Justo nació con el objetivo de reducirles los costos de envío a los comercios y busca ofrecer una solución integral que incluya un sistema de recepción y reparto. La apuesta es por el mercado criollo.
A finales de 2018, los chilenos Nicolás López y Rodrigo Segal, ambos ingenieros civiles, tenían una empresa desarrolladora de software. Y en una de sus tantas reuniones, un cliente -que tenía una cadena de restaurantes en Chile- les explicó la problemática que estaba teniendo con las actuales aplicaciones de delivery: les estaban “comiendo su negocio”, con el cobro de altas comisiones, y les estaban quitando clientela.
La situación les hizo click y se lanzaron creando una startup dedicada al delivery y al levantamiento de estrategia digital para los comercios, y todo por la más baja comisión del mercado. Así fue como nació Justo.
“Queremos solucionar todo el ciclo de vida de la orden del cliente. No solo la parte de la venta, queremos hacer todo, crear un sistema de recepción de pedidos en el local y de reparto”, cuenta López a Forbes Colombia.
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Ya en 2020, en una ronda de inversión donde participaron firmas como Investo, Jaguar Ventures y Liquid2 Ventures, Justo logró recaudar 2,3 millones de dólares para su expansión en la región. De ese total, 1 millón de dólares se destinó para su llegada a Colombia.
“Estábamos buscando un segundo hogar. En Chile está nuestro equipo más grande, pero descubrimos que Colombia tiene un efecto… no sé si será el acento, o el detalle, pero la lengua colombiana cae mucho mejor en todos los mercados. Y por eso nuestro equipo de soporte y montaje, que está principalmente en Santiago, lo vamos a reforzar en Colombia”, dice Segal, CEO de la compañía.
De hecho, cuentan que el control regional de la startup se asentará en Colombia y el equipo, que actualmente es de 12 personas, aumentará a 50 antes de octubre de este año.
“Cuando hay un player que tiene tanto poder de mercado y pone las condiciones, hace que se forme un gran dolor de parte de los restaurantes. Nos hemos llevado una impresión muy distinta en Colombia a la que creíamos. Ellos nos necesitan”.
La banca vss. el exchange
Previo a la existencia de Justo, mientras tenían su empresa desarrolladora de software, Segal y López formaron una plataforma de trading de criptomonedas en Chile: OrionX.
En 2017, la firma vivió toda una explosión de crecimiento de la noche a la mañana. De cero usuarios pasaron a 60.000.
Sin embargo, en abril de 2018 se inició una disputa legal entre las principales empresas de criptomonedas -entre ellas OrionX- y Banco Itaú, Banco Estado, Santander, entre otros, luego de que la banca informó a las firmas de exchange el cierre de sus cuentas bancarias.
A pesar de que el Tribunal de Defensa de Libre Competencia (TDLC) chileno frenó la acción de la banca tras acoger el recurso de protección interpuesto por las compañías de exchange, el fuego cruzado entre ambas veredas continúa hasta la fecha y pronto debería haber avance de la disputa.
La situación, según cuenta Segal, llevó a que la compañía entrara en hibernación por tres años. “Las criptomonedas habían bajado mucho de moda y la gente ya no hablaba eso, pero ahora volvieron. Y siempre que tengamos que ir a un lugar a resguardarnos, tendremos nuestra agencia de software, que además ahí fue el origen de donde llegó esta historia con los restoranes”, reconoce.
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Y Nicolás López concuerda: “Esa agencia de software que era minúscula, de no más de 5 personas, era prácticamente una captadora de ideas. Orion X nació de ahí, al igual que Justo. Estuvimos todo el tiempo probando qué hacer porque teníamos hambre de emprender y hacer algo que aportara. Justo empezó a tener muy buena respuesta y por eso lo fuimos desarrollando, pero tuvimos muchas otras ideas y proyectos antes, que fuimos barajando”.
Con el resto de recursos recaudados en la ronda de inversión, a fines de este semestre el futuro de Justo llegará a más países en Centro y Suramérica: abrirán en Ecuador y Costa Rica, de forma simultánea.