Este mes, la compañía cumplió 80 años en el mercado colombiano. Nació en 1941 en Medellín y hoy, tras varios obstáculos en el camino, suma una red de 520 puntos, dos plantas de producción y ventas que ascienden a los US$140 millones.

De una estación de gasolina y un pequeño almacén de repuestos nació lo que hoy es una de las ensambladoras de motos más importantes de Colombia. Se trata de Auteco SAS, una empresa que ha evolucionado a lo largo de las últimas ocho décadas y que hoy suma más de 700 colaboradores y 520 puntos de venta.

El sueño de convertirse en una de las grandes de la industria se debe a las movidas estratégicas en los últimos años, así como el impulso de democratizar el negocio de las motocicletas desde hace más de 40 años.

Auteco nació en 1941 de la mano de Paul Vásquez Uribe. Foto: Auteco.

Todo comenzó, de hecho, el primero de septiembre de 1941 cuando Paul Vásquez Uribe le apostó a la industria automotriz a través del negocio de las autopartes. El empresario, formado en Inglaterra, empezó Autotécnica Colombiana S.A.S., que años más tarde se convertiría en una importadora neta de motocicletas.

En 1945, comenzó a importar y distribuir las primeras motos en el país y nueve años más tarde trajo de Italia la Lambretta a Medellín, una icónica motocicleta que popularizó al empresario y lo jalonó para consolidarse como uno de los industriales de la época.

Sus buenas ventas en el mercado lo llevaron a expandir su negocio y establecer el primer centro de operaciones en Itagüí, Antioquia. Para entonces, Vásquez ya hacía parte del grupo fundador de Colmotores, un factor que le permitió, en 1961, obtener la licencia para empezar la fabricación y el ensamblaje de motos.

Durante muchos años, la empresa produjo y comercializó emblemáticas motos que han conquistado el corazón de los colombianos como Kawasaki (1972), Bajaj (1993) y la taiwanesa Kymco (2003). Fue precisamente en los últimos 20 años de la década del Siglo XX que la familia Vásquez logró consolidar la operación de Auteco a nivel nacional, así como expandir sus alianzas para convertirse en una de las principales firmas en la industria.

En 1954, Paul Vásquez empezó a importar la icónica Lambretta a Medellín. Foto: cortesía.

Compitiéndole a Fanalca, Corbeta e Incolmotos, Auteco expandió su red y democratizó el acceso a la motocicleta con modelos que iban para todo tipo de nicho. En la última década, incluso, alcanzó varios hitos importantes como empezar la comercialización de KTM, el ensamblaje de Husqvarna y la inauguración de su planta en Cartagena, un nuevo complejo de alta tecnología ubicado en la zona de Mamonal.

Es de resaltar que, en 2019, producto de una decisión estratégica, se hizo una escisión corporativa de la cual surgió Auteco Mobility, Synergix y Soltrech. Esta movida estratégica permitió que Auteco SAS focalizara sus recursos y esfuerzos.

“En estos 80 años de servicio y los que vendrán, siempre le continuaremos apostando al país, aportando progreso para los colombianos, tecnología e innovación para que puedan recorrer miles de kilómetros con movilidad segura”, dice Carlos Durán, presidente de Auteco SAS.

Auteco invirtió US$1 millón para la ampliación de su planta en Cartagena. Foto: cortesía.

Lo que empezó como un almacén se convirtió muchos años después en una empresa que al cierre de 2020, en plena pandemia, alcanzó ventas por US$140.6 millones ($540.366 millones). Aunque por ahora la organización avanza en recuperar lo perdido por el covid-19, ya tienen ambiciosas metas trazadas para el año 2023 en las que se busca tener un 18% de presencia en el mercado en motos de calle y mantener 40% que se tiene en motocicletas comerciales de alta gama.

Hace unos meses, Forbes visitó la ensambladora de motos de Cartagena tras una ampliación a la que destinaron US$1 millón. En su momento, el presidente de Auteco SAS confirmó que la apuesta ahora se concentraba en fortalecer su portafolio de marcas TVS, Husqvarna y KTM, así como aumentar su capacidad de producción a las 120.000 unidades al año.

“Vemos que las economías se van a recuperar, por lo que es una inversión a largo plazo. La ampliación de esta segunda línea de ensamble es un voto de confianza de parte de los accionistas, y es un mensaje que Auteco sigue apostando por el país”, dijo Durán.

Según explicó en ese momento el directivo, la estrategia de la empresa busca convertir a Cartagena en un ‘hub’ de ensamble, por lo que se prevé que la producción de Itagüí, Antioquia, se traslade en el corto y mediano plazo a la costa Caribe.

Fachada de la planta de Auteco en Cartagena | Foto: cortesía.