Las consecuencias económicas de la falta de protección a los ecosistemas reducirían el crecimiento y la oportunidad de varios países de salir de la pobreza.
El colapso de la polinización silvestre, del suministro de alimentos provenientes de la pesca marina y de la madera de los bosques nativos, entre otras afectaciones de las áreas naturales, ocasionarán un impacto económico importante entre 2021 y 2030, alerta el Banco Mundial.
Impacto económico por el colapso ecológico se verá reflejado en una disminución del Producto Interno Bruto (PIB) Mundial de 2.7 billones de dólares anuales, de acuerdo con el organismo multilateral.
La institución financiera calcula una contracción económica en América Latina y el Caribe ante la falta de protección de las áreas naturales, de entre 3.4 y 3.3 % de su PIB. Eso equivaldría a alrededor 1.3 billones y 305 mil millones de dólares, en forma respectiva.
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Se estima que las regiones con mayor impacto económico por el colapso ecológico serán el sur de África y Asia meridional, con reducciones de 9.7% y 6.5% anual, respectivamente.
Por lo anterior, el presidente del Grupo Banco Mundial, David Malpass, expresa que “para lograr el crecimiento económico es fundamental preservar la naturaleza y mantener sus servicios”.
Diminución de áreas naturales
En el informe The Economic Case for Nature, el organismo proyecta que el mundo perderá alrededor de 46 millones de hectáreas de tierra natural entre 2021 y 2030.
El BM enumera que entre las causas principales de los desequilibrios en los ecosistemas están la conversión de tierra en bosques gestionados y pastizales.
También se refiere la transformación de áreas naturales en zonas de cultivo. Todo ello, se traduciría en un impacto económico importante.
La previsión es que las mayores pérdidas de áreas naturales ocurrirán en África subsahariana, donde la reducción se calcula en 20 millones de hectáreas.
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América Latina y el Caribe se colocaría en el segundo lugar de las pérdidas, con un impacto económico estimado en 12 millones de hectáreas. En Asia oriental y el Pacífico se prevé una reducción de superficie natural de 7 millones de has.
Impacto económico impediría salir de la pobreza
El estudio del Banco Mundial también alerta que las implicaciones económicas que tendría colapso ecológico afectarían a las naciones más pobres. Señala que el impacto económico “pondría en peligro las perspectivas de algunos de los países de salir de la pobreza”.
Los impactos en el crecimiento economico serían negativos para todas las regiones. En América Latina y el Caribe la reducción estimada en el crecimiento se calcula en 16%.
Pero los impactos serían aún más severos para África subsahariana. El informe señala que esa región tendría una caída del 26% en el crecimiento de su PIB. Mientras en el sur de Así se podría observar una contracción del 18%.
Necesarias políticas que mejoren la relación con la naturaleza
Para David Malpass es posible dirigir una mejora en la biodiversidad y en los resultados económicos. Menciona que el impulso a políticas y reformas que incluyan “un planteamiento inteligente en relación con la naturaleza” es fundamental.
Precisa que, incluso, las reformas a los subsidios agrícolas y las inversiones en innovación agrícola, que contemplen esa mejora en la relación con el entorno, son relevantes en el camino hacia la protección de los ecosistemas.
Observa que “a medida que los países buscan recuperarse de la pandemia de COVID‑19, es importante que el desarrollo económico mejore los resultados en relación con la naturaleza”.
Giovanni Ruta, economista principal del Banco Mundial, especializado en medio ambiente y uno de los autores del informe, expresa que se trata de desarrollar políticas integrales. Expresa que éstas deben mostrar los mayores beneficios “tanto para la biodiversidad como para las economías”.