Más de 130 empresas colombianas ven en el continente un polo de desarrollo de nuevos negocios. Ya hay interés en montar filiales, ampliar canales de distribución y expandir exportaciones, que, según cálculos de Procolombia, podrían llegar a US$134 millones a 2026.
Con 1.200 millones de habitantes, casi el doble del total de la población de América Latina, África es la nueva incubadora de los negocios colombianos. El ascenso de la clase media, explicado en mayor medida por unas mejores condiciones económicas, despierta el interés de los empresarios nacionales, quienes ya tienen amplias estrategias para conquistar el continente con la manufactura local.
El avance de la conquista colombiana en el territorio va de la mano de 131 empresas de bienes no minero energéticos que exportan a ese país, según un análisis de ProColombia. Solo en 2020, en medio de la pandemia, las ventas externas a los países africanos crecieron 23 %, al totalizar US$117 millones. La confitería, el café verde, el banano, los snacks, la carne bovina, los productos de panadería, los químicos y la moda fueron los productos más demandados.
“Hemos identificado que nuestras exportaciones a ese continente tienen el potencial para aumentar en US$134 millones durante los próximos cinco años”, le dice a Forbes Flavia Santoro, presidente de ProColombia. “Ya hemos acompañado a 10 compañías colombianas, entre ellas Colombina, Nutresa, Promociones Fantásticas, Ivermec, Alpina y Masglo, en agendas exploratorias y acercamientos con el mercado africano, pues identificamos nuevas oportunidades de exportación en categorías como confiterías, lácteos y cosméticos, entre otros”.
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La geografía y una población joven, candidata a ser el nuevo motor de la economía del continente, son otros de los factores que cuadran la ecuación de las empresas. Y no solo colombianas. Según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), en 2019, antes de la pandemia, África recibió más de US$45.000 millones en inversión extranjera del mundo, posicionándose como un nuevo ‘hub’ de negocios, ya sea con fábricas relocalizadas, nuevas subsidiarias o diversas cadenas de distribución.
Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), explica que hay una “inmensa oportunidad” al mirar hacia África. “Hay muchas cosas que no se saben: África Oriental es la subregión más rápida de crecimiento, con una tasa de 6,2 % promedio; África del Norte, con una tasa de 3,7 %, África Occidental, con 3,2 %; y África Central, con 2,2 %. Es un mundo gigante, con niveles de desarrollo diferentes, productividades y ni hablar de los niveles poblacionales”.
Colombina es quizás uno de los más grandes exponentes en el continente. La multinacional llegó hace más de 25 años, y en la última década ha triplicado las ventas, ampliando su presencia a 25 países.
Con la marca Bon Bon Bum, que ya incluso está en los anaqueles de Walmart, ha conquistado África, al mismo tiempo que aumenta su distribución de chupetes lácteos Tiger Pops, caramelos duros rellenos de chicle marca Minibum, galletas saladas de marca Crakeñas o Wafer de marca Bridge. “La acogida de los productos en el continente africano ha sido excelente”, le dice a esta revista Florencia Peña, vicepresidente de mercadeo corporativo de Colombina. “Nuestra apuesta se enfoca en convertirnos en la empresa líder en la categoría de confitería y tener una participación importante en las categorías de galletas y salsas picantes en este importante mercado”.
Nutresa, que al cierre del tercer trimestre de 2020 alcanzó ventas internacionales por $3.3 billones, también pisa fuerte en el territorio, con una ambiciosa estrategia a largo plazo. Hacia finales del año pasado, constituyó su subsidiaria Nutresa South Africa (PTY), una firma cuyo objetivo es apoyar al desarrollo y fortalecer la presencia del Grupo en los mercados, no solo de Sudáfrica, sino de otros países del continente. “Lo que buscamos con Nutresa South Africa es contar con una plataforma de expansión regional para poder exportar más hacia África, para poder hacer alianzas en la región, para poder hacer inversiones, y así seguir en nuestro camino de crecimiento internacional”, le dijo la empresa a Forbes.

Colombina y Nutresa apuntan por avanzar terreno en alianza con distribuidores locales, mayor estructura comercial y nuevas adquisiciones. A la par, la firma caleña Aldor, que exporta actualmente sus chupetes a países como Sudáfrica, Mozambique, Zambia y Tanzania, entre otros destinos, proyecta dar continuidad a estos mercados y adicionalmente explorar oportunidades en África del Norte, específicamente en Egipto.
Santoro, de ProColombia, explica que a largo plazo la apuesta es que los empresarios locales aterricen en mercados como Argelia, Ghana, Kenia, Libia, Marruecos y Costa de Marfil. A este último destino llegó a medianos del año pasado PorkColombia, con una primera exportación carne de cerdo colombiana. La empresa incluso busca nuevas conquistas a mediano plazo, como habilitar plantas de exportación de carne bovina a Egipto, con la ayuda de la embajada de Colombia en ese país.
“Hay señales promisorias para los próximos años, por lo que desde el Gobierno estamos explorando la posibilidad de implementar nuevos instrumentos comerciales con esa región”, dijo hace unas semanas Francisco Echeverry, viceministro de Relaciones Exteriores.
Aunque las empresas que apuntan su mirada a África son de diversos sectores, en su gran mayoría de alimentos y bebidas, el Gobierno Nacional explica que se están priorizando productos como los cárnicos, químicos, maquinaria industrial, farmacéuticos, confitería, derivados del café y del cacao, entre otros. Así mismo, según fuentes del Ejecutivo, hay interés en ofrecer software colombiano para agilizar procesos en industrias africanas.
Quipux, una empresa paisa, fundada por Hugo Zuluaga, su CEO, ofrece soluciones para controlar el tráfico urbano en Costa de Marfil. Esta solución les ha ayudado a crear las bases de datos del sector transporte e instalar puntos de atención a los ciudadanos, en los últimos seis años. “Implementamos un sistema para tener las bases de datos de los propietarios de los vehículos, conductores, empresas de transportes y ayudarle al Estado a ordenar esta información, con el fin de hacerle más fácil la vida a los ciudadanos”, concluye Zuluaga.
Sin acuerdos comerciales
La revisión de algunas barreras arancelarias entre los dos países, la difusión y promoción de oportunidades y la consolidación de acuerdos comerciales sólidos son quizás los tres retos más grandes a los que se enfrenta Colombia de cara a una expansión masiva de empresas en el continente africano.
En este momento, mantienen discusiones con países de ese territorio, pese a que aún no se firma un acuerdo comercial oficial. Se avanza en la gestión y articulación de nuevas alianzas con las embajadas que están en Argelia, Egipto, Ghana, Kenia, Marruecos y Sudáfrica. Sin embargo, según Santoro, de ProColombia, se está priorizando la segmentación de productos, al mismo tiempo que se hace la revisión de barreras arancelarias que permitan diversificar la oferta exportadora.
Si bien cada uno de los países posee un perfil logístico distinto, con diversos requerimientos de importación, algunas empresas que ya están en el territorio le confirmaron a Forbes que ratifican su interés por seguir invirtiendo en el continente.
Otras, no obstante, advierten que el impacto del coronavirus aún pone en duda el desarrollo de su operación. Andrés Arcila, director de negocios internacionales de Cerescos, empresa que tiene la marca Masglo, asegura que hace más de 18 meses ven una dura situación, por lo que aún es incierto su expansión en ese país.
“Llegamos solo a Marruecos y se nos detuvo las ventas por pandemia, es decir, no estamos activos (…). El mercado está muy afectado y no facturamos hace 18 meses”, le dijo a Forbes.
De ahí la necesidad de fortalecer la promoción de estos destinos, de cara a la reactivación y la recuperación de las empresas.
Por ahora, pese a los desafíos existentes, África es cada vez más un sinónimo de oportunidades e inversión. Los empresarios advierten que es una región en consolidación y crecimiento, con estabilidad jurídica y que promete ser el nuevo polo de desarrollo de los negocios colombianos.