La cervecería Sierra Flor pasó de producir 300 cervezas a 3.300 con una inyección de capital del Fondo Emprender del Sena.
En el departamento de Sucre no había ninguna cervecería artesanal hace cuatro años cuando Julio Olaya y Vladimir Pineda, amigos desde la niñez y padrinos recíprocos de sus hijos, se decidieron a fundar una.
Vladimir, administrador de empresas y Julio, ingeniero químico, hicieron una dupla ideal para empezar a hacer las primeras pruebas de la cervecería Sierra Flor, con un capital de apenas $300.000, que los llevó a hacer sus primeras ventas a amigos y familiares.
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Iniciaron produciendo 80 cervezas mensuales, después creciendo a 300 mensuales hasta que en 2020, con recursos del Fondo Emprender del Sena, consiguieron un capital para multiplicar por 10 la producción a 3.300.
Una de sus cervezas que les ha marcado el éxito es ‘La Fandanguera’, una cerveza a base de yuca que hacen desde hace cuatro años en Sincelejo. Su nombre hace tributo a el fandango, un ritmo musical autóctono del Caribe colombiano.
“Esta cerveza nace de una convocatoria que hace una empresa local, Almidones de Sucre, que con su evento Innova Yuca, promueve la innovación alrededor de la yuca”, dijo Vladimir Pineda, en diálogo con Forbes. “Decidimos participar de ese proceso experimentando bastante y de ahí comenzamos la comercialización del producto”.
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Esta cerveza se hace a base de yuca amarga o yuca industrial, con la doble intención de apoyar a campesinos agricultores locales.
“La idea es apoyar al campesino desde la base. Hay asociaciones campesinas a través de las que hacemos todo”, comenta Pineda, quien agrega que están haciendo pruebas con mango, níspero, cacao y miel.
Tienen otras cuatro cervezas a base de cebada y todas se comercializan a nivel nacional, aunque su principal distribución se da en Sucre, Córdoba, Bolívar, Atlántico, Bogotá, Medellín, Cali y Bucaramanga.
Estos emprendedores sueñan con entrar a grandes superficies en el largo plazo y mirar oportunidades de franquicias en puntos de venta.