Elisa Loncón, una mujer del pueblo originario mapuche, lingüista y activista por los derechos indígenas, fue elegida presidenta y prometió luchar por un país plurinacional.

La Convención Constitucional de Chile quedó instalada este domingo y una académica mapuche fue elegida presidenta del cuerpo en una ceremonia que se tuvo que retrasar varias horas debido a enfrentamientos entre manifestantes y policías en el centro de Santiago, que llevaron a un grupo de constituyentes a paralizar la actividad.

Elisa Loncón, una académica del pueblo originario mapuche, lingüista y activista por los derechos indígenas, fue elegida presidenta por mayoría absoluta en segunda vuelta tras haber dominado también la votación inicial.

Al aceptar cargo, Loncón envió un mensaje a los constituyentes en mapudungún (lengua mapuche) y luego en castellano, agradeciendo a quienes “entregaron la confianza y depositaron sus sueños en el llamado que hiciera la nación mapuche para votar por una persona mapuche, mujer, para cambiar la historia de este país”.

“Estamos instalando aquí una manera de ser plural, una manera de ser democráticos, una manera de ser participativos”, agregó, “esta convención…transformará a Chile en un Chile plurinacional, en un Chile intercultural, en un Chile que no atente contra los derechos de las mujeres, los derechos de las cuidadoras, en un Chile que cuide la madre tierra, en un Chile que limpie las aguas”.

LEA TAMBIÉN: Chile inicia histórico proceso constituyente a cargo de sus ciudadanos

Loncón proclamó que haber llegado a presidir el cuerpo que tiene a su cargo escribir la ley fundamental del país “es un sueño de nuestros antepasados” que se hace realidad, y que buscará “establecer una nueva relación entre el pueblo mapuche, las naciones originarias y todas las naciones que conforman este país”.

La constituyente dirigió incluso un mensaje de solidaridad con los pueblos originarios de Canadá, donde desde el pasado mes de mayo se han hallado más de 1.000 tumbas no identificadas de niños indígenas en antiguas residencias escolares gestionadas por religiosos y establecidas a finales del siglo XIX por el Gobierno para borrar la cultura indígena.

Allí los niños eran sometidos a abusos físicos, psicológicos y sexuales. “Es vergonzoso cómo el colonialismo ha atentado y ha atacado el futuro de las naciones originarias. Nosotros somos pueblos solidarios”, dijo Loncón.

Los constituyentes luego eligieron como vicepresidente del cuerpo al abogado constitucionalista Jaime Bassa, del partido de izquierda Convergencia Social.

En su primera propuesta concreta como presidenta de la Convención, Loncón pidió a la entidad aprobar “una petición para amnistiar los procesos de las personas que son prisioneros de la revuelta y del Wallmapu”, en referencia a los presos por hechos relacionados al estallido social de 2019 y por el conflicto por tierras en el territorio habitado históricamente por los mapuches (Wallmapu) en el sur de Chile.

La jornada comenzó con varias manifestaciones en el centro de Santiago, entre ellas una para conmemorar los más de 30 muertos durante el estallido social de octubre de 2019 y los miles de heridos, así como ceremonias de los pueblos originarios.

El ambiente era más bien familiar y festivo pero poco antes de dar inicio la ceremonia a las 10:00 locales se registró un enfrentamiento entre un pequeño grupo de manifestantes y policías, que escaló en una batalla a palos, pedradas y con la intervención de camiones lanza aguas dirigidos a los manifestantes.

Constituyentes dentro de la antigua sede del Congreso Nacional, donde comenzaba la ceremonia, recibieron la información de lo que pasaba afuera, comenzaron a abuchear el himno nacional, a clamar “No más represión” y se negaron a sentarse mientras sonaba el himno.

“Tenemos familiares que han venido a acompañarnos y que están siendo reprimidos por la Policía. En el momento más hermoso de nuestra historia, nuevamente el Estado se comporta pésimo”, reclamó la constituyente Elsa Labraña, de la Lista del Pueblo, un grupo de ciudadanos independientes de izquierdas ligados a las protestas sociales de 2019 que motivaron la convocatoria a elaborar una nueva Constitución.

“Chile cambió y no podemos ser hipócritas. No podemos estar dentro de la Convención haciendo como si no pasa nada mientras afuera la Policía reprime a la gente”, agregó el abogado Daniel Stingo, uno de los 48 constituyentes independientes. “Hay gente que no estaba haciendo nada y fueron reprimidas”. agregó Stingo.

Marcela Cubillos, candidata que representa a la coalición de gobierno, dijo que el problema en la sesión era una “mala señal”.

“No es una señal republicana que la ceremonia más importante de inicio de esta convención, que es un trabajo que tiene que estar marcado por el diálogo, la responsabilidad en el trabajo, se demore más de dos horas y haya grupos que impidan que parta”, dijo la también exministra de Educación.

Tras las protestas de los constituyentes, la relatora del Tribunal Calificador de Elecciones, Carmen Gloria Valladares, quien presidió la inauguración, decidió suspender la ceremonia hasta el mediodía hasta aclarar qué estaba pasando afuera.

ADEMÁS: Chile: economía registra un fuerte crecimiento y podría recuperar el año perdido

“Queremos hacer una fiesta de la democracia y no un problema. Vamos a suspender la sesión”, dijo Valladares.

Una vez los enfrentamientos afuera bajaron de intensidad los trabajos se reanudaron poco después de las 13:00 horas y Valladares les tomó juramento a los constituyentes, quienes aceptaron su cargo a viva voz.

Los constituyentes tienen ahora nueve meses para redactar la nueva ley fundamental, y tres meses adicionales si lo necesitan.

Dentro del proceso constitucional los poderes políticos, controles y equilibrios, derechos y libertades dentro del país están abiertas a discusión, desde el sistema presidencial hasta la autonomía de los territorios donde radican los pueblos originarios.

Existen tres temas fundamentales sobre los que hay consenso y que se discutirán en la Convención pues estuvieron entre los principales reclamos de las protestas durante el estallido social de 2019

  • Derecho a la Educación, mayormente privatizada en la actualidad
  • Derecho a la Salud, mayormente privatizada en la actualidad
  • Reforma al Sistema de Pensiones, privatizado

Otros asuntos que los ciudadanos han reportado como importantes y que se deben discutir en la Convención son la protección del medioambiente, el derecho al agua, la definición de Chile como un estado plurinacional, el derecho a la vivienda, la igualdad entre hombres y mujeres, límites a los términos de los puestos electivos, la composición de la rama legislativa, entre otros.

Los 155 constituyentes electos para la Convención representan a diversos sectores políticos, sociales, culturales y étnicos del país, siendo los independientes los que componen la mayor fuerza dentro del organismo (48).

La dividida oposición de centro y de izquierda cuenta con 53 cupos entre sus dos bloques, mientras que la derecha oficialista tiene 37 y los pueblos originarios 17.

Como ningún sector político obtuvo un tercio de los escaños para bloquear propuestas a la Constitución, los delegados y delegadas están obligados a negociar acuerdos.