Una serie de fusiones y adquisiciones han convertido a Unilever en un gigante fabril en Colombia. Tras una millonaria inversión en su planta de Palmira, Valle del Cauca, buscan abrirse paso a nuevos mercados de Centroamérica y el Caribe.
El 30 de junio de 1999, a pocos meses de empezar un nuevo siglo, la multinacional Unilever dio quizás uno de los primeros pasos para afianzarse en el mercado colombiano: adquirió la firma Varela S.A, una empresa especializada en la producción de artículos para el aseo con sede en Cali. Años después, sorprendió con el pago de US$215 millones por el negocio de detergentes de Colgate-Palmolive y en 2017 finalizó su serie de adquisiciones con la compra de la línea de aseo personal de Quala.
La aprobación de estos tres grandes negocios bastaron más que las varias movidas estratégicas que hizo la compañía desde su llegada a Colombia en 1948. Fueron la antesala, incluso, para la consolidación de la multinacional anglo-holandesa en el Valle del Cauca y la ampliación de sus operaciones en todo el país. Hoy, ya son más de 30 marcas en su portafolio, con productos que se cuelan en quizás la gran mayoría de los hogares colombianos: Knorr, Fruco, Lipton, Maizena TRESemmé, Dove, Rexona, Savital, Axe, Pond’s, Lux y Sedal, entre otros.
“En este momento ya hablamos de 150 millones de euros que la compañía ha invertido en la planta de Palmira, en el Valle del Cauca”, le cuenta a Forbes Andrés González, presidente de Unilever Colombia. “Desde hace un tiempo hemos reforzado nuestra capacidad productiva: compramos la planta de la familia Varela, el negocio de Colgate, y el cuidado personal de Quala. Esas compras de portafolio implicaron una construcción de capacidad productiva nueva”.

Con operaciones en 190 países, y más 2.500 millones de clientes alrededor del mundo, la estrategia de la compañía ha llegado a Colombia y se ha materializado en millonarias inversiones en los últimos años. Hace un par de semanas, en plena pandemia, se inauguró la última parte de la ampliación de su planta en el Valle tras una inversión de $160.000 millones.
El objetivo de este proyecto, cuenta González, se centró en ampliar su producción fabril y garantizar nueva capacidad, con más tecnología. “Tomamos unas decisiones y fue traer muchos productos que se importaban a producirlos localmente, en particular las marcas de champú y Dove”, dice el presidente y agrega: “Hemos pasado de ser importadores, a tener la capacidad para ser exportadores de esas marcas a geografías como Ecuador, Perú, Venezuela. Incluso, algunos de estos productos llegando hasta Centroamérica”.
Esta renovada planta, en la que se sumaron más de 600 empleos más, le permitirá a la empresa más de 80.000 toneladas de capacidad productiva, así como un aumento de 135% en las ventas al exterior a países como Bolivia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Uruguay, entre otros.
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Con esta operación, la multinacional anglo-holandesa busca entonces convertir a Colombia en un ‘hub’ exportador para la región Andina, Centroamérica y El Caribe. González explica que ya hay “un interés muy grande” para entrar desde el país a estos mercados de Centroamérica, pues hoy es atendido desde México por algunas desventajas arancelarias.
“Estamos trabajando con el Gobierno Nacional, con el Ministerio de Comercio Exterior y con ProColombia para mejorar la posición exportadora del país en términos arancelarios. Somos un mercado muy competitivo en términos de eficiencia y hemos hecho unas inversiones importantes en automatizaciones”, dice el presidente de Unilever, quien hoy tiene a cargo más de 1.600 empleados y la estrategia de exportación a casi una docena de países. “Estamos trabajando para que en la medida que Colombia mejore sus aranceles para estos destinos, Unilever puede seguir aumentando su calidad de exportador”.
Aunque desde la empresa no relevaron planes de inversión por políticas de confidencialidad, González advirtió que tras las adquisiciones en Colombia, las ampliaciones en el Valle y la apertura de nuevos mercados, apuestan por seguir creciendo en medio de la recuperación económica a través del e-commerce.
En 2020, Unilever, al mismo ritmo que varios sectores que volcaron su estrategia por este canal, elevó sus ventas por e-commerce en más del 30%. Dice González que se espera que este crecimiento siga apalancado por la estrategia de marketing digital e innovación, por lo que proyecta que para este año se alcance un 30% adicional en ventas digitales.

“Somos un país importante en la operación de Latinoamérica. Por su tamaño, Colombia es uno de los países que registra la mejor tendencia”, reconoce el directivo, que agrega que con esta nueva apuesta sin duda lograran consolidar y entrar el mercado centroamericano.
Por ahora, González cree que en este momento no solo hay producto de calidad de exportación, sino también talento colombiano para convertir a Colombia en un país netamente exportador. A la final, su mantra se centra, tal y como lo expresa, en preservar la diversidad y construir líneas de negocio que operen de forma sostenible. “Ese ha sido y continuará siendo mi mayor propósito en esta y todas las oportunidades laborales que puedan abrirse para mi crecimiento profesional”.