Esta semana se revive el proyecto de ley que busca reglamentar el comercio electrónico de estos servicios. La iniciativa haría que las empresas paguen impuestos y formalicen su empleo.
Una habitación, un computador, una conexión a internet y una buena iluminación. Ese es el escenario perfecto, el puesto de trabajo. Allí, ya sea en el día o la noche, mujeres y hombres se ganan la vida en una industria que aún, con más mitos que verdades, sigue creciendo. Un negocio que vende experiencias a través de la red, y el cual ha tenido un importante aumento en sus ingresos a raíz de la pandemia.
Con más de 500 empresas constituidas legalmente, según cifras preliminares, la industria del entretenimiento para adultos en internet, más conocido como modelaje ‘webcam’, ya acapara la atención nacional. Así se espera ahora de que el senador Jonatan Tamayo retoma el proyecto de ley ante Congreso mediante el cual se busca reglamentar el comercio electrónico de estos servicios.
La iniciativa de fondo busca que las agencias de modelos webcam se constituyan como empresas lícitas que pagan impuestos y aportan al fisco. En el proyecto, se propone la creación de la Federación de Comercio Electrónico para Adultos (o su sigla Fencea), para que sea el gremio el que vele por el cumplimiento de los pactos laborales y la formalización del sector.
“Dentro de este acatamiento se exigirá que los trabajadores y las empresas que prestan el servicio objeto de esta ley, les corresponda cumplir con la afiliación al sistema de seguridad social integral, para lo cual las entidades administradoras deberán disponer del mecanismo para su debida incorporación”, explica el documento.
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De aprobarse este plan, el Gobierno Nacional pondría en regla un negocio que en Colombia ya mueve anualmente hasta US$40 millones. Se estima que buena parte de los operadores de pago administran sus cuentas desde paraísos fiscales, por lo que el Estado aún no tiene un control total sobre los recursos.
“Todo el mundo habla del dinero que mueve el negocio webcam en Colombia, pero muchas cosas no son ciertas. El proyecto del senador tiene cosas muy buenas en cuanto a la desmitificación de la industria, pero otras no tantas. No creemos que sea necesario que todas las empresas deban estar en una federación, para que así nos regulen”, le explicó Beatriz Quintero, presidente de Asowebcam, a Forbes.

De acuerdo con la directiva, las más de 500 empresas que están constituidas legalmente ofrecen empleo digno a sus modelos. Si bien no hay cifras de recaudo de esta industria, Manguito asegura en su proyecto que en promedio hay 2.500 empresas vinculadas a la industria de comercio para adultos, distribuidas en Bogotá, Medellín, Cali, Cartagena, Santa Marta, Barranquilla, Ibagué, Bucaramanga, Cúcuta, Valledupar, Villavicencio, Armenia y Pereira.
Y es que fuentes de la industria consultadas por Forbes -que pidieron no revelar sus nombres- destacaron que los salarios pueden ir desde los US$200 hasta los US$5.000 semanales.
“En algunos estudios se paga cada ocho días, pero en otros quincenal. Quien es disciplinado, le va muy bien”, dijeron.
Con diferentes turnos, ya sea en la mañana, en la tarde o la madrugada, el negocio registra por lo menos 15.000 empleos indirectos y hasta 50.000 directos. Solo en Medellín, por ejemplo, se estima que trabajan por lo menos 6.000 modelos en la industria.
“Una empresa o agencia puede tener de 6 a 15 habitaciones. Si son varios turnos, serían más o menos 150 modelos. A eso se suma los servicios de limpieza y de monitoreo”, le dijeron a Forbes.
Jhonatan Zapata, abogado de Asowebcam, agregó que en los últimos años el trabajo se han profesionalizado a tal punto que quienes son bilingües les va mejor. “No solo se trata de un desnudo, sino de hablar con los usuarios. De establecer una conexión y entretener al público”.
Crece demanda internacional
Más de dos mil usuarios pueden estar conectados al mismo tiempo en una sesion. A través de ‘tokens’, incentivan a las modelos a cumplir sus expectativas, al mismo tiempo que dialogan con ellas. Segun Quintero de Asowebcam, gran cantidad de estos usuarios no solo de Colombia, sino de Estados Unidos y Asia.
“Los colombianos no son dados al negocio, por lo que la demanda más alta es internacional. El confinamiento aumentó el consumo, y yo lo veo es que acá se encuentran esas ayudas. Una oportunidad de entretenimiento”, dice.
El impulso que dio la pandemia dinamizó el negocio a tal punto que los ingresos aumentaron 30% en la industria. No se tienen cálculos estrictos sobre las ventas de estos más de cinco meses, pero, según Quintero, se alcanzaron cifras récord con más de 1 millón de visitas.
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Por ahora los empresarios confían que al mismo ritmo que sigue creciendo la industria, la legislación colombiana se ajuste al sector. De fondo, les hacen un llamado al Gobierno para que desde los diferentes actores del mercado participen en la construcción de unas reglas claras, que permitan tener un panorama despejado.