Cuando hay que buscar de dónde obtener más recursos, que los ricos paguen más siempre es una opción en Colombia y otros lugares del mundo. Cómo y en qué ponerlos a pagar más es el centro del debate. Forbes presenta cifras de la Dian sobre lo que aporta este grupo en tributos.
Son días de crisis e incertidumbre en Colombia, pero también de oportunidades. En medio del descontento social contra las políticas del Gobierno Nacional, el Ejecutivo intenta construir consensos que le permitan aprobar una reforma tributaria tras un primer intento fallido que, a su vez, fue uno de los detonantes del paro nacional que arrancó el 28 de abril.
Entre lo que se ha conocido de los puntos en los que se lograrían mayores acuerdos para una próxima reforma, hay consenso en que tanto las empresas como los ricos paguen más. Mucho se habla de los ricos y de que estos deben ser más solidarios en momentos de crisis, por lo que conocer cuánto aportan en tributos en Colombia es uno de los puntos importantes a resolver en esta discusión.
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Las cuentas de la Dian
A la pregunta de cuál es el aporte del 1 % más rico en el impuesto de renta para personas naturales en Colombia, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) le dijo a Forbes que este grupo participa con el 38,3 % del total del recaudo del país en el impuesto en mención.
Teniendo en cuenta que en números aproximados -según datos del Ministerio de Hacienda-, lo que recauda el país al año en imporrenta de personas naturales es de $13 billones, el 38,3 % que aporta el 1 % de mayores ingresos equivaldría a casi $5 billones anuales del total de ese recaudo. En este punto hay que mencionar que, aunque la información del monto específico se le solicitó a la Dian, esta no fue entregada por la entidad.
Antes de continuar, es preciso mencionar que la Dian le explicó a Forbes que, de acuerdo con la información con la que ellos cuentan, “no se puede determinar quiénes son el ‘1 % más rico’, por lo que nuestras respuestas estarán determinadas de acuerdo con el ingreso reportado por los contribuyentes en las declaraciones de renta”.
La entidad añadió que “la determinación de la participación del 1 % con mayor ingreso en el impuesto de renta y complementario de personas naturales, se realiza a partir del impuesto a cargo, el cual está directamente relacionado con la renta líquida gravable”. En otras palabras, los datos de la Dian se refieren al 1 % de la población que reporta mayor nivel de ingresos en sus declaraciones de renta, pero hay que tener presente que no necesariamente todos los ricos tienen su residencia fiscal en el país o tributan en Colombia.
Por otro lado, la entidad explicó de qué tipo son los ingresos declarados del 1 % “más rico” y por cuál se recauda más. Así las cosas, comentó que “el mayor porcentaje del valor de las rentas líquidas del 1 % de la población con mayores niveles de ingresos declarados, se encuentra en la renta líquida de trabajo con el 50,9 % (de participación)”.
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A lo anterior le siguen las ganancias ocasionales con 19,8 % de participación en el recaudo, así como las rentas líquidas no laboral (12 %), de capital (9,8 %), de dividendos (6,6 %), gravable (0,8 %) y de pensiones (0,1 %).
Otro de los datos que compartió la entidad a Forbes está relacionado al impuesto al patrimonio que paga el 1 % de los que reportan mayores niveles de ingresos. Hay que recordar que dicho tributo fue creado de manera temporal en 2003 y se ha ido extendiendo hasta este año, pero se ampliaría por unos años más en la próxima reforma.
“De los contribuyentes que, de acuerdo con el impuesto a cargo, pertenecen al 1 % ‘más rico’ de los declarantes del impuesto de renta para personas naturales, se encuentra que el 12 % de este grupo pagó impuesto al patrimonio en el año gravable 2019”, explicó la Dian.
Al distribuir por dirección seccional o territorio, los mayores aportes que se realizan al recaudo del impuesto al patrimonio pagado por el “1 % más rico” se hacen en: Bogotá (56,37 %), Medellín (15,79 %), Cali (8,92 %), Bucaramanga (3,58 %) y Barranquilla (2,43 %).
“En el consumo de bienes de lujo y servicios donde las élites consolidan su capital social (colegios y universidades de élite, clubes sociales, etc.) son rubros donde mayores tarifas son convenientes”.
Javier Mejía, PhD en economía y profesor asociado de la Universidad de Nueva York en Abu Dhabi.
Previo a conocer la visión de los expertos vale decir que, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) con cálculos del Ministerio de Hacienda, mientras una persona con ingreso promedio mensual de $6 y $8 millones en Colombia tiene una tarifa efectiva del impuesto de renta de 2 % y 5 %, respectivamente, en América Latina el promedio es de 17 % y 19 % para cada caso.
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Para aquellos con un ingreso promedio mensual de $42 millones, la tarifa que asumen en Colombia es de 17 %, mientras que en el promedio de América Latina es del 27 %, en Estados Unidos es del 35 % y en España aumenta al 41 %. De allí una de las razones por las que se pide revisar las tarifas en renta de personas naturales que los asalariados pagan en el país, pues estas son inferiores al promedio de la región.
Al ver otros datos, Colombia es el país de la Ocde que menos recursos obtiene a través del impuesto de renta de personas naturales. Por ejemplo, Colombia recauda 1,2 % del PIB (2019) en ese impuesto, mientras que pares de la región como Chile o México recaudan 1,4 % y 3,4 % del PIB cada uno.
La visión de los expertos
Aunque hay que tener claro que hacer el sistema tributario más progresivo no significa que toda la carga se enfoque en la población con mayores recursos, sino que cada persona aporte según sus ingresos, vale revisar junto a expertos cómo y en qué se podría poner a pagar impuestos a los más ricos en Colombia, que es donde más consensos hay para una nueva tributaria.
María Fernanda Valdés, PhD en economía y coordinadora para la Friedrich Ebert Stiftung en Colombia, explicó que son tres puntos fundamentales a tener en cuenta: aumentar tarifas en rentas no laborales y de capital, porque las personas con más capacidad de pago no reciben sus ingresos de rentas laborales sino de las mencionadas; disminuir los beneficios tributarios a los que se puede aplicar y fortalecer medidas antielusión y antievasión.
Teniendo en cuenta esos tres puntos, una propuesta alterna a la tributaria desarrollada por las universidades Javeriana, Externado, Rosario, Los Andes y la Friedrich-Ebert-Stiftung en Colombia dice que se podrían recaudar $11 billones de los grupos con mayores ingresos en el país. Para Martín Jaramillo, consultor empresarial y docente universitario de economía, entre las herramientas que tendría el país para que las personas con mayores ingresos paguen más tributos están las altas tarifas marginales del impuesto de renta y el impuesto a los dividendos, pero lo más importante, en sus palabras, es modernizar la Dian para que tenga mejor analítica de datos y capacidad de auditoría.
Jaramillo añadió que, “según las exposiciones de la comisión de expertos tributarios, parece que la forma en la que eluden impuestos es a través de personas jurídicas. Eso no se soluciona cambiando tasas”.
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Asimismo, el experto enfatizó en que “el sistema tributario en general no es muy progresivo, pero buena parte de este problema se debe al gasto: en Colombia se gasta mucho dinero en subsidiar pensiones altas, en educación superior de los deciles medio-altos, y se subsidian las viviendas y los servicios públicos por estratos. Por eso, antes que hablar de poner a pagar, es importante enfatizar el gasto, que es (a lo menos) igual de importante”.
“Estudios muestran que un ‘colombiano rico’ tiene 3 veces la probabilidad de evadir que un ‘rico en Escandinavia’, y esto debería cambiar. debería ser reprochado en nuestra sociedad”.
María Fernanda Valdés, PhD en economía y coordinadora para la Friedrich Ebert Stiftung en Colombia.
Como complemento a lo que se ha expuesto hasta ahora, Liliana Heredia, profesora del Departamento de Contabilidad y Finanzas de la Javeriana de Cali y experta en temas tributarios, expuso que tal vez lo más importante es que se empiece a perseguir a los evasores y a los que esconden sus recursos en los denominados paraísos fiscales. En otras palabras, “es indispensable fortalecer la capacidad de la administración tributaria para realizar una fiscalización efectiva”.
No obstante, Heredia añadió que también se podría plantear un incremento a la tarifa del impuesto a rentas de capital, especialmente a las obtenidas por dividendos y similares. Además, dice que se podrían buscar recursos de manera temporal en imposición sobre el patrimonio y hacerlo con tres o cuatro tarifas diferenciadas.
Desde la perspectiva de Javier Mejía, PhD en economía y profesor asociado de la Universidad de Nueva York en Abu Dhabi, “contario a lo que se cree, el 1 % más rico del país no está solo compuesto por grandes capitalistas, sino por trabajadores altamente educados de zonas urbanas”.
Apuestas como las de aumentar el pago de altos dividendos deben estar acompañadas por aumentos en las tarifas a los sueldos y remuneraciones no salariales de dicha élite urbana, en particular, aquellos que gozan de beneficios como las altas pensiones dentro del sistema público. “El consumo de bienes de lujo y servicios donde las élites consolidan su capital social (colegios y universidades de élite, clubes sociales, etc.) son rubros donde mayores tarifas son convenientes”, comentó Mejía.
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Para Carlos Prada, vicepresidente de Anif, hay que hacer más sencillo el sistema tributario en términos generales, revisando las exenciones que existen para tener reglas claras y que los contribuyentes paguen en función de sus ingresos. “No podemos entrar en el espiral perverso de que una parte muy pequeña de la población o las empresas soporten los ingresos tributarios de la Nación. En ningún país del mundo pasa eso”.
Prada también dijo que, aunque hay cosas por mejorar, no es cierto que el sistema tributario actual no sea progresivo. Resaltó que en la modernización de la Dian debería permitirse el acceso a información oficial pública de manera anónima de todos los contribuyentes. Ello permitiría conocer la tributación y revisar qué mejorar.
Otros retos sobre la mesa
Entre los principales desafíos está hacer que las personas de más ingresos en Colombia tributen en el país y no escojan otros territorios como los paraísos fiscales. María Fernanda Valdés aseguró que además de trabajar en convenios con otros países para intercambiar información, hay que enfocarse en crear cultura tributaria.
“Estudios de Javier Ávila y Juliana Londoño muestran que un ‘colombiano rico’ tiene tres veces la probabilidad de evadir que un ‘rico en Escandinavia’, y esto debería cambiar, debería ser reprochado, hoy en día no lo es. Países han avanzado en esto, por ejemplo, Ecuador logró pasar un plebiscito en 2017 que prohibía que funcionarios públicos tengan bienes en paraísos fiscales, medidas así deberíamos tener”.
Para Martín Jaramillo, “la mejor forma de combatir los paraísos fiscales es no teniendo infiernos fiscales. La competencia entre países es legítima. Si la plata tiene mayores rendimientos, menos impuestos y mejores bienes públicos en otros países, no hay nada que podamos hacer”.
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Según Liliana Heredia, “nos quejamos de la corrupción que vemos en el sector público, pero poco se cuestiona la actuación poco ética de muchos ciudadanos o empresarios, y este sería un primer paso: entender que el pago justo de los tributos es parte de nuestra responsabilidad y solidaridad social. Pero es necesario insistir en que los inversionistas no se van de un territorio solo por temas tributarios, pues la competitividad, la seguridad, entre otros, son variables tanto o más importantes que la tributaria a la hora de elegir dónde invertir”.
De acuerdo con Javier Mejía, hay dos alternativas para intentar evitar que se lleven los recursos a paraísos fiscales: penalizar el esconder esos recursos o incentivar reportarlos. “Colombia debe reconocer sus limitaciones y ver la alta movilidad internacional del capital como una oportunidad y no como un perjuicio. Evitar impuestos al patrimonio y concentrarse en sus rentas es un elemento importante a la hora de aprovechar ese tipo de oportunidades”.
Por último, la mayoría de los expertos coincide en que un sistema tributario basado exclusivamente en impuestos a las personas más ricas no es sostenible en el largo plazo ni recaudaría lo suficiente para las necesidades de recursos del país, que bordean los $20 billones adicionales. Se requiere que todos aporten en la medida de sus posibilidades e ingresos, pues de eso se trata: de progresividad.