Una investigación revela que los bosques de la Amazonía están emitiendo más dióxido de carbono del que absorbe. Se prenden las alarmas frente a la lucha contra el cambio climático.

Una investigación arrojó que la selva tropical de la Amazonía, que se expande desde Colombia hasta Brasil, está emitiendo más dióxido de carbono del que absorbe. El estudio advirtió que es un factor derivado de la deforestación y el calentamiento de esa zona del mundo.

El estudio, que fue publicado en el diario La Nación de Argentina, detalla que región en donde se presenta este fenómeno es el sureste de la Amazonía, en la que se han registrado altas temperaturas y una reducción en las lluvias. Destacan, incluso, que se han calentado 2.5 grados Celsius durante esta temporada seca.

La situación que preocupa a los investigadores es que al ser el bosque tropical más grande del mundo siempre ha actuado como un catalizador de dióxido de carbono. Sin embargo, con los nuevos ajustes climáticos y los episodios de deforestación, las condiciones han cambiado pasando a liberar más dióxido de carbono, una situación que agrava la lucha contra el cambio climático.

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Esto es un ciclo negativo”, le dijo Luciana Vanni Gatti, científica del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil y autora de la investigación, a La Nación.

La más reciente publicación recoge las informaciones que se han publicado sobre la situación de la Amazonía y resume una cita que se usó por la revista Nature, en la que se reveló que en los últimos años se está viendo una “una tendencia decreciente a largo plazo de acumulación de carbono”, en parte debido a una mayor variabilidad climática.

La nueva investigación en Brasil también advierte que hay esperanzas de reestablecer el equilibrio, por lo que será fundamental mayores ciclos de precipitaciones, así como controles de quemas y deforestación ilegal que se siguen registrando en el territorio. “No creo que vuelva a ser lo que era, pero ciertamente puede mejorarse”, dijo Thomas Lovejoy de la Universidad George Mason, autor del ensayo del “punto de inflexión”.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, aseguró en diciembre que era una mentira que la Amazonía esté ardiendo. “Un bosque tropical no se incendia. Así que la historia de que la Amazonía está ardiendo es una mentira y tenemos que luchar contra ella con cifras”, decía en ese momento.

El mandatario ultraderechista ha recibido críticas internacionales por los extensos incendios y la deforestación en la Amazonía brasileña durante su mandato. Según Bolsonaro, los intereses comerciales están detrás de esas críticas, en parte debido al estatus de Brasil como un importante productor de alimentos. Gran parte de las críticas provienen de grupos ambientalistas que acusan a Bolsonaro de permitir que se destruya la selva tropical para obtener más tierras para la agricultura y ganadería.

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