El anticuerpo, denominado W25, es capaz de neutralizar las variantes Alfa, Beta y Gamma del coronavirus, uniéndose fuertemente a su proteína de espícula (spike).

Una empresa alemana de biotecnología adquirió una licencia para comercializar internacionalmente con fines de investigación un anticuerpo de alpacas desarrollado por científicos chilenos capaz de neutralizar las variantes Alfa, Beta y Gamma del SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19.

El anticuerpo, denominado W25 y proveniente de una alpaca chilena llamada “Buddha”, fue desarrollado por científicos de la Universidad Austral de Chile (UACh) en abril de 2020 y estudios llevados a cabo junto a investigadores de la Universidad de Queensland (Australia) mostraron que es capaz de neutralizar las variantes Alfa, Beta y Gamma del coronavirus, uniéndose fuertemente a su proteína de espícula (spike).

El investigador Alejandro Rojas, jefe de Laboratorio Biotecnología Médica de la UACh, explicó que el desarrollo de anticuerpos de origen camélido no es nuevo -la tecnología lleva más de dos décadas- y que se han utilizado alpacas chilenas para elaborar anticuerpos contra otros virus peligrosos para el ser humano como el Hanta, el Hendra y el Nipah.

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Rojas explicó que las alpacas “tienen anticuerpos que son muy simples y que nos permiten extraer la información genética para poder después producirla en nuestro laboratorio de forma sintética e ilimitada”.

Un “regalo de la naturaleza”

“Por lo tanto, esta tecnología ha sido empleada por nuestro laboratorio, desde un inicio, para la lucha contra virus emergentes, tanto en el lado del diagnóstico, y hoy día también en herramientas que pretendemos desarrollar en el ámbito terapéutico”, agregó.

Rojas explicó que el anticuerpo W25 podría utilizarse en terapias de emergencia para proveerles anticuerpos de manera inmediata a personas contagiadas con COVID-19 que no se han vacunado, que son inmunodeprimidas o a niños y niñas que no han sido inoculados.

Para explicar cómo funciona, utilizó el caso del expresidente estadounidense Donald Trump, quien se contagió de COVID-19 en octubre de 2020, fue tratado con un cóctel de anticuerpos experimental elaborado por la empresa estadounidense Regeneron y regresó a la Casa Blanca tras pasar tres noches en el hospital.

“¿Qué paso entre medio, que él salió de la Casa Blanca y volvió a la Casa Blanca? Fueron ocho gramos de anticuerpos humanos y de ratón humanizados. Ese fue el tratamiento de Donald Trump. Lo que hemos generado hoy día es un anticuerpo idéntico, muy parecido al que se le administró a Donald Trump, pero chileno, hecho por nosotros, y con los derechos para poder producirlo desde Chile para Chile”, dijo Rojas en una entrevista con la TV La Red.

“Estamos en presencia de una tecnología implementada en Chile a través de un regalo de la naturaleza que son los camellos latinoamericanos y que podría dar muchos frutos si es que contamos con los apoyos necesarios para poder implementarlos en terapias y entregarlos a la comunidad”, agregó Rojas.

Falta financiación del Estado

La investigación de Rojas y su equipo recibió una financiación de 200 millones de pesos chilenos (unos 282.000 dólares) del Gobierno regional de Valdivia (sur), pero aún se necesitan entre dos a tres millones de dólares para desarrollar la terapia con anticuerpos y los estudios clínicos.

El Gobierno de Chile no ha provisto financiación para la investigación a pesar de que el equipo la ha solicitado desde hace más de un año.

Según Rojas, si desde el año pasado ya hubiesen hallado financiación para desarrollar la terapia y los ensayos clínicos a estas alturas el tratamiento se estaría utilizando en los pacientes de COVID-19.

Con la venta de la licencia para la comercialización de los anticuerpos a nivel internacional a la alemana NanoTag Biotechnologies, la UACh podrá destinar parte de esos fondos al desarrollo de una terapia con anticuerpos.

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“Nos interesa sobremanera que esta innovación siga su desarrollo hacia una aplicación con potencial terapéutico en Chile y donde sea necesaria”, dijo a Forbes en Español el director de Desarrollo e Innovación y coordinador de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento de la UACh, Germán Rehren.

Anticuerpos al servicio de la comunidad

El contrato de NanoTag Biotechnologies con la UACh permitirá a la empresa alemana comercializar y distribuir internacionalmente el anticuerpo W25 para quienes quieran utilizarlo con fines de investigación.

La UACh no reveló el monto del contrato porque “los términos en que la tecnología fue transferida están sujetos a confidencialidad, lo que es habitual en este tipo de transacciones”, dijo Rehren.

“Respecto del destino de los fondos, efectivamente, los beneficios económicos que recibe la Universidad por concepto de licencias se distribuyen de acuerdo a la Política de Propiedad Intelectual de la Institución y una parte de ellos se usan para seguir fomentando la investigación, el desarrollo y la innovación”. agregó el funcionario universitario.

Rojas, por su parte, expresó que espera seguir comercializando los anticuerpos de alpaca “porque tenemos muchos otros anticuerpos que nos gustaría también, en algún futuro, poner a disposición de la comunidad científica alrededor del mundo”.