No hay una solidaridad mundial en la repartición de la vacuna, por lo que muchos países seguirán con la pandemia, alertan expertos.

En un esfuerzo por asegurar un acceso oportuno de las vacunas para los ciudadanos miembros de la Unión Europea (UE), los gobiernos del bloque europeo establecieron que podrán retener las exportaciones de las vacunas que sean fabricadas en su territorio, lo que podría poner en riesgo las campañas de vacunación en Centroamérica y América Latina, advirtieron expertos consultados.

Para el socio del despacho de asesoría jurídica Hogan Lovells, Ernesto Algaba, los efectos negativos a las campañas de distribución en Centroamérica y el resto de América Latina pueden llegar a ser graves puesto que la capacidad de producción de vacunas, en general, es mucho menor a la demanda de las mismas.

El posible acaparamiento por parte de la Unión Europea fue expuesto durante el Foro Económico Mundial (WEF, por su siglas en inglés) por el secretario ejecutivo adjunto de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (Cepal), Mario Cimoli, quien señaló que de una producción de 6.5 billones de dosis de la vacuna, Latinoamérica tiene por contrato sólo un 11%, mientras que en Europa y Estados Unidos es superior al 100%.

En este mismo sentido, la analista Asociada de Control Risks, Adriana Thomas, señala que “las campañas de vacunación en América Latina ya de por sí se están moviendo bastante lento y de manera desigual, por lo que dificultades en el suministro global de las vacunas ciertamente harán que el proceso se complique”.

Asimismo, esta desigualdad en el acceso de la vacuna se observa en el análisis de la Universidad de Duke publicado en la revista científica Nature que señala que de las 6,800 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus producidas, 3,700 millones han sido compradas por países ricos.

Sputnik y CanSino, opción para la región ante acaparamiento

El profesor Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) México, Mario Torrico, señala que las vacunas de Rusia y China podrían llenar los vacíos que dejan otras en América Latina.

En Argentina hay 1,220,000 dosis de Sputnik para ser aplicadas, mientras que en México se esperan que lleguen la próxima semana.

Además de Argentina y Bolivia, la vacuna rusa ya ha sido registrada o solicitada por México, Venezuela, Paraguay, Nicaragua y Panamá –los tres últimos en esta semana–, a lo que hay que sumar de momento otros 11 países en el resto del mundo, entre ellos aliados del Kremlin como Irán, Serbia y Hungría.

“Por lo que cualquier atraso por parte de Pfizer o AstraZeneca será cubierto por las vacunas de Rusia y China”, explica Torrico.

La vacuna CanSinoBIO se está probando en Pakistán, México, Rusia, Argentina y Chile, según datos de registro de las pruebas clínicas, y la empresa tiene acuerdos de suministro con algunos de esos países.