La ratificación de Costa Rica deja cuatro países de la región como miembros de la Ocde, que ya contaba con Chile, México y Colombia dentro de la organización.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) anunció hoy que Costa Rica completó el proceso de adhesión y se convirtó formalmente en el miembro número 38 del organismo, así como el cuarto país de América Latina y el Caribe en adherirse, después de México, Chile y Colombia.
“Estamos encantados de dar la bienvenida a Costa Rica a la familia de la Ocde en un momento en que el multilateralismo es más importante que nunca. Nos ha impresionado que el compromiso interpartidista que presenciamos durante el proceso de adhesión haya continuado en la fase de ratificación, a pesar de la pandemia”, dijo el secretario general de la Ocde, José Ángel Gurria.
Por su parte, el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, aseguró que “esta es una lección extraordinaria, una lección de país en medio de una pandemia”, y destacó que la nación concluyó este proceso a base de acuerdos “entre diversos partidos políticos y el impulso a lo largo de tres Gobiernos“.
Los países miembros invitaron formalmente a Costa Rica a unirse a la organización en mayo de 2020, tras un proceso de adhesión de cinco años durante el cual se sometió a revisiones técnicas en profundidad por parte de 22 comités del organismo e introdujo importantes reformas para alinear su legislación, políticas y prácticas con los estándares de la Ocde, conocido como el club de buenas prácticas económicas a nivel global.
Lea también: PIB de la Ocde reportó un crecimiento de 0,3% en el primer trimestre del año
Dichas modificaciones incluyeron una reforma integral de la política de competencia y su aplicación, un rediseño del sistema nacional de estadísticas, la introducción de la responsabilidad penal de las personas jurídicas por el soborno en el extranjero y el establecimiento de un registro de accionistas para garantizar la transparencia fiscal, agregó la información.
“Esto refleja la importancia de trabajar juntos para diseñar y aplicar mejores políticas, y Costa Rica representará sin duda un nuevo faro para la Ocde en la región”, agregó Gurria.
Todos estos procesos ya ha generado beneficios a Costa Rica, entre los que se cuentan una ley actualizada contra el cohecho, una normativa moderna de gobierno corporativo, una reforma tributaria y mecanismos de mejora educativa, así como otros asuntos que eran parte de las mejoras exigidas por el organismo internacional, según comentó Alvarado.
Lea también: “Este ha sido uno de los años más duros para el país”: presidente de Costa Rica a Forbes
En 2018, la Ocde realizó estudios para analizar la economía costarricense como parte del proceso de adhesión del país. Si bien se destacaba que había logrado fuertes niveles de bienestar, las conclusiones reflejaron que la nación aún podía alcanzar un crecimiento más sólido y una mayor difusión de sus ganancias para poner en marcha un “círculo virtuoso” de crecimiento inclusivo.
Para lograrlo, la organización puntualizó la necesidad de reformas en términos de equidad y mejoras de la productividad, así como reequilibrar el gasto hacia la educación infantil y secundaria y enfocarse hacia metas de política de resultados, respaldadas por indicadores de desempeño.
A su vez, la Ocde resaltó que las políticas para reducir la informalidad del mercado laboral debían continuar, incluyendo una mayor aplicación de las obligaciones de pagar las contribuciones a la seguridad social y un paso gradual hacia un número menor de salarios mínimos.
El organismo también puntualizó la necesidad de un paquete de reforma fiscal integral para detener el rápido aumento de la relación deuda / PIB, incluyendo medidas para aumentar los ingresos fiscales y frenar el gasto, fortalecer el marco presupuestario con una nueva regla fiscal operativa y restringir las asignaciones.