En los detalles del proyecto de reforma fiscal que se han conocido hasta el momento, dice que se buscaría reducir la pobreza en 4,2 puntos porcentuales, pasando de un estimado de 42% a 37,8% de la población en dicha condición. ¿Qué dicen los expertos?
La pobreza es uno de los indicadores sociales que más impactos ha recibido por parte de la pandemia del coronavirus que tocó las puertas de Colombia oficialmente el viernes 6 de marzo de 2020 tras la confirmación del Ministerio de Salud del primer contagio en el país.
Las cifras de 2019 ya eran desalentadoras en la pobreza, pues la monetaria (por ingresos) aumentó al 35,7% de la población, 1 punto porcentual (pp) más frente al resultado de 2018 (34,7%). Aún no se conocen los datos oficiales del impacto de la pandemia en este indicador, pero según el Departamento Nacional de Planeación (DNP) por el efecto covid este habría subido 6,3 pp llegando al 42%.
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Tras el contexto anterior, y hablando sobre los detalles que se han conocido de la reforma fiscal próxima a presentarse al Congreso, hay que mencionar que el Gobierno Nacional estaría planteándose la meta de reducir en 4,2 pps el indicador de pobreza en el país en un año de implementado el paquete social que contempla la reforma: Ingreso Solidario, otras transferencias (Familias en Acción, Jóvenes en Acción y Colombia Mayor) y subsidios de energía y gas.
Con dicha reducción planteada se bajaría del 42% de pobreza en el país al 37,8%, lo que entre otras cosas significaría que se sacaría de la pobreza a aproximadamente 2,1 millones de personas. Pese a dicha reducción aún quedarían más de 15 millones de personas en esta condición en el país.
Ahora bien, también hay que tener presente que en la próxima reforma se buscaría ir tras un recaudo de $30 billones de los cuales habría unos compromisos por $5 billones para giros a los territorios a través del Sistema General de Participaciones (SGP), es decir, le quedarían en ingresos netos al Gobierno Nacional Central cerca de $25 billones.
Precisamente, ese recaudo tan alto sería uno de los desafíos para cumplir las metas citadas en pobreza, pues si se recaudara menos de lo planteado en el proyecto de reforma podrían impactarse los objetivos en la reducción de indicador en mención.
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Vale agregar que entre los detalles que se han conocido de la reforma también se sabe que más allá de buscar aumentar los ingresos vía ajustes en los impuestos, se modificaría el gasto y se harían ajustes a la regla fiscal.
Los retos
Ahora sí, entrando en materia, Forbes consultó a expertos para conocer cuáles son los principales desafíos que tiene el Gobierno frente a las metas expuestas en términos de pobreza y qué no se puede dejar de hacer para lograrlo.
Roberto Angulo, socio fundador de la firma Inclusión y experto en temas de pobreza, dijo que aunque las metas son optimistas, “se pueden lograr con un trabajo serio operativo detrás que sustente lo que requiere el ingreso mínimo (garantizado)”. Agregó que se requieren las fuentes para financiar ese paquete social, “el éxito que tenga la discusión de la tributaria en el Congreso va a ser decisivo. Es una condición necesaria”.
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Desde la visión de Natalia Galvis, consultora en política social y experta en temas de pobreza, “con lo que conocemos de la Reforma Tributaria, el DNP y Minhacienda sostienen que el cambio estimado en la incidencia de la pobreza será de -4,2 pps y de la pobreza extrema de -7,9 pps, pero no se han fijado esa meta. Lo que yo considero es que el mínimo aceptable para el país es 4.2 pps y que se lo comuniquen el país, no podemos seguir sin un norte claro sobre los compromisos en reducción de la pobreza”.
Para Angulo, hay principalmente tres retos de cara a las cifras de reducción de pobreza que expone el Minhacienda en el proyecto de reforma fiscal que se conoce hasta ahora. El primero tiene que ver con la focalización y actualización de la nueva imagen de pobreza “con base en el Sisbén 4 y otras fuentes. He hecho un llamado a la creatividad y heterodoxia porque por el camino ortodoxo de las encuestas por demanda para actualizar el Sisbén, no vamos a llegar a aplicar el ingreso mínimo en un año completo antes de 2022″.
Sobre este punto, Daniel Gómez, subdirector del DNP, le dijo recientemente a Forbes que durante 2020 se completó el barrido de la base de datos del Sisbén 4, incorporando ya el efecto covid. Agregó que “también, en la definición de los grupos incorporamos el efecto covid ampliando los hogares en grupo A (pobreza extrema) y B (pobreza moderada) para incorporar el impacto en ingresos. Lo bueno es que Sisbén 4 permite tener base dinámica y seguir actualizándola muy rápidamente para que no se desactualice”.
El segundo desafío que ve Angulo es sobre “la focalización de las tarifas de pagos de servicios públicos domiciliarios. Como los estratos socioeconómicos actuales han sido blanco de críticas desde los últimos años, ese instrumento también hay que mejorarlo, cambiarlo. Seguramente el cambio va a implicar una transición con instrumentos de focalización geográfica combinados con instrumentos de capacidad de pago para poder focalizar bien estos subsidios”.
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El tercer desafío estaría relacionado con los canales de pago de las transferencias monetarias del Estado. “La convergencia de todas estas transferencias debería generar una base de datos que sea capaz de hacer el cálculo de lo que requiere cada hogar, dadas las otras transferencias que está recibiendo. En eso se avanzó bastante el año pasado, pero hay que terminarlo. Los operadores como Daviplata, Bancolombia o Movii -todos los que tienen productos digitales- deben estar alineados en función del ingreso mínimo con tarifas eficientes”, dijo Angulo.
Lo que no debe faltar en la propuesta para reducir la pobreza
Para Galvis entre lo que no se debe dejar por fuera de la propuesta para reducir la pobreza en el país está la implementación de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (Pdet), “llevamos varios meses sosteniendo que esa es la mejor herramienta de la que hoy dispone el país para evitar el deterioro en las condiciones de vida de las personas, pero nuevamente notamos un compromiso mínimo con su implementación”.
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A renglón seguido expuso que hay que diseñar esquemas especiales para reducir la feminización de la pobreza y la pobreza en jóvenes. “Hoy no tenemos una estrategia clara para que mujeres y jóvenes, quienes no sólo fueron los más afectados por la pandemia, sino también, quienes enfrentan mayores barreras para ingresar al mercado laboral y salir de ese círculo. Adicionalmente, con el ritmo que ha demostrado el programa de alternancia educativa las mujeres no tendrán alternativas para retomar la búsqueda de empleo, dado que están atrapadas en las cargas de cuidado”.
Por último, la experta resaltó que la concurrencia de los programas de transferencias monetarias (Ingreso Solidario, Familias y Jóvenes en Acción y Colombia Mayor) bajo la estructura de ingreso mínimo garantizado “permitirá ampliar la cobertura de los hogares en pobreza, evitar asimetrías en los montos y reducir el traslape de esquemas que saturan a unas familias de beneficios y dejan a otras por fuera de las ayudas”.
“Tenemos que hacerle frente a esa tragedia e impulsar una reforma que ayude a redistribuir el ingreso y a mover socialmente a las personas”, agregó Galvis.