El candidato Pedro Castillo, que encabezó primera vuelta, tiene un discurso radical y populista que plantea propuestas como un "Estado socialista", una ley que "regule los medios de comunicación" o destinar un 10 % del producto interior bruto (PIB) a educación, cuando todo el presupuesto público del Gobierno apenas es el 14 % del PIB.

En Perú, el primer avance del cómputo oficial de votos en las elecciones presidenciales del domingo confirmó al ultraizquierdista Pedro Castillo como el candidato más votado, con un puesto asegurado en la segunda vuelta electoral.

De acuerdo con esos primeros resultados, su contrincante será uno de los candidatos de la derecha: Hernando de Soto (derecha neoliberal), el ultraderechista Rafael López Aliaga de Renovación Popular, o la heredera del expresidente Alberto Fujimori, Keiko Fujimori.

Castillo, un maestro y líder de una facción radical del sindicato de profesores, aseguró a sus seguidores, tras reconocer los resultados electorales, que “el cambio y la lucha recién comienzan” en Perú y reafirmó su compromiso en establecer una alianza con “el mismo y verdadero pueblo peruano” para preservar sus raíces.

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Su discurso radical y populista plantea propuestas como un “Estado socialista”, una ley que “regule los medios de comunicación” o destinar un 10 % del producto interior bruto (PIB) a educación, cuando todo el presupuesto público del Gobierno apenas es el 14 % del PIB.

En esta jornada, en la que estaban convocados más de 25,2 millones de electores, se registró una participación ciudadana de 73,89 %.

EFE