Este año, se prevé una recuperación leve de los eventos empresariales y empresariales en espacios cerrados. Se potenciará el formato híbrido.

El pasado 21 de junio el Gobierno peruano autorizó el reinicio de eventos empresariales y profesionales presenciales en espacios cerrados, con aforos reducidos de 40% a 60%, según el nivel de alerta de covid-19 de la plaza organizadora. Este es un cambio relevante, ya que 15 meses de paralización de han pasado factura a una actividad que, en los últimos diez años, creció a un ritmo del 10% anual. De hecho, solo en 2019 generó 50 mil puestos directos,100 mil empleos indirectos, ingresos por US$ 5.500 millones y atrajo el 5% del turismo receptivo (200 mil pasajeros), según la Asociación de Ferias del Perú (AFEP).

“En el 2020 el sector sufrió una gran caída, en el primer semestre no se realizó ningún evento y, en el segundo semestre, algunos [se llevaron a cabo] en formatos virtuales”, comenta Manuel Centeno, presidente del gremio que agrupa a unas 1.250 empresas.

El aval oficial llegó con la autorización del protocolo sanitario sectorial (RM 079-2020 MINCETUR), que, entre otras medidas, exige que los organizadores de ferias y congresos velen porque su personal cuente con equipos de protección, que se limite el servicio de comidas en áreas donde se agrupe gente y que en las reuniones en salas abiertas y con público parado haya un distanciamiento de 2 metros.

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Reacción inmediata

La noticia ha reavivado el entusiasmo del sector, que antes de la pandemia estaba enfocado en convertir a Lima es un imán de los eventos de grandes magnitudes, afirma Denisse Mac Cubbin, directora ejecutiva del Buró de Convenciones de Lima, que reúne a unas 50 empresas detrás del funcionamiento del rubro, desde hoteles hasta aerolíneas.

Con una superficie a nivel país de 400 mil metros cuadrados en salas, centros y hoteles (principalmente en la capital), la buena nueva ha permitido retomar la agenda de eventos empresariales y empresariales postergada en 2020 (unos 85 eventos) y abrir las reservas para el último trimestre de este año y de 2022.

“Llevar a cabo estas actividades conlleva (…) un tiempo difícilmente menor a tres meses, con lo cual su implementación nos permitirá concretar el calendario para el segundo semestre del año”, apunta Centeno.

¿Qué eventos ya están confirmados? En total, para lo que resta del año, hay programados 25 ferias y congresos de los cuales 7 son virtuales. Entre los presenciales internacionales están ExpoSeafood, Tecnosalud, Expodeco, ExpoAgua, Perú Gaming Show, entre otros.

El aforo permitido para eventos en espacios cerrados depende del nivel de alerta de covid-19 en las plazas organizadoras. En las provincias con nivel moderado es de 60%; en las de nivel alto, 50%; y en las de nivel muy alto, 40%. Lima está entre las segundas. (Foto: Staff de Negocios S.A.C).

Recuperar el dinamismo

A esa velocidad, Centeno prevé que este año los eventos profesionales y empresariales presenciales alcancen el 25% de los ingresos de 2019. “Esto nos permitirá empezar nuestra reactivación y salvar en algo este año”, afirma.

A juicio de Tibisay Monsalve, gerente general de la Sociedad Hoteles del Perú (SPH), el repunte es posible gracias al avance de la vacunación contra coronavirus en la población peruana. A la fecha, 4,1 millones de personas han sido inoculadas con dos dosis y 6,9 millones con una. En ese sentido, la ejecutiva estima que las reuniones y ferias pequeñas ­­–de 50 personas– ­se perfilan como los formatos favoritos en un inicio.

Al respecto, Mac Cubbin distingue que la reactivación se verá sobre todo en los eventos corporativos antes que en los asociativos (los dos tipos que maneja la industria), pues requieren menor tiempo de organización. “Nosotros trabajamos de 2016 a 2019 para lograr que Lima sea una sede de eventos de esta magnitud (grandes), pensando en el 2021 en adelante. Tenemos una buena perspectiva de que las cosas se irán recuperando, pero no este año”, comenta.

Temores descartados

A la menor aversión al riesgo de contagio que favorece la masificación de la inmunización comentada por Monsalve, el deseo por salir de casa también ayuda, apunta Domingo Seminario, director de operaciones y experiencia del usuario fundador de la plataforma de compra de entradas Joinnus.  Antes de la pandemia, para la startup peruana los eventos empresariales y profesionales representaban el 20% de su agenda; hoy, el 10%.

“Cuando se reactivaran los eventos, había temor sobre si la gente iba a ir o no. Eso lo hemos descartado, porque cuando abrimos los conciertos, (nos dimos cuenta que) la gente quiere salir. Lo otro es que el costo de las entradas se ha incrementado al tener aforos reducidos. Para los conciertos o las obras de teatro – y me imagino también para los eventos empresariales – se han casi duplicado. Por más que han sido con público reducido, en casi todos (las entradas) se han agotado”, observa y cuenta que en 2020 tampoco fue un año fácil para Joinnus, que en el 2019 internacionalizó su negocio en Colombia y Ecuador y el año pasado replegó 95% de sus operaciones a Perú. “Parecía un error de la plataforma: (la) reiniciábamos y no había venta de tickets”, ilustra. Este año Joinnus prevé generar ingresos similares a 2019. “Hemos retrocedido dos años”, sostiene.

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Ante ello, lo bueno de lo no tan bueno fue que Joinnus ya había comenzado a hacer pruebas piloto de la plataforma hermana que, menos de diez días después de declarada la primera cuarentena en el Perú (16 de marzo de 2020), fue puesta en línea como Joinnus Live. La solución, especializada en eventos vía streaming, sintonizó con la demanda inmediata de las audiencias. Al cierre del año, Joinnus Live les permitía por mes transmitir en vivo y grabados entre 250 y 300 eventos, poco menos de la mitad en promedio de los 700 eventos activos mensuales que ofrecían antes de la pandemia.

Este año, se retomará la agenda de eventos congelada del 2020 en la modalidad presencial, virtual e híbrida. (Foto: Promperú).

Una normalidad híbrida

Durante el crítico 2020 no hubo otra opción que la experiencia virtual para los asiduos a las ferias y congresos, exhibiciones comerciales, seminarios y ruedas de negocios. En efecto, fue la única alternativa disponible para celebrar los tradicionales eventos corporativos de cierre de año que solían agolpar los salones la Costa Verde limeña en diciembre. Al menos dos decenas de firmas peruanas los organizaron bajo esa modalidad para entre 3.000 y 5.000 participantes, indica Seminario, en base a información de Joinnus.

Así, los eventos empresariales y empresariales en pandemia partieron cien por ciento virtuales para progresivamente incluir componentes presenciales –un maestro de ceremonias o una ponencia frente a un equipo de transmisión– acompañados por el público vía online, describe Mac Cubbin. De esa manera, se volvieron híbridos para siempre, aseguran las fuentes, que ven en el nuevo formato más oportunidades que retos.

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Entre las primeras, Centeno advierte que los eventos híbridos no sólo permitirán ahorrar costos al organizador (por ejemplo, en traslado de expositores), al ofertante y al demandante, sino darle alcance global a las reuniones, diversificar los canales de distribución y no tener límites de horarios (de ingreso y salida, por ejemplo). Además, abren la puerta al impulso de un nuevo aliado del negocio de las ferias y congresos: las plataformas de streaming. Según cuenta Centeno, durante los meses de pandemia han aparecido múltiples soluciones locales e internacionales, en 2D y 3D, además de las diseñadas in-house en las compañías.

Del otro lado, Seminario pone sobre la mesa un desafío no menor: la creación de contenido a medida y el tamaño de la inversión en campañas de marketing para alcanzar a participantes lejanos física y culturalmente.

¿Contribuirán los eventos híbridos a la recuperación de la actividad de eventos empresariales y profesionales? Las fuentes reconocen que sí, que complementarán los ingresos, pero no creen que sea un catalizador de la industria local de ferias y congresos, ni mucho menos que vayan a reemplazar a los eventos presenciales. De hecho, de acuerdo con esas mismas fuentes del sector, las experiencias “Lima” y “Perú” permitirían convertir a la capital peruana (y al país) en el polo de reuniones globales deseado del que habla Mac Cubbin. Pero que los eventos híbridos llegaron para quedarse, de eso ya nadie duda.

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