La inflación es el impuesto silencioso que todos pagamos pero que resulta más costoso para los más vulnerables. Por esto, preocupa mucho el dato de mayo y es indispensable encontrar salidas al paro.
La inflación es el impuesto silencioso que todos pagamos pero que resulta más costoso para los más vulnerables.
Por esta razón, preocupa tanto el dato de inflación del pasado mayo, en donde se alcanzó una variación mensual de 1,0%, un registro que no se veía para este mes desde hace más de 20 años, cuando la inflación se ubicaba por encima del 10% en términos anuales frente al 3,3% que registró en mayo pasado, y que se explica en un 80% por el incremento en los precios de los alimentos, un golpe adicional para aquellos con menores ingresos.
El grupo de alimentos registró una variación mensual de 5,3% en mayo, un dato histórico, que no se registraba en este grupo desde el 98, cuando el país sufría un Fenómeno de El Niño. Ni siquiera en 2015-2016 cuando el país enfrentó simultáneamente otro Fenómeno de El Niño y unas extensas jornadas de paro, observamos incrementos mensuales en los alimentos de esta magnitud.
Lea también: Bloqueos en Colombia elevan a una cifra histórica la inflación de alimentos
La inflación para la población de menores ingresos, en donde los alimentos pesan tres veces más que para los de mayores ingresos, pasó de 2,1% en abril a 3,8% en mayo, mientras que para los ingresos más altos el incremento fue de menos de la mitad, pasando de 1,5% a 2,37%. Si además de la pérdida de poder adquisitivo por un mayor aumento de los precios para los vulnerables, analizamos la reducción en sus ingresos debido a la pandemia, la situación es especialmente dura para esta población.
La buena noticia es que este choque es temporal y fácil de controlar si se da una pronta solución a los bloqueos y cierres que redujeron de forma considerable el abastecimiento y la cadena logística del país. La capacidad productiva agrícola del país, aunque ha sufrido, no se ha visto tan afectada como en los períodos con condiciones climáticas adversas y lo que se ha visto es más un tema de movilidad de productos a los centros urbanos.
Siga aquí toda la información de economía y finanzas en nuestra sección especializada
En los últimos días de mayo, con el desbloqueo de algunas vías y la implementación de corredores humanitarios para el tráfico de bienes de primera necesidad, se observó un incremento importante en el abastecimiento de alimentos en la mayor parte del país, aunque aún con importantes retos en la zona suroccidental.
Esto ha generado una normalización de los precios de la mayoría de productos agrícolas, que aunque no se ha transmitido del todo al consumidor, si debería verse reflejado en los próximos días y de la misma manera como observamos un rápido crecimiento en precios veríamos un importante retroceso en los próximos meses.
Sin embargo, la incertidumbre frente a la extensión y magnitud del paro nacional sigue siendo alta. Con el paso de los días, el deterioro sobre el tejido empresarial y productivo es mayor, lo que a futuro, además de deteriorar la economía y los indicadores sociales, podría traer mayores presiones inflacionarias, diferentes a las relacionadas con el abastecimiento, que nuevamente tendrán un mayor impacto sobre los más vulnerables.
Con lo cual, es indispensable acelerar la construcción de consensos entre el Gobierno Nacional y la sociedad civil que sirvan para consolidar una recuperación económica y social sostenible en favor de aumentar el bienestar de toda la población.
Contacto de la autora:
LinkedIn: María Paula Castañeda*
Correo: [email protected]
*La autora es economista de la Universidad Javeriana y analista económica de Bbva Research para Colombia.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.