La falta de camas en hospitales y un aumento en los contagios en las últimas dos semanas en la zona metropolitana provocaron el nuevo confinamiento.
Las autoridades sanitarias chilenas confinaron por tercera ocasión desde el inicio de la pandemia de COVID-19 a la Región Metropolitana de Santiago debido a un aumento en los contagios y falta de camas en las unidades de cuidado intensivo a pesar de las altas tasas de vacunación.
La medida solo cambia el estatus de 11 comunas de 52 en la región que habían salido de la cuarentena mientras las otras seguirán confinadas, y es la tercera vez desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020 que toda la zona metropolitana entra en confinamiento a la vez.
La subsecretaría de Salud Pública, Paula Daza, dijo en una conferencia de prensa que la falta de camas en hospitales y un aumento en los contagios en las últimas dos semanas en la zona metropolitana provocaron el nuevo confinamiento.
“Si bien en nuestro país hemos visto cierta estabilización de los casos y en algunas regiones tendencias positivas, la Región Metropolitana nos preocupa de mayor manera por la cantidad de habitantes y las camas críticas”, señaló Daza.
Peligro de colapso sanitario
Según el último informe del ministerio de Salud, se registraron 7.716 contagios nuevos de COVID-19 en Chile en las últimas 24 horas, la mitad de ellos en la Región Metropolitana.
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Mientras el índice de posibilidad a nivel nacional es de 9%, en la región de Santiago alcanza el 12%, más del doble de la tasa de positividad inferior al 5% durante dos semanas seguidas que establece la Organización Mundial de la Salud para dar por controlada la pandemia.
La tasa de ocupación de camas en unidades de cuidado intensivo (UCI) en la región es de 98% y la gran mayoría de las mismas están ocupadas por pacientes que no han sido vacunados o que no han completado su inoculación.
A nivel nacional, de las 4.513 camas UCI habilitadas en todo el país solo quedan 182 camas disponibles, y el 85% de los pacientes internados en la UCI no ha completado su vacunación, dijo el subsecretario de Redes Asistenciales, Alberto Dougnac.
La disponibilidad de camas, señaló Daza, es uno de los “elementos importantes” que han tomado en cuenta las autoridades para confinar la Región Metropolitana debido a que podrían necesitar más espacio con la llegada de las bajas temperaturas del invierno austral que lleva a las personas a encerrarse en espacios con poca ventilación.
Las vacunas no han detenido aún los contagios
Este nuevo confinamiento ocurre a pesar de que Chile es el país Latinoamérica que más porcentaje de su población ha vacunado y uno de los primeros en el mundo.
Según datos oficiales, 8,6 millones de personas ya están completamente inoculadas en el país (57% de su población objetivo) con alguna de las cuatro vacunas que se administran: Sinovac , Pfizer AstraZeneca y Cansino (esta de una sola dosis).
Pero Daza enfatizó que la vacuna es solo una herramienta contra la pandemia, no la solución a esta.
“Quiero recordarles que la inmunidad se obtiene 14 días después de la vacunación, de la segunda dosis, y que la vacuna es una herramienta más para prevenir enfermar gravemente, pero al autocuidado será siempre lo más importante”, dijo la funcionaria.
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“Es importante que todas las personas se sigan cuidando, adoptando todas las medidas de autocuidado como son la ventilación, el lavado de manos frecuente, el uso correcto de las mascarillas y el distanciamiento físico”, agregó.
Expertos dijeron que un conjunto de factores desde socioculturales -como la fatiga pandémica y el poco cuidado- a malas decisiones políticas mantienen una alta circulación viral y el aumento en los contagios no tiene que ver con la eficacia de la vacunas aplicadas.
“Si no estuviéramos vacunados…la complejidad actual sería catastrófica”
“Hay una dualidad de factores que confluyen. No podemos hablar de que las vacunas tienen poca efectividad, todo lo contrario: Si no estuviéramos vacunados probablemente la complejidad actual sería catastrófica”, dijo César Cortés, emergenciólogo del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.
“Lo que vemos obedece netamente a la cultura y el comportamiento social dado que las medidas de distanciamiento complementarias a la vacunación se han dejado de lado. Existe demasiado contacto persona a persona en transporte público y espacios de compra”, agregó.
Mientras, la campaña de vacunación sigue a todo vapor y las autoridades se encuentran esta semana inoculando a las personas de entre 22 y 23 años de edad, la semana próxima llegarán hasta los 20 años y la semana que comienza el 21 de junio “partiremos la vacunación de niños, niñas y adolescentes que tienen entre 12 y 17 años”, dijo la subsecretaria Daza.
El nuevo confinamiento implica que las personas solo podrán salir de sus casas dos veces por semana y portando un permiso especial obtenido en línea, pero los vacunados podrán desplazarse con un pase de movilidad dentro de su comuna y hacer deporte al aire libre durante toda la semana.
Mensajes contradictorios
Los comercios y restaurantes no podrán atender público durante el confinamiento y sigue en vigencia el toque de queda entre las 22:00 y las 5:00 horas del día siguiente.
Los expertos han criticado medidas como el pase de movilidad porque dicen que envía un mensaje contradictorio a los ciudadanos que los hace bajar la guardia ante el peligro de contagio.
“Hay una incoherencia a nivel gubernamental entre los intereses económicos por sobre los intereses de la salud pública (…). Hay una dualidad ahí que es poco coherente y que tiene repercusiones”, dijo Bárbara Gutiérrez, especialista en salud pública de la Universidad Diego Portales.
“La medida (del pase de movilidad) no es mala en sí misma, pero el momento en que se implementó es nefasto porque veníamos con un alza de los casos sostenidos en el tiempo”, opinó.
FORBES STAFF / AGENCIAS