La entidad financiera señaló que se trata de documentos falsos cuyo contenido, forma, numeración y firmas no corresponden a las usadas por Itaú para estos procesos.

El Banco Itaú Colombia se pronunció este viernes frente a la información relacionada con las garantías falsas presentadas al Ministerio de Tecnologías de la Información, reiterando que los documentos presentados por la Unión Temporal Centros Poblados no fueron expedidos por la entidad.

La entidad financiera señaló que se trata de documentos falsos cuyo contenido, forma, numeración y firmas no corresponden a las usadas por Itaú para estos procesos.

Además resaltó, que “así mismo, como se informó en su momento al Ministerio y a los organismos de control, el correo electrónico referido en los documentos falsos no corresponde con el dominio ni con las direcciones de correo electrónico que maneja el banco, y la persona que aparece como remitente no es ni ha sido funcionaria de la entidad”.

Igualmente aseguró que para otorgar garantías se deben surtir pasos como el contacto directo del potencial cliente con el banco, la vinculación del potencial cliente al banco.

Este paso implica: Segmentación determinada por su nivel de ventas o de endeudamiento, asignación de un gerente comercial, estudio de toda la información contable, financiera, legal y comercial necesaria para llevar a cabo el conocimiento del cliente.

Tratándose de uniones temporales, este estudio se realiza respecto de todas y cada una de las personas naturales y jurídicas que la conforman, hasta llegar a su beneficiario final.

También dijo que como quiera que la garantía bancaria es un producto activo de crédito, para su emisión se requiere la previa aprobación de un cupo de crédito.

Este es un proceso que implica el estudio de la información financiera de los clientes para determinar el valor del cupo, los productos en que éste puede ser usado, la necesidad o no de contar con avalistas, fiadores y/o la constitución de garantías reales a favor del banco que respalden su otorgamiento.

La asignación del cupo de crédito es aprobada por el comité de crédito que corresponda.

Y alertó que una vez el cliente se ha vinculado y se la ha otorgado un cupo de crédito, puede solicitar la expedición de una garantía bancaria, aportando todos los documentos precontractuales o contractuales que soporten su emisión y, una vez hechas todas las validaciones legales, dentro de las cuales está la verificación de que el banco cuenta con las garantías reales o personales requeridas por el Comité de Crédito, se procede con la emisión de la garantía bancaria.

El Banco Itaú retiró que ninguno de estos pasos se surtió, ni se recibió solicitud alguna para el trámite de garantía bancaria a nombre de la Unión Temporal.

Antecedentes:

  • La licitación adjudicada el 9 de diciembre de 2020 fue dividida entre dos ganadores entre los que se repartieron los departamentos del territorio colombiana para llevar conectividad gratuita a colegios en zonas rurales.
  • Al operador de telecomunicaciones Claro le adjudicaron por $1,06 billones la región A, conformada por los departamentos Antioquia, San Andrés, Atlántico, Caldas, Caquetá, Cesar, Córdoba, Guainía, Guaviare, Huila, La Guajira, Meta, Norte de Santander, Santander, Sucre, Tolima y Vaupés.
  • A la Unión Temporal Centros Poblados, conformada por empresas desconocidas en el sector, le adjudicaron por $1,07 billones la región B, conformada por Amazonas, Arauca, Cundinamarca, Bolívar, Boyacá, Casanare, Cauca, Chocó, Magdalena, Nariño, Putumayo, Quindío, Risaralda, Valle del Cauca y Vichada.
  • Hace un par de meses, iniciada la ejecución del contrato, la Unión Temporal Centros Poblados empezó a retrasarse con la entrega de los puntos de conexión en los colegios. Cuando los convocaron a una audiencia de incumplimiento para hacer efectivas las garantías por parte del Banco Itaú, se descubrió que las garantías eran falsas porque la entidad financiera aseguró que no las expidió.
  • A ese momento la Unión Temporal Centros Poblados había recibido un anticipo de $70.243 millones, de los cuales $58.000 millones fueron girados a una cuenta del Citibank de una compañía en Delaware, (Estados Unidos) y fueron girados a la empresa Incelsa SAS, una empresa colombiana con cuenta en el BBVA.