Expertos ven cada vez más probable que haya que administrar una tercera dosis de vacunas para mantener la pandemia bajo control.
Chile registró este martes menos de 2.000 nuevos casos de COVID-19 por primera vez desde diciembre de 2020, una señal de que la segunda ola que duró casi tres meses va amainando en el país, que ya tiene vacunados al 72% de su población objetivo.
El número de contagiados en las últimas 24 horas cayó a 1.885 y también disminuyó la cifra de pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos, que fueron 2.728.
La tasa de positividad a nivel nacional -número de casos positivos por casa 100 pruebas PCR realizadas- fue de 4,9%, tras llevarse a cabo más de 33.000 exámenes, y del 5% en la Región Metropolitana, la que alberga la capital.
Importante disminución de contagios
Para comparar este registro hay que señalar que una tasa de positividad inferior al 5% durante dos semanas seguidas es uno de los criterios epidemiológicos que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) para dar por controlada la pandemia.
Las cifras representan una “variación de nuevos casos confirmados a nivel nacional (de) -26% y -43% para la comparación de siete y 14 días respectivamente”, dijo el ministro de Salud, Enrique Paris.
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Mientras tanto, el país avanza en su campaña de vacunación, que ahora se concentra en los adolescentes, y con las miras puestas en asegurarse una tercera dosis si fuese necesario.
El presidente Sebastián Piñera dijo la semana pasada que ya el país tiene la cantidad de vacunas necesarias en caso de que se necesite una tercera dosis y trabaja en contratos para que el suministro continúe en 2022.
Chile ha administrado 17,6 millones de dosis de la vacuna china Sinovac, 4,8 millones de Pfizer, más de 454.000 de la china Cansino y más de 376.000 de AstraZeneca.
Las críticas a Sinovac
Las autoridades se han mostrado satisfechas por el desempeño de la vacuna de Sinovac, a pesar de haber recibido críticas de líderes extranjero y ser objeto de reportajes en medios internacionales que han puesto al país como un ejemplo negativo por utilizar una vacuna de baja efectividad que no le ha permitido controlar la pandemia.
“Las vacunas son seguras, eficaces y efectivas”, dijo Paris, ante los cuestionamientos por el uso de Sinovac.
Y es cierto que la vacuna de Sinovac es poco efectiva evitando el contagio de COVID-19, pero el ministerio de Salud apunta que es más efectiva evitando en un 90% el ingreso de pacientes en unidades de cuidados intensivos y en un 86,4% la muerte, lo que ha salvado del colapso, por ahora, al sistema de salud.
“Yo creo que fue una buena decisión haber apostado por Sinovac. Las vacunas protegen sobre lo principal, que es la enfermedad grave y la mortalidad. En esos conceptos tanto Sinovac como Pfizer tienen muy buena protección”, dijo en una entrevista con el diario Las Últimas Noticias el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, quien gestó con Sinovac la compra de sus vacunas al estar colaborando la institución con el laboratorio en otras investigaciones cuando surgió la pandemia.
Sánchez, sin embargo, dijo que es posible que haya que administrar una tercera dosis de vacunas para mantener a raya la pandemia. “Todos pensamos que sí se va a necesitar. Siempre se pensó que el coronavirus requeriría revacunaciones”.
Tercera dosis imprescindible
Por su parte, Mónica Acevedo, investigadora de la Universidad de Chile que ha estado estudiando la producción de anticuerpos de la vacuna Sinovac, dijo que “una tercera dosis se ve imprescindible” porque ha visto que los anticuerpos disminuyen con el tiempo.
“Lo ideal sería utilizar una vacuna distinta a Sinovac, pero, sin embargo, dependemos un poco de la posibilidad de compra de otra vacuna distinta”, agregó Acevedo.
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Tras la drástica mejora de la situación epidemiológica de las últimas dos semanas, las autoridades anunciaron el levantamiento de la cuarentena en decenas de municipios del país, incluida la mayor parte de la región capitalina, y ahora esta restricción afecta a menos del 10% de la población.
En paralelo al levantamiento de las restricciones se produjo la llegada de la variante Delta al país, la más contagiosa según la OMS y de la que ya se confirmaron al menos tres casos en la última semana, todos ellos provenientes del extranjero.
Chile, que mantiene las fronteras cerradas y el toque de queda entre las 22.00 a las 05.00 horas, alcanza casi 1,57 millones de contagios totales y 33.288 decesos desde el inicio de la pandemia.
FORBES STAFF / AGENCIAS