Ya no habrá más cuarentenas, cordones sanitarios ni toque de queda por la evolución favorable de la pandemia, dijo el presidente Piñera.

El gobierno chileno anunció el fin del Estado de Excepción que desde marzo de 2020 restringía la libertad y movilidad de los ciudadanos por la pandemia de COVID-19, terminando de esa manera con las cuarentenas, los cordones sanitarios y el toque de queda que se extendió durante más de 550 días en el país, anunció este lunes el presidente Sebastián Piñera.

En un mensaje televisado, Piñera dijo que “durante los últimos tres meses … la situación sanitaria y el control de la pandemia han evolucionado favorablemente, con una muy significativa reducción en los contagios, en los casos activos, en las hospitalizaciones y en las muertes” por COVID-19.

“Dados estos avances en el combate a la pandemia y para aumentar los niveles de libertad y movilidad de la ciudadanía, para fortalecer la recuperación del empleo y la economía, y para asegurar el buen funcionamiento de nuestra sociedad, hemos decidido no renovar el Estado de Excepción” que vence este próximo jueves, 30 de septiembre.

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Desde el 1 de octubre en el país regirán una serie de restricciones enfocadas más en los aforos de actividades y en la reducción de las aglomeraciones que en las restricciones a la movilidad, como ocurría desde que se declarara el Estado de Excepción el pasado 18 de marzo y el toque de queda nocturno cuatro días después.

Piñera dijo en su alocución que “este Estado de Catástrofe fue necesario para dotar de mayores y mejores herramientas a nuestro país para combatir la pandemia de coronavirus, al permitir restringir la libertad y movilidad de las personas a través de medidas como cuarentenas, cordones sanitarios y toques de queda”, pero que medidas como la masiva campaña de vacunación que lleva adelante el país han controlado el avance y la letalidad del coronavirus.

“Implementamos una temprana y eficaz vacunación masiva de nuestra población que ya nos ha permitido vacunar con dos dosis a mas del 90% de la población objetivo, inocular con dosis de refuerzo a más de tres millones de personas e iniciar la vacunación de nuestros niños. Estos logros ponen a Chile en la vanguardia mundial en materia de vacunación”, dijo el Presidente.

Sin embargo, Piñera subrayó que la pandemia no ha terminado y que “tenemos que seguir cuidando nuestra salud y nuestras vidas. Tenemos que seguir adoptando con rigurosidad los cuidados personales, como usar mascarillas, mantener el distanciamiento social, evitar aglomeraciones, ventilar los lugares cerrados” y continuar con la vacunación masiva.

En ese sentido, hizo un llamado a las personas que aún no se han vacunado contra el COVID-19 a hacerlo cuanto antes.

“Hago un urgente y sentido llamado a los rezagados a actuar con responsabilidad y solidaridad, a vacunarse ahora”, afirmó.

La nueva estrategia

La nueva estrategia del Gobierno contempla la limitación de aforos basada en el Pase de Movilidad, que es el carnet disponible para los ciudadanos y ciudadanos con sus vacunas completas.

El número de personas en espacios cerrados y en el transporte público será controlado dependiendo de las condiciones sanitarias de los lugares y la cantidad de personas con Pase de Movilidad que los utilicen.

A partir del 1 de noviembre no se tendrá que completar un pasaporte sanitario para viajar pero sí portar con el Pase de Movilidad para desplazarse.

En cuanto a las fronteras, se abrirán a partir del 1 de octubre para viajeros vacunados que deseen salir de Chile y entrar al país, como estaba previsto, y quienes entren inmunizados tendrán que cumplir cinco días de cuarentena, pero quienes no tengan su vacuna tendrán que cumplir siete días de cuarentena.

Los números demuestran una mejoría sostenida

Según los más recientes números de las autoridades sanitarias, la pandemia continúa controlada en el país con una tasa de positividad -casos positivos de COVID-19 por cada 100 pruebas PCR- de 1,08% y el lunes se reportaron cinco nuevas muertes y 640 nuevos contagios por coronavirus en las últimas 24 horas.

Desde el inicio de la pandemia 37.445 personas han fallecido por COVID-19 y 1,6 millones de personas se han contagiado.

El mismo día en que Piñera anunció el fin del estado de excepción las autoridades sanitarias iniciaron la vacunación de menores a partir de los seis años de edad en las escuelas, y espera inmunizar a un millón y medio de estudiantes con la vacuna del laboratorio chino Sinovac.

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La campaña intenta inmunizar a todos los menores hasta los 11 años de edad porque si bien tienen menos riesgo vital que los adultos al contraer el COVID-19, forman un grupo de gran movilidad que propaga fácilmente el virus.

Se amplía la vacunación a menores de 6-11 años

“Estamos iniciando un proceso tremendamente esperado”, dijo la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, al iniciar la campaña en un colegio de la comuna capitalina de Providencia. “Sabemos que han esperado mucho, pero ya están en esa etapa, las vacunas ya están aprobadas, son seguras y son eficaces … son un millón y medio de niños que esperamos vacunar en los distintos colegios”, agregó.

Hace dos semanas el país se convirtió en el primero de Latinoamérica y uno de los primeros en el mundo en vacunar contra el COVID-19 a los menores de 12 años de edad, partiendo desde los menores de seis años en adelante con comorbilidades específicas.

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Este lunes la campaña se amplió a todos los menores del grupo etario y las autoridades están utilizando la vacuna china de Sinovac -aprobada para uso de emergencia en esta franja demográfica-, una fórmula tradicional de virus inactivado que ha demostrado un buen perfil de seguridad en estudios hechos en el país, además de una gran eficacia contra los casos graves, hospitalizaciones y muertes por COVID-19.

Las vacunas a los menores son voluntarias y deben ser autorizadas por escrito por sus padres, madres o tutores, recordó el ministro de Educación, Raúl Figueroa.

“Los apoderados deben entregar su consentimiento para que los niños puedan acceder a la vacuna … es una autorización simple, no tiene mayor formalidad”, dijo Figueroa. “Este proceso de vacunación les entrega aún mayor seguridad a las familias para recuperar las actividades presenciales”, agregó.

También se siguen administrando dosis de refuerzo de las vacunas Pfizer o AstraZeneca a los adultos que han sido inoculados con Sinovac, cuyos niveles de anticuerpos disminuyen más rápidamente que los vacunados con aquellas preparaciones.