El discurso que el presidente electo de Perú brinde durante su juramentación este mediodía será decisivo para crear espacios de negociación con el Congreso del país sudamericano.

Este mediodía, Pedro Castillo, el profesor cajamarquino, el del sombrero emblemático de uno de los distritos más pobres del Perú–Chota–, juramentará ante el Congreso de la República como Presidente de la República. Se convertirá en el centésimo trigésimo presidente del país, el día de la conmemoración del Bicentenario de su independencia.

La ceremonia en el Congreso será el primer cara a cara entre el flamante líder del Poder Ejecutivo y los 130 congresistas recientemente electos, de 10 bancadas parlamentarias.

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Instalado ayer el ciclo legislativo 2021-2022, el Congreso será liderado por una Mesa Directiva, compuesta por una coalición opositora al oficialismo, respaldada por el partido Fuerza Popular, cuya lideresa, Keiko Fujimori, fue contrincante de Castillo en la segunda vuelta presidencial.

Los representantes de dicho órgano legislativo fueron elegidos por mayoría el lunes pasado, en desmedro de una segunda coalición opositora y una tercera lista compuesta por congresistas oficialistas. Esta última fue eliminada antes de la votación por incumplir con normativas para participar del proceso. 

Pese a contar con una mayoría relativa (37 escaños), es probable que el partido de Gobierno, Perú Libre, encuentre retos para hallar aliados en el Parlamento. Estos desafíos no serán menores para el propio presidente Castillo, que ha prometido en campaña llevar adelante propuestas reformistas en materia de educación, salud y economía, además de una Asamblea Constituyente.

Primeras señales

¿Qué implicancias tendrá para el flamante Presidente la oposición en el Congreso? Dos analistas consultados por Forbes Colombia coinciden en que el tono que Castillo imprima en el discurso por Fiestas Patrias ante el Congreso de Perú este mediodía será decisivo para crear espacios de diálogo y consenso.

“El Presidente debe estar preparando un discurso que esté bien en sintonía con el poco poder que tiene actualmente en el Congreso al haber perdido las elecciones (por la Mesa Directiva)”, estimó José Manuel Magallanes, director del Instituto de Analítica Social e Inteligencia Estratégica de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

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Magallanes opinó que, a partir del discurso de Castillo, podría surgir un espacio para un eventual pedido de atribuciones legislativas, como las que suelen solicitar los mandatarios durante los primeros cien días de gestión.

De su lado, César Fuentes, director de la Maestría en Gestión Pública de la Escuela de Negocios ESAN, sostuvo que la moderación será decisiva. “Si es un mensaje de centro o centro izquierda, de reforma, pero manteniendo una mente pro-mercado, puede generar simpatías y, eventualmente, alianzas”, afirmó el catedrático.

Margen de acción

Más allá del mensaje presidencial – elevado cada 28 de Julio en el Congreso por el presidente– lo que se juega Castillo ante una mayoría opositora es el aval para el inicio ágil de su administración.

En ese sentido, Magallanes subrayó que un elemento clave para Castillo será obtener el visto bueno parlamentario para la elección del jefe de gabinete y de todo el gabinete de ministros, un respaldo necesario para comenzar a gobernar.

“Creo que ahora lo que [Castillo] debe estar pensando es qué más le podría dar el Congreso”, afirmó el académico de la PUCP. Agregó que carecer de un discurso moderado este mediodía podría hacer reaccionar a la oposición, perdiendo terreno para las propuestas del Poder Ejecutivo.

“Supongo que lo máximo que [el Gobierno de Castillo] va a poder hacer es atender cosas urgentes”, indicó, en relación a los problemas de salud y económicos generados por la crisis sanitaria por la covid-19 en el país sudamericano.

Para Fuentes, el Ejecutivo debería aprovechar la oportunidad de construir diálogo, más que entre las diferentes posiciones políticas de derecha, centro o izquierda, entre los congresistas con mirada centralista y aquellos con enfoque provinciano.

“Estos vasos comunicantes en base al tema regional son una posibilidad que pudiera tener la administración [de Castillo] para ahondar en proyectos diferentes e interesantes”, reflexionó Fuentes.

Sin embargo, el académico de ESAN recalcó que un discurso reformista ante el Congreso no ayudaría a Castillo. “Lo primero es que va a encontrar oposición y, lo segundo, que no hay tantos recursos [en el Estado] para poder hacer lo que podría haber pensado hacer”, dijo el especialista sobre el impacto de corto plazo de propuestas de reformas intensas.

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