Colombia avanza en una ambiciosa estrategia para poner en marcha la construcción de nuevas carreteras, puentes, aeropuertos y vías férreas. Este año salen a licitación una serie de proyectos clave que prevén reactivar la economía con una inyección de $21.3 billones.

Al mismo estilo de lo que se ha hecho en las últimas tres décadas, Colombia alista una nueva generación de proyectos de infraestructura. Esta nueva revolución vial, que prevé dinamizar en parte el empleo, la inversión y la competitividad, es una de las formulas que plantea el Gobierno Nacional para poner en marcha la locomotora económica en el corto y mediano plazo.

A la par del desarrollo del programa vial de Cuarta Generación (4G), uno de los más grandes en la historia, que tiene un costo total que asciende a los $47 billones, Colombia busca ahora una nueva salida de la mano de la primera ola de las Concesiones del Bicentenario. Se trata de esas 15 iniciativas que harán parte de la Quinta Generación (5G) de carreteras, un programa bandera que sin duda será la columna vertebral de la reactivación.

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De acuerdo con la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), serán ocho proyectos carreteros, cuatro aeroportuarios, uno férreo y dos relacionados con navegabilidad. En esta primera fase, se busca generar un poco más de 633.000 empleos (93.000 directos y más de 540.000 indirectos), que beneficiarán a las regiones y serán el motor para dinamizar las vocaciones productivas de las zonas más apartadas.

“Nunca se había puesto a andar un programa tan ambicioso, que cubriera las grandes conexiones del país de sur a norte y que conectara los centros de consumo y producción”, le dijo a Forbes Ángela María Orozco, ministra de Transporte, hace unas semanas. “En la ANI serán 15 proyectos de $21.3 billones, y en el caso del Invías se adjudicarán $11.3 billones”.

Los proyectos ya tienen el aval fiscal del Ministerio de Hacienda y están listos para cautivar al mercado. Uno de ellos, incluso, salió a oferta pública el mes pasado, con el anuncio de la apertura de la licitación de la Malla Vial del Valle del Cauca, una obra cuya una inversión será de $1.22 billones para el desarrollo de 310 kilómetros de vía. Ya hay ocho empresas interesadas y se prevé que este sea el punto de inicio para los millonarios anuncios que se harán.

Los tiempos

Forbes conoció un ‘dossier’ de las iniciativas claves que serán adjudicadas en 2021. En la ANI, están las 5G; en el Invías, las Vías para La Legalidad, y en Cormagdalena, la APP del Río Magdalena y el Canal del Dique. En total, el Ministerio de Transporte estima que serán inversiones por más de $32 billones, con vigencias futuras que se extienden por varios años.

“Sabemos que la infraestructura pública tiene efectos de largo plazo sobre la economía, aumentan la productividad y, en consecuencia, los ingresos”, dice Mónica López, coordinadora del Programa APP de la Vicepresidencia de Infraestructura del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). “Estas inversiones traerán efectos positivos en el corto plazo, especialmente cuando se hacen durante recesiones, a través del aumento de la demanda agregada que repercute sobre la producción y el empleo”.

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Aunque se están ultimando detalles en algunos proyectos, en mayo se tiene previsto adjudicar la Malla Vial del Valle del Cauca, así como la ALO Sur en Bogotá, un proyecto estratégico en el que se harán 23.5 kilómetros para mejorar las condiciones de movilidad en la Sabana de Bogotá, específicamente en el acceso occidental optimizando el recorrido entre Soacha y la Calle 13.

En septiembre, por su parte, se esperan concretar los millonarios acuerdos para comenzar las obras de ampliación de las terminales aéreas. La movida más estratégica se hará con la modernización del Aeropuerto Rafael Núñez, en Cartagena, una obra estimada en los $440.000 millones para el diseño y construcción de la calle de rodaje, la ampliación de plataforma y los puentes de abordaje. Asimismo, se adjudicarían las intervenciones del Aeropuerto de San Andrés, en una licitación por $330.000 millones.

López, de la CAF, advierte que de fondo se tendrán dos líneas de actuación claras: “Finalizar los corredores identificados para el comercio exterior y utilizar el transporte multimodal para conectar al país de norte a sur”. Precisamente, con este plan, el Gobierno proyecta que en octubre se definan las obras más ambiciosas a las que le apostará Colombia en los próximos diez años.

Se concretaría la adjudicación de la carretera del occidente Buga – Loboguerrero ($990.000 millones) y la APP del Río Magdalena ($450.000 millones). A esto se suma que se le daría una solución definitiva a los dos tramos por los que se tuvo que dividir la Troncal del Magdalena, antes la Ruta del Sol II. El polémico proyecto espera cautivar la atención de nuevos inversionistas internacionales, tras el impacto que tuvo por el entramado de corrupción que tejió la multinacional Odebrecht en el país.

“El lanzamiento de grandes Programas como el 5G tiene asociado el reto de ver cómo el sistema financiero nacional puede abordar parte del financiamiento de estos nuevos proyectos en un corto tiempo”.

Mónica López, coordinadora del Programa APP de la Vicepresidencia de Infraestructura de CAF.

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Esta, sin duda, será la obra más grande del programa 5G, pues tendrá un costo total de $3.77 billones. Según le explicó el Ministerio de Transporte a Forbes, su estructuración, diseño y licitación se dividió en dos para mejorar las condiciones del proyecto. El primer tramo, que va desde Puerto Salgar a Barrancabermeja, será un concurso público de $2.07 billones para el desarrollo de 148.1 kilómetros de doble calzada y la rehabilitación de 153 kilómetros.

El segundo tramo irá desde Barrancabermeja a San Roque, en el César, con un Capex tasado en $1.77 billones en total. La obra tiene una longitud de 272.1 kilómetros, y un estimado de construcción entre cuatro a cinco años. “El proyecto es de importancia estratégica, pues permitirá la terminación de las obras del contrato Ruta del Sol II y la consolidación del corredor vial Troncal del Magdalena permitiendo la conexión del centro del país con la costa caribe y garantizar su operación y mantenimiento a largo plazo”, advierten desde la ANI.

Pese a que este listado de obras tendrá que surtir aún varias autorizaciones, al finalizar el año el Gobierno proyecta que se complete la adjudicación de gran parte de los tramos. Por eso, entre noviembre y diciembre se espera asignar las obligaciones para la construcción de un nuevo aeropuerto en Cartagena, en Bayunca, así como el proyecto del Canal del Dique, en el que se hará la restauración de los ecosistemas degradados para mejorar la navegabilidad.

David Villalba, socio líder de proyectos de infraestructura de Kpmg Colombia, explica que la ejecución de estas obras se ha definido gracias a que su estructuración será a través de esquemas de Asociación Público-Privada (APP). “Se ha contemplado la ampliación del cupo de vigencias futuras de las APP de 0.4 % a 0,55 % del PIB durante el período 2021-2028, lo que equivale a aumentar en $20 billones el monto total de las vigencias futuras aprobadas hasta el momento”.

La contratación

Al programa de las 4G ya se han lanzado gigantes de la infraestructura mundial. La portuguesa Mota-Engil, el español Grupo Ortiz, la israelí Shikun & Bunui, la británica John Laing, y la asiática China Harbour Engineering Company han entrado al país en los últimos años con movidas estratégicas para construir las grandes carreteras colombianas. En 5G, se espera ese mismo dinamismo, por lo que Forbes conoció que hay interés de fondos como Ashmore, BlackRock y Morgan Stanley para entrar en estas licitaciones.

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Juan Martín Caicedo, presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI), añade que ya se hay una demostración de confianza en la institucionalidad que gravita en torno a la ANI, como entidad concedente. “También las ofertas presentadas demuestran confianza en la estructuración del programa 5G. Se empieza a consolidar un modelo concesional que enfatiza en torno a variables sociales y medioambientales. Hay aquí, también, una demostración de confianza en Colombia como destino de inversión”.

La nueva contratación pliego tipo, así como los road show que se han adelantado, dinamizarán la llegada de nuevos inversionistas internacionales este año. Su arribo a el país se haría bajo alianzas con empresas locales, por lo que los expertos advierten que sería una muestra de que ‘el fantasma’ de Odebrecht ya quedó atrás.

“Los desafíos van a estar en cómo lograr los cierres financieros y mejorar los procesos de compra de predios, expedición de licencias ambientales y consultas a las comunidades, que, en algunos proyectos de 4G, se han demorado a pesar de contar con un nuevo marco normativo”, añade López, de la CAF, quien advierte que toda la contratación tendrá que fijar los más altos estándares internacionales para que el país avance en materia de competitividad.

Hoy Colombia se sitúa en el puesto 104 del índice de competitividad en infraestructura del Foro Económico Mundial. Sin embargo, los expertos advierten que con este programa el país se convertiría en un líder a nivel regional, que podría alcanzar una tasa de crecimiento económico de hasta 0,8 puntos porcentuales por año solo por la reactivación del sector.