La Finca Jamaica, a 900 kilómetros de la barra de Alquímico, en Cartagena, fue punto de partida en la reinvención de una de las propuestas de mixología más destacadas del mundo.

Por: Luis Ángel García / Forbes México

Cuando comenzaron las restricciones sanitarias por la pandemia, Jean Trinh, propietario de Alquímico, convocó a su equipo y les propuso una idea radical: pasar la cuarentena todos juntos en el campo.

La Finca Jamaica, ubicada en el eje cafetalero a 900 km. de Cartagena, se convirtió así, al poco tiempo, en hogar temporal del grupo de mixólogos detrás de la barra de un bar que ocupa la posición 47 del célebre listado ‘The World’s 50 Best Bars’. Y fue aquí donde Alquímico inició un proyecto singular: cosechar sus propios ingredientes. Entre frutas, hortalizas, cítricos y hierbas; todo, con miras a mejorar el entorno y fortalecer su propuesta de mixología con esencia colombiana.

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Inmersos en una nueva rutina donde aprendieron los valores del campo, los miembros de Alquímico se convirtieron en familia; todos, listos para cimentar el futuro sostenible del bar mientras el mundo entero hacía una pausa.

“Mucha gente nos siguió en internet para ver lo que estábamos haciendo; nos veían felices haciendo este proyecto. Esta y otras iniciativas nos han llevado al premio de sostenibilidad no sólo por crear nuestro propio producto agrícola, también por contribuir al bienestar de todo el equipo humano”, afirma Trinh en referencia a la conquista del ‘Ketel One Sustainable Bar Award 2020’.

“En el caribe colombiano hay mucha variedad de fruta y hierbas que otra vez se están usando en la coctelería. Nosotros fuimos de los primeros en destacar esa riqueza [en el ámbito de la mixología]”, comenta con orgullo el propietario de Alquímico.

Desde la barra

Como su nombre anticipa, Alquímico transporta a una práctica antigua basada en la transformación de los procesos naturales a fin de mejorar la materia. Lulo, maracuyá, yuca, fruta de la pasión, guanábana, mango biche, copoazú… son sólo algunos de los componentes vitales que se conjugan con aguardiente colombiano, y sí, también con destilados como gin, ron, mezcal y tequila.

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Hay tragos, sin embargo, que proponen una travesía por Colombia aún más profunda a través de sus elementos. Y Alquímico se mantiene en constante evolución utilizando métodos experimentales para exaltar las bondades de sus ingredientes con una perfecta armonía sensorial.

Su más reciente carta de cocteles explora los colores del país. Así, es posible tener en cada trago una experiencia que evoca a los paisajes colombianos más hermosos gracias a su nuevo menú, ‘Vainas Mezcladas Vol. 2’. “Nos gusta pensar que exploramos, transformamos y mostramos la biodiversidad y cultura de Colombia”, recalca Trinh.