La farmacéutica Procaps es la próxima firma colombiana que aterrizará en Wall Street. La productora de cápsulas convertida en grupo estará en Nasdaq, la bolsa en donde se cotizan las acciones de las empresas más valiosas del mundo.
Contar que Procaps, una empresa basada en Barranquilla, lleva sus cápsulas a más de 50 países, podría causar incredulidad en quienes no dimensionan todo el conocimiento científico y, sobre todo, el gran negocio farmacéutico que soporta a esta compañía.
Algunas de sus plantas emblemáticas están en Sao Paulo (Brasil) con su filial Softcaps o en San Salvador (El Salvador), con su subsidiaria Laboratorios López, pero la de Barranquilla, que fue la primera planta farmacéutica de Latinoamérica aprobada por la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), es la casa matriz y tiene lugar en la Vía 40, una avenida a pocos metros del río Magdalena.
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“Queremos llegar a facturar mil millones de dólares dentro de cinco años”, dijo hace poco Ruben Minski, CEO del Grupo Procaps. “Mi familia fundó Procaps hace cuarenta años y ha sido una farmacéutica integrada bien posicionada para llevar a cabo la consolidación regional”.
En sus inicios, jugaron a su favor las leyes proteccionistas que exigían a las firmas extranjeras fabricar sus medicamentos en el territorio nacional para poder fabricarlos. Les llegaron contratos para fabricarles a multinacionales como Bayer, Roche, Wyeth, Merck, Glaxo-Smithkline y Sanofi-Aventis, aunque un año después de su fundación estaban lanzando su primer producto propio con la marca Dolofen, para el dolor de cabeza.
Hasta al día de hoy operan con un modelo mixto de fabricación por contrato dirigido a negocios -con el que le producen marcas como Dolex y Advil para GSK- y de desarrollo propio dirigido a consumidores, con el que producen y distribuyen antibióticos, vitaminas y distintos tipos de medicamentos.
Cargando ese legado que su familia fundó en 1977, Ruben Minski apareció hace unas semanas en su primera llamada con prospectos inversionistas para anunciar que al fusionarse con Union Acquisition Corp II, una firma con sede en Islas Caimán, hará uso del mecanismo de Empresa de Adquisición con Propósito Especial (SPAC, por sus siglas en inglés), para hacerse pública en la bolsa de Nasdaq en Nueva York a partir del tercer trimestre de 2021 bajo el símbolo ‘PROC’.
Desde ese momento se supo que Procaps facturó US$388 millones en 2020 y aspira elevar sus ingresos a US$436 millones en 2021.
“Union ya está listada en Nasdaq. Hay un fenómeno de mucho dinamismo de las SPACS, en el último año ha habido más SPACS que IPOs y Nasdaq se ha posicionado como una de las bolsas donde hay mejores condiciones”, le dijo a Forbes el CFO de Procaps Sergio Mantilla. “Parte de nuestro ADN de innovación, esa gran característica, nos hace muy compatibles con Nasdaq”.

Esta será la primera transacción SPAC en América Latina, que tendrá una inversión de capital privado dentro de acciones públicas, conocida como PIPE. Esto significa que llegan a la operación 100 millones de acciones ordinarias comprometidas, las cuales serán adquiridas por Alejandro Weinstein, un emprendedor en la industria de salud radicado en Londres.
“Esta operación representa un hecho relevante en la historia de Latinoamérica y ratifica nuestro compromiso en asesorar a nuestros clientes en transacciones que impulsan su crecimiento a través de estrategias roll-up en la región”, expresa Felipe Pérez, quien es socio y head de banca de inversión de BTG Pactual, que fue el agente único colocador en el PIPE y asesor financiero de Union Acquisition en la fusión.
Rubén Minski contó que una salida a bolsa es algo que había venido pasando por su mente desde 1993. No obstante, este camino se empezó a materializar en 2017, cuando la IFC decidió invertir y tener una participación accionaria en el Grupo Procaps.


“La entrada como accionista del IFC nos puso en un siguiente nivel en términos de prácticas, desde ese momento nos hemos venido preparando en todos los frentes”, cuenta Mantilla. “En los últimos meses hemos venido asesorándonos para cumplir con todo lo que se requiere en esta nueva etapa, vienen retos para el relacionamiento con los inversionistas y para el manejo de la compañía, es una dinámica diferente”.
Para Procaps, la fórmula del éxito tiene forma de una cápsula blanda que contiene una película externa de gelatina y en su parte interna contiene un líquido con el activo con el fundamento terapéutico.

De las tecnologías que han desarrollado sobresalen Unigel, una cápsula blanda que en su interior tiene una tableta u otra cápsula; G-tabs, que recubre tabletas grandes con gelatinas para que sean digeribles; Softgel, que está formada por dos películas de gelatina que contienen un principio activo líquido o semisólido; Chewgels, masticables para niños y Versagel, que permite producir cápsulas blandas libres de derivados de origen animal, la cual tiene auge en el mercado vegetariano o en países donde buscan este tipo de alternativas por principios religiosos.
“Procaps ha protegido a su fuerza laboral en medio de la pandemia y ahora le está apuntando a aumentar sus exportaciones gracias al Plan Vallejo Express, desde la ciudad de Barranquilla trabajan intensamente para proteger empleo, aumentar inversión y aumentar exportación”, sostuvo el presidente de Colombia Iván Duque durante una transmisión televisiva originada desde la sede de la compañía.
De las unidades de negocio, las que más aportan ingresos son Farma, que formula, manufactura y comercializa medicamentos de prescripción médica (32 % del total) y Softigel, que es la que fabrica las cápsulas blandas para terceros (29 %). Algunos de sus competidores en cápsulas blandas son Catalent, con sede en Nueva Jersey (Estados Unidos) y Patheon, de Ámsterdam (Holanda).
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Clinical Specialties, que desarrolla, manufactura y comercializa medicamentos de alta complejidad para uso de hospitales, representa el 17 % del negocio; Vital Care, que desarrolla, manufactura y comercializa medicamentos de venta libre, es el 16 % y Diabetrics, que brinda soluciones para la diabetes, es el 6 %.

“Procaps es un tesoro para Barranquilla”, refiere la directora de Probarranquilla Ana María Badel. “Es un gran respaldo para la venta de ciudad en el frente de inversión, es una muestra de la talla que tiene este territorio para trabajar de la mano con el sector privado, verla crecer y apoyar sus proyectos nos llena de orgullo. Nos ha dado grandes alegrías, con cada uno de sus logros alcanzados a nivel nacional e internacional, sin olvidar el gran empleador que es para nuestros ciudadanos, es una empresa que los barranquilleros admiran y quieren trabajar sin duda”.
El CEO de Procaps no figura mucho en la escena pública, pero ha sido uno de los mayores promotores de Endeavor, la red de emprendimiento de alto impacto, en la que tiene un asiento como miembro de la junta directiva nacional; también de la Fundación Procaps, que hace intervenciones en comunidades vulnerables y además ha sido miembro del consejo asesor de la agencia de promoción de inversión Probarranquilla.
Rubén Minski, que es ingeniero químico de la Northeastern University e hizo un programa en la Universidad de Harvard, ha dedicado su vida a Procaps, como presidente de la empresa desde sus orígenes hace 43 años.
Bajo su liderazgo, el grupo hecho las adquisiciones de Laboratorios López y Biokemical en El Salvador; de Rymcomedical -este es un fabricante de jeringas que ha jugado un rol clave durante la vacunación del Covid-19- y de la solución oftalmológica Eye Zul, ambas en Colombia.
De acuerdo con la documentación radicada ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), la familia Minski aún está conservando el 69 % del Grupo Procaps y después de la salida a bolsa se quedará con el 52 % de la compañía.
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