Colombia se sumó a la lista de países que autorizaron la compra de vacunas a privados. Las farmacéuticas que proveen de dosis al país ya cerraron las puertas para la venta, pero hay un mercado secundario que se está moviendo. Empresarios advierten que aún no es claro cómo, cuándo y cuántas dosis se podrían adquirir.

Una red de distribuidores a nivel mundial avanza en una serie de negociaciones con empresarios de varios países para la compra de vacunas contra el Covid-19. A medida que se adelantan los planes de inmunización y se anuncian nuevos envíos de las farmacéuticas, varios intermediarios construyen un negocio secundario que prevé entregar millones de dosis al mejor postor. En este escenario, Colombia ya hace fila, pese a la incertidumbre jurídica y normativa a la que aún se enfrentan los privados.

Tras la expedición de la Resolución 507, mediante el cual el Ministerio de Salud dio vía libre para que las organizaciones adquieran, distribuyan y apliquen vacunas en el territorio nacional, empresarios de todo el país se han volcado al mercado internacional para explorar algunos posibles acuerdos que les permitan comprar dosis para sus trabajadores. En las últimas dos semanas, les ha tocado ceñirse a las nuevas circunstancias del mercado luego de que tres farmacéuticas confirmaran que no venderán sus vacunas a privados.

Argumentando que se están priorizando los biológicos disponibles para los acuerdos de suministro celebrados con los gobiernos y las instituciones de salud, los anuncios de empresas como Pfizer, Sinovac y AstraZeneca han cambiado el panorama del negocio, generando una preocupación entre los empresarios.

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El lío de fondo obedece que la Resolución que expidió el Gobierno Nacional obliga a que se deben realizar negociaciones netamente con farmacéuticas y no intermediarios. Esto ha frenado, incluso, algunos planes de compra de vacunas, pues hay empresas que adelantan conversaciones con otros actores del mercado que se han sumado a la discusión.

“Tenemos un grupo grande de empresas que han manifestado ya mismo empezar con esas adquisiciones. Sin embargo, el decreto presidencial como está nos imposibilita comprar vacunas que no sea directamente con las farmacéuticas”, le dice a Forbes Nicolás Posada, director del Comité Intergremial de Antioquia. “Por ahora no está contemplado en el decreto la compra a intermediarios, pero se sigue trabajando en mesas técnicas para abrir esas oportunidades”.

Pese a que hoy hay restricciones regulatorias y retos en materia logística, en esta búsqueda, en la que ya se han sumado grandes y medianas empresas, se viene construyendo un mercado secundario de reventa de vacunas compuesto por distribuidores, intermediarios y fondos de inversión, que desde el año pasado invirtieron en el desarrollo de las dosis y tienen derecho a las mismas. Aunque no hay una cifra exacta de cuántas vacunas se podrían tener en ‘stock’, fuentes cercanas al proceso le explicaron a Forbes que se estaría hablando de un mercado global de más de 10 millones de dosis.

Empresarios estarían ineresados en 3 millones de vacunas.

“Los fondos de inversión han sido los primeros que se han acercado. Hay lotes de vacunas en cantidad, pero todo dependerá de la que se pacte en las negociaciones y lo que diga el Gobierno”, le explica a Forbes una fuente muy cercana al proceso, que pide no ser citada. En este momento, según dice, varios empresarios, gremios y asociaciones estarían trabajando para que se logre un pacto colectivo, que permita materializar un acuerdo de compra de por lo menos 3 millones de dosis.

El negocio

Una encuesta de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) revela que hay más de 600 empresas interesadas en comprar vacunas para sus trabajadores. De este total, hay por lo menos 50 que estarían adelantando conversaciones y con un amplio interés en estas adquisiciones. Forbes conoció que en este listado se encuentra Ecopetrol, Tecnoglass, Alpina, Alquería, Enel, Rappi, y las empresas de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, entre otras, que ya han expresado su deseo por comprar los biológicos para complementar el plan de inmunización.

“Es una ventaja para el país que podamos darle mayor velocidad al proceso de vacunación y que continuemos con la reactivación de manera segura”, añade Bruce Mac Master, presidente de la Andi. “La posibilidad de apoyo por parte del sector empresarial hay que verlo como un refuerzo al trabajo que hace el gobierno, la mejor estrategia para seguir adelante es que todos apoyemos la vacunación”.

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Con la negativa de las farmacéuticas, y la oferta de los intermediarios, hay empresarios que se han bajado del bus a la espera de unos ajustes a la Resolución que expidió el Gobierno. Otros, por el contrario, continúan adelantando conversaciones en este mercado secundario, en el que también hay un panorama incierto debido a los altos costos de las dosis, la logística y los permisos que deberían tener para usar algunas vacunas.

Según pudo conocer esta revista, no solo se estarían adelantando negociaciones con fondos de inversión, sino además con Janssen y Moderna. Asimismo, varios privados estarían interesados en comprar las vacunas que tiene la empresa de envases Scalpi, el único intermediario que ha confirmado su interés de venderle a las firmas colombianas.

Hoy, por ejemplo, tienen un cupo disponible de 5.5 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V, pero no las pueden vender por la falta de autorización del Invima. En la Resolución del Ministerio de Salud se estableció que los biológicos que compren los empresarios deberían tener el aval de la autoridad sanitaria, por lo que dicho lote está a la espera de que se le otorgue la licencia.

“No entendemos por qué no se ha dado la autorización, porque es una vacuna que está aprobada en más de 60 países”, le dijo hace unos días Andrea Ariza, vicepresidenta financiera de Scalpi, a Noticias Uno. “Hay una disponibilidad, que puede ser cumplida en un periodo corto, que va entre cuatro y seis semanas”.

Más de 600 empresas en Colombia están interesadas en comprar vacunas.

A la incertidumbre sobre el uso de este tipo de vacunas, la logística de importación y los altos costos, que estarían entre US$60 a US$75 por dosis, se suma las cláusulas que tendrían que asumir los empresarios en caso de reacciones adversas por las dosis que se apliquen. Este punto no tiene muy contentos a los privados, por lo que piden el acompañamiento del Gobierno para todo este proceso.

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Hoy, varios empresarios de la región adelantan conversaciones en el mundo con el objetivo de llevar a sus países vacunas para sus trabajadores y familiares. En la región, México, Argentina y Brasil ya dieron vía libre para que se puedan adquirir esas dosis, por lo que los privados en Colombia aseguran que es momento para que el Gobierno Nacional agilice los ajustes al marco regulatorio, y permita acelerar las negociaciones. Esto, debido a que, según le explicaron a Forbes, se estarían vendiendo dichas vacunas al mejor postor.

Los tiempos

María Claudia Lacouture, directora de AmCham Colombia, explica que en la medida que se logren adquirir vacunas se dará una complementariedad del Plan Nacional de Vacunación. El Gobierno estima que los privados podrían empezar a vacunar a partir de la tercera etapa de este plan, por lo que se prevé que, si se cumplen los tiempos y se logran solucionar los cuellos de botella, las primeras aplicaciones empezarían en agosto.

En los próximos meses, más allá de las definiciones, las adquisiciones en el mercado secundario y los pactos que se logren se tendrán que concretar si las compras se harán de manera centralizada o individual. Por ahora, lo único que se conoce es que en este pacto colectivo de las empresas se compraría un lote de vacunas, que llegaría a Colombia para ser distribuida entre las partes que entren a esta bolsa.

Cuenta Posada, del Comité Intergremial de Antioquia, que en todo este proceso se tendrá que definir los costos de las empresas logísticas y las formas como se mantendrá la cadena de frío para las vacunas que lo requieran. Los altos costos en este punto se tendrían que resolver en los próximos meses, pues de fondo de ahí tendría que salir cuánto sería el aporte de cada una de las empresas.

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Se prevé por ahora que para finales de este año varias empresas ya estén inmunizando a sus colaboradores y familiares. Todo dependerá, tal y como explican los empresarios, que se logren solucionar los cuellos de botella, se permita alcanzar la oferta nacional y se abra la oportunidad para comprar no solo a farmacéuticas, sino a fondos de inversión e intermediarios.

“Ya comenzó el proceso de vacunación y de manera paulatina van llegando más dosis al país, se quiere inyectar velocidad en el proceso que traerá beneficio para todos”, concluye Lacouture.