Brian Requarth es el cofundador de la aceleradora Latitud y de VivaReal, una compañía de la que fue CEO y presidente de la junta directiva hasta su venta, que empezó en Colombia, pero se volvió grande en Brasil. Hizo de su historia un libro, que llegó a ocupar el puesto del más vendido en Amazon.

Con un español enredado y de traje negro, Brian Requarth se parqueó una vez en la entrada del edificio Los Venados de Bogotá, que queda al frente de la Bolsa de Valores, insinuando que tenía una cita, hasta que los porteros lo dejaron ingresar.  Acto seguido, pasó de oficina en oficina ofreciendo clases de inglés que había preparado con un libro que había conseguido en una feria.

Casualmente una directora de recursos humanos estaba buscando un profesor y lo contrató para que ofreciera clases de inglés de negocios a varios ejecutivos de una firma comisionista de bolsa, lo cual hizo por un año para poder mantenerse en la ciudad.

Él, californiano, había aterrizado en Colombia luego de manejar hasta Costa Rica, donde vendió su carro para comprar el tiquete aéreo que lo llevaría a reencontrarse con una colombiana que había conocido en San Diego (Estados Unidos) y que hoy es su esposa y madre de sus hijos. “En esa época decían el riesgo es que te quieras quedar”, recuerda Brian. “Así pagué las cuentas”.

Como en Estados Unidos un motel es un hotel barato característico de carretera, el primer lugar en el que se alojó fue un motel en la Avenida Caracas de Bogotá. “Los papás de mi esposa la regañaron por dejarme quedar en ese sitio, pero era lo que podía pagar”, dice.

Más adelante, estando más ubicado, tuvo una mala experiencia buscando un apartamento. “No había casi información en línea, así que cuadramos una visita con un agente inmobiliario, le expliqué lo que quería, sacó una lista de propiedades y me cobró por ver esa información. Pagué el dinero y visité todos los inmuebles, gastando mucha energía en eso”, apunta.

Sentado en un café internet, buscando ideas de negocio, se encontró un caso de negocio de la Universidad de Stanford que mostraba lo que estaba pasando con Mercado Libre. Retomando lo de aquella experiencia con el agente inmobiliario, se le ocurrió crear en 2009 VivaReal, un portal de clasificados para la compra, venta y renta de inmuebles.

La cofundó junto al alemán Thomas Floracks, a quien conoció en la fila para pagar la multa por haber permanecido en Colombia más tiempo del que les habían permitido y a quién quería conectar con unos ejecutivos que querían aprender alemán. Pero con Floracks empezó a desarrollar varios sitios web, siendo uno de esos VivaReal.

Sin embargo, con un respaldo limitado de inversionistas y la apertura de mercado, tuvieron que tomar la difícil decisión de concentrarse solo en el mercado de Brasil y cerrar la operación de Colombia, donde todo comenzó. “Todo estaba hecho en Colombia, pero lanzamos en varios países para probar y Brasil fue un cohete”, explica Requarth. “Cuando decidimos cerrar la oficina de Bogotá, nos dio mucha pena. Aunque el tiempo demostró que fue la decisión comercial correcta, tuvimos que despedir a parte del equipo que era de 20 personas, de los cuales cuatro aceptaron mudarse a Brasil con nosotros. A todos los demás los vimos saltar a buenos trabajos en los que ganaban mucho más dinero, fuimos una plataforma para ellos. Hoy tienen carreras tecnológicas brillantes”.

Brian como CEO de VivaReal en los inicios de la compañía en Colombia. Foto: Archivo.

Toda la travesía que vino después, Requarth la expone en el libro Viva the Entrepreneur, un título en que, con base a su historia, presenta una guía para emprendedores que quieran escalar negocios en América Latina y a aprender a interactuar con el capital de riesgo para conseguir un crecimiento exponencial. Esta pieza de 209 páginas consiguió ubicarse por varias semanas como el libro más vendido en Amazon en el segmento de emprendedores.

Las entrevistas a los nuevos empleados en Brasil las hacían en un café de Starbucks e inicialmente vivían apiñados en el apartamento del que habían contratado como gerente para el país.

Para 2019, no solo habían acaparado el 25% del mercado inmobiliario de Brasil, sino que habían recaudado US$74 millones de fondos de capital de riesgo en un camino que los indujo a fusionarse con Zap Imóveis para crear el Grupo ZAP, que, en últimas, fue vendido a OLX en una transacción de US$550 millones.

“Me siento en un gran deber en reinvertir en América Latina porque en los mejores ecosistemas tienen a personas exitosas reinvirtiendo en otra generación”, confiesa Brian quien como ángel inversionista ha puesto no solo de sus recursos, sino su mentoría en varias prometedoras startups que se han originado en Colombia como La Haus, Liftit, Chiper, Ontop, Neivor y Aptuno -de la cual es cofundador-. “Siempre he sentido una gran gratitud por todo lo que he podido lograr”.

Ese es el propósito que lo mueve y que ha materializado en Latitud, una aceleradora que cofundó en 2020 con Yuri Danilchenko y Gina Gotthilf, que ofrece a los emprendedores tutorías prácticas con expertos de la región y de Silicon Valley. “Formamos un grupo con nuestra red de contactos para elevar el ecosistema”, sostiene. Ya tuvieron la primera cohorte y están próximos a iniciar la segunda. Con esto, Brian ahora tiene mucho trabajo por delante.

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