De acuerdo con la jefe del gabinete de ministros del Gobierno peruano, la agenda nacional debería enfocarse no solo en lucha contra la pandemia, sino también en lo que deberá hacer el país andino después de ella.
Perú es uno de los países más afectados por la pandemia a nivel global, tanto en el campo sanitario como en el económico. De hecho, la segunda ola rompió los récords de contagios y de fallecimientos diarios. El próximo 6 de junio, además, elegirá a un nuevo presidente, el cual asumirá el cargo el 28 de julio. En este contexto, Violeta Bermúdez, presidenta del Consejo de Ministros de Perú, conversó con Forbes sobre las medidas que está tomando el Gobierno del país sudamericano para responder a la pandemia. La funcionaria aseguró que se acelerará el proceso de vacunación en las siguientes semanas. También consideró clave que el sistema de salud peruano deje de estar fraccionado.
¿Cuál es el balance que hace a poco más de cinco meses de haber asumido su gestión como presidenta del consejo de ministros?
Hasta ahora hemos tenido un conjunto de desafíos que atender. Afortunadamente, hemos podido articular esfuerzos no solo al interior del Estado. Estamos desarrollando un trabajo bastante articulado entre los diversos sectores, sobre todo para responder ante el gran desafío de la pandemia. Aquí no solo trabaja el sector salud. Hemos logrado incorporar al sector defensa e interior. Algo muy positivo es que hemos involucrado al sector privado en materia de salud, pero también a diferentes grupos, como la iglesia y la sociedad civil, que han sumado esfuerzos para enfrentar la pandemia a través del suministro de oxígeno y en el proceso de vacunación. Seguimos en un momento muy difícil, ya que la segunda ola nos ha golpeado muy fuerte. Sin embargo, el avance en el proceso de vacunación es una esperanza de que las cosas pueden mejorar en las siguientes semanas.
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¿La salida de varios de sus ministros en los primeros meses no afectó al gabinete?
En realidad, hemos tenido la suerte de incorporar a personas que los reemplazaron y que tenían las capacidades y habilidades necesarias para no tener ese vacío que generalmente se produce en un cambio de gestión. Encontrar a una persona que pudiera asumir el liderazgo de una entidad como el Ministerio del Interior, que en diez días tuvo dos ministros, fue quizás el desafío más grande. En los otros casos, conseguimos personas experimentadas que ya habían sido ministros en sus respectivas carteras.
¿Fue un error designar a Pilar Mazzetti (exministra de salud) y a Elizabeth Astete (excanciller) en sus cargos? Lo digo porque fueron dos ministras que se vacunaron de manera irregular.
A la luz de lo que sucedió, uno hace una autocrítica. En el caso de Pilar Mazzetti, de quien todos teníamos las mejores impresiones, era la oportunidad de retomar la continuidad en un ministerio crítico. Nos pareció absolutamente sensato darle continuidad a la gestión que venía liderando la lucha contra la pandemia. Lamentablemente, su decisión de vacunarse irregularmente nos hace sentir que de pronto no era la persona indicada. En el caso de la señora Astete, a ella la designamos por sus credenciales y trayectoria. Debo decir que ambas, durante el tiempo que realizaron sus gestiones, lo hicieron con bastante profesionalismo. Ambas trabajaban hasta altas horas de la noche y trataban de responder con eficiencia a los desafíos que nos planteaba la situación. [Su designación] quizás fue un error. Creo que nadie lo hubiera podido predecir. Todos nos quedamos sorprendidos de lo que pasó.
De cara al próximo Gobierno, ¿qué asuntos deberían estar en agenda? ¿Cuáles están fuera de la retórica de campaña hasta ahora?
Mas que pronunciarme sobre la campaña electoral, ya que somos cuidadosos de mantener el principio de neutralidad, creo que, en general, en la agenda nacional deberíamos enfocarnos no solo en lucha contra la pandemia, sino en lo que tenemos que hacer después de ella. La pandemia, tarde o temprano, tiene que salir de nuestras vidas. En este momento, todavía hay un horizonte en el que tenemos que convivir con la pandemia. El funcionamiento de los negocios o el reordenamiento de las ciudades son temas que deberíamos discutir como parte de la agenda nacional. Otro tema importante es cómo retomar el tiempo “congelado” en educación para muchos niños en nuestro país. La salud mental me parece otro gran tema.
¿Cree que este Congreso debería elegir a los miembros del Tribunal Constitucional?
Es una facultad del Congreso hacerlo. Sin embargo, tiene que ser un proceso que se haga con mucha transparencia y que no tenga ningún tipo de cuestionamiento. Lamentablemente, este proceso, que se inició hace meses, ha sido objeto de cuestionamientos. Creo que no hay el tiempo suficiente, ni tampoco la agenda nacional está enfocada en este tema tan importante. Quizás sea recomendable que lo vea el próximo Congreso. Reconozco también que es una competencia del Congreso de la República, y si deciden hacerlo [antes de julio], estarían dentro del marco de la ley.
Hablemos del sector salud. A inicios de año, el presidente Sagasti anunció la compra de 38 millones de dosis del laboratorio Sinopharm. Un primer millón llegó en febrero. Sin embargo, a inicios de abril, el mandatario señaló que iba a reprogramar el envío de las otras 37 millones de dosis. ¿No considera que fue excesivo hacer ese anuncio en enero?
No fue excesivo porque es real. Tenemos un acuerdo marco con Sinopharm por 38 millones de dosis. En febrero, teníamos un cronograma de entrega del laboratorio Sinopharm bastante alentador para el Perú. Las dosis iban a ir llegando a partir del mes de marzo. Lo anunciamos porque teníamos un cronograma de entregado por el propio laboratorio. Lamentablemente, ocurrieron diversos elementos, algunos políticos, como el episodio denominado “Vacunagate”. Eso tuvo un impacto en la gestión y coordinación de los siguientes lotes de vacunas. A nosotros, como Gobierno, nos exigió ser más rigurosos, ya no para traer las vacunas con una autorización excepcional como se hizo con el primer millón, sino para emitir una certificación condicional, que es lo se hace con las vacunas de emergencia. Esas exigencias implicaron que la negociación se demorara un poco. Al mismo tiempo, debido a que surgieron nuevas infecciones en China, se limitó la salida de vacunas de ese país. Ello limitó las entregas. Por eso es que el presidente señaló que ha cambiado el cronograma, pero en ningún momento hemos dicho que ha terminado el compromiso de las otras 37 millones de dosis. Lo que sí hemos convenido es hacer contratos por dosis comprometidas. Hemos aprendido la lección. Ya no vamos a decir el número hasta que esté oleado y sacramentado, porque hay mucha expectativa sobre las vacunas (luego de la entrevista con Forbes, el Gobierno peruano anunció un contrato de 500.000 dosis del laboratorio chino que llegarían en mayo).
A muchas personas les preocupa el ritmo de vacunación actual. De hecho, el ingeniero Rodrigo Parra señaló a fines de abril que recién en cuatro años se terminaría de aplicar la primera dosis a todos los peruanos. ¿Qué harán para acelerar la velocidad de vacunación?
El ritmo de vacunación tiene relación con dos factores. El primero es la población objetivo. El segundo son las dosis disponibles. Nosotros no hemos contratado a todas las brigadas de vacunación porque las íbamos a tener inoperativas. Las íbamos a tener sin hacer nada ya que no teníamos las suficientes dosis. Teníamos un cronograma de entregas. Hemos ido vacunando al ritmo de las entregas. Pero, a partir de hoy (viernes 30 de abril) que empezamos la vacunación de personas mayores de 70 años, tenemos un público mayor. [A partir de la primera semana de mayo] recibiremos 700.000 dosis semanales. Vamos a ir viendo los incrementos de la vacunación en las siguientes semanas.
¿Han estimado cuántas personas podrán vacunar diariamente con estas entregas de dosis más grandes?
En el mes de mayo, por lo menos debemos vacunar a unas 25.000 personas diarias. Pero en el país tenemos una capacidad para vacunar a entre 60.000 y 80.000 personas al día.
¿Cuándo se podría alcanzar ese ritmo de entre 60.000 y 80.000 vacunados diarios?
Pienso que a finales del mes de mayo.
Otro aspecto de la vacunación es que fuera de Lima avanza de manera lenta. ¿A qué se debe? ¿Qué están haciendo para solucionar esa situación?
Hemos decidido organizar la vacunación de manera descentralizada. La responsabilidad de la vacunación está en las direcciones regionales de salud. Queremos transitar la experiencia que hemos tenido en Lima a los departamentos. Hemos formado grupos de apoyo que están dando asistencia técnica. En Lima la vacunación va mejorando, gracias al apoyo de los Gobiernos municipales.
¿Debe discutir el siguiente Gobierno la posibilidad de integrar todo el sistema de salud?
Es un tema bien importante que nos ha planteado la pandemia. Definitivamente, el sistema de salud ha estado muy fracturado. No solamente porque cada entidad atendía de manera diferente o dispersa, sino también porque encontramos gestiones diferenciadas. Por ejemplo, EsSalud tiene centros de telemedicina y acceso online a historias clínicas. El Ministerio de Salud, en cambio, aún tiene historias clínicas en papel. La pandemia nos ha hecho ver este desbalance. Por eso creo que la integración sería importante.
¿Cuántas personas creen que estarán vacunadas al finalizar el mes de mayo?
Hacia finales de mayo, deberíamos tener de 3,5 a 4 millones de dosis aplicadas.
¿Planean lanzar una nueva versión del programa Reactiva Perú antes de que acabe su gestión? ¿Habrá un nuevo bono?
Todavía no lo hemos discutido. En el caso de Reactiva Perú, lo que hemos hecho son ajustes a la reprogramación de los pagos, ya que la situación económica ha limitado que las personas puedan cumplir con los créditos otorgados el año pasado. Tampoco [hemos ]discutido] los bonos. Estamos orientados a desarrollar, con las propias personas, una estrategia de convivencia. Las personas quieren trabajar y están saliendo a trabajar. Lo que tenemos que hacer es buscar mecanismos para que puedan hacerlo con protocolos sanitarios que impidan los contagios. Estamos consultando con especialistas cómo diseñar estrategias para una convivencia segura en un contexto de pandemia.
La falta de plantas de oxígeno ha sido una falencia del Estado en la segunda ola. ¿Cuántas planes de oxígeno han instalado en lo que va del año? ¿Cuántas instalarán en los siguientes meses?
Cuando empezamos la gestión, teníamos 63 plantas de oxígeno. Hoy tenemos 195. Todavía resulta insuficiente. Por eso hemos destinado un monto de poco más de S/ 60 millones para la adquisición de al menos 20 plantas de oxígeno adicionales. Estos recuros los hemos asignado al Proyecto Legado de los Juegos Panamericanos Lima 2019. Esta es una unidad ejecutora que nos permite agilizar procesos para adquisiciones. Ellos nos han planteado que podríamos tener las plantas dentre de 30 a 45 días aproximadamente.