidades productivas son micros y pequeñas, que generan, en muchos casos los recursos equivalentes a un poco más de salario mínimo para sus propietarios.

Depende de todos superar este momento, no bajemos la guardia y mucho menos el autocuidado. Lo que nos sacará adelante será la precaución, el buen comportamiento y el cumplimiento de las medidas para lograr la tan anhelada recuperación económica. Y por supuesto también, la comprensión de que la empresa es una gran fuente de oportunidades para todos.