Castillo tomó juramento a una nueva premier y seis ministros ante una inminente crisis política.
El Perú amaneció con un gabinete renovado esta mañana, luego de que anoche el presidente de izquierda Pedro Castillo tomara juramento a la nueva presidenta del consejo de ministros y sus 18 ministros, 6 de los cuales fueron reemplazados.
La nueva premier es la política Mirtha Vásquez y reemplaza al político cusqueño Guido Bellido Ugarte, cuestionado por sus discursos y mensajes radicales y opiniones misóginas.
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Natural de Cajamarca, Vásquez fue presidenta del Congreso de la República en el 2020, durante el Gobierno de transición del presidente Francisco Sagasti, anterior al de Castillo. En ese momento llegó al Congreso con el partido de izquierda Frente Amplio. También es conocida por haber sido abogada de la comunera Máxima Acuña, quien obtuvo en el 2016 el Premio Goldman (considerado como el Nobel del Ambiente), contra la minera Yanacocha.
“Es una persona que tiene experiencia en cómo negociar, relacionarse con la oposición y evitar conflictos innecesarios. Es algo que no tenía el ex premier Bellido, que más bien abría conflictos cada vez que era posible. En ese sentido, tiene mucho que ganar el Gobierno”, opina el politólogo Jorge Sosa, investigador afiliado del Instituto de Estudios Peruanos (IEP).
La elección de Vásquez también es interpretada como una “buena noticia” por los mercados locales que venían siendo impactados desde el inicio del gobierno de Castillo por la incertidumbre política, comenta Jeffrey Radzinsky, analista político y Director de Grupo Fides Perú (GFD).

La razón, añade, es que el perfil más técnico de Vásquez, con capacidad de concretar acuerdos con diferentes posturas ideológicas como lo demostró cuando lideró la mesa del Congreso del Perú el año pasado, da pie a pensar que el nuevo gabinete ministerial logrará el voto de confianza por parte de los congresistas.
“Hoy el dólar ha bajado (tras cerrar ayer en máximos históricos de S/4,138 por dólar) y ha subido la Bolsa de Valores de Lima, que son dos indicadores objetivos. [El nuevo gabinete] es tomado por el mercado como un cambio favorable a pesar que falta mucho para ganar certezas, confianza y predictibilidad. La institucionalidad es muy endeble, pero algo se ha avanzado teniendo [antes] un pasivo tan grande como Bellido”, explica. Resalta, además, que el cambio del gabinete se da apenas 70 días después del inicio del Gobierno de Castillo.
De su lado, Jorge Ojeda, profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), también destaca la señal positiva brindada a los mercados por la renovación del gabinete de Castillo. Aún así, recuerda que está pendiente la oficialización de la ratificación del banquero Julio Velarde, como presidente del Banco Central de Reserva del Perú.
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“Esperamos que el Gobierno guarde la consistencia y la coherencia de los mensajes, porque justamente a través de los mensajes que se da a la comunidad y a los mercados se establece una política de confianza, que se traslada en inversión y gasto y reactiva la economía”, resalta Ojeda.
Los nuevos ministros
En total, Castillo tomó juramento a seis nuevos ministros de las carteras de Trabajo y Promoción del Empleo (asumió la congresista oficialista Betsy Chávez), Producción ( José Roger Incio Sánchez, quien fuera jefe de proyectos de la Agencia de Promoción de la Inversión Privada), Energía y Minas (el empresario Eduardo Eugenio González Toro), Cultura (la administradora de empresas Andrea Gisela Ortíz), Interior (el abogado Luis Barranzuela Vite) y Educación (el ex decano del Colegio de Profesores del Perú, Carlos Gallardo).
Entre los nuevos ministros, Barranzuela Vite y Gallardo han sido cuestionados públicamente. El nuevo titular de la cartera de Interior, por haber ejercido la defensa de la dirigencia de Perú Libre, involucrada en supuestos actos de corrupción.
En tanto, el nombramiento de Gallardo resulta un cambio inesperado, pues el titular de Educación anterior “generaba confianza” por su calidad profesional, comenta Sosa, tras ser consultado. Medios locales, en tanto, reportan que el nuevo ministro de Educación se ha mostrado previamente en contra de la Carrera Pública Magisterial, la misma que gestiona evaluaciones permanentes a los profesores para evaluar su desempeño.
Vale recordar que el extitular del Ministerio de Trabajo y Empleo, Íber Maraví, también fue interpelado por el Congreso a fines de septiembre por sus supuestos vínculos con el Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (Movadef), relacionado con la organización terrorista Sendero Luminoso (SL). Maraví negó dichas acusaciones ante el Legislativo, lo que derivó en la recolección de firmas para promover su eventual censura.
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Para Sosa, que Castillo haya elegido a Barranzuela Vite y Gallardo refleja la necesidad de mantener aún la alianza de poder vigente con el ala radical de Perú Libre.
“Castillo está en una situación incómoda en la cual necesita moderarse, plantear, sin cambiar de orientación política, representar un gabinete de izquierda un poco más moderado, pero al mismo tiempo no puede romper completamente con su bancada”, afirma el politólogo del IEP.
Por otro lado, otro efecto que traería el tener una Presidenta del Consejo de Ministros más moderada sería el empoderamiento del ministro de Economía, Pedro Francke, al ser el perfil más técnico del gabinete, señala José Alejandro Godoy, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad del Pacífico. En tanto, recalca que se han mantenido otros ministros que venían siendo criticados como el Ministerio de Transporte y el de Medio Ambiente.
Mayor gobernabilidad
En todo caso, para los analistas el cambio de figuras en el Gabinete, empezando por Vásquez, es positivo.
A juicio de Sosa, le permitirá al presidente Castillo “recuperar la ruta del gobierno”, despejando la dinámica de tensión latente que existía con el ex premier Bellido.
En ese sentido, apunta que con el nuevo gabinete el Gobierno cuenta con mayor “solvencia técnica y política” para impulsar las reformas anunciadas hasta ahora, entre ellas, la Segunda Reforma Agraria. La política lanzada el pasado domingo promueve un paquete técnico financiero para la agricultura familiar en el Perú.
“Creo que este nuevo Gabinete sí va a avanzar en el sentido de aterrizar políticas, concertar y llevarlas al Congreso para que sean discutidas, eso de por sí, antes de la negociación, es un cambio sustantivo”, resalta.
El nuevo gabinete, asimismo, se muestra como una señal de independencia no solo frente al Congreso, sino también al partido oficialista Perú Libre, luego de observarse impasses entre el ala más cercana a Vladimir Cerrón (presidente del partido) y sus planes de gobernabilidad, comenta Godoy. “No es una concesión del Congreso, y no se aparta de una línea de izquierda. Quizá ahora haya un ala más moderna [de la izquierda], pero no es un movimiento necesariamente hacia el centro”, indica.

Fracturas internas
Lo cierto es que la falta de cohesión de la bancada oficialista de Perú Libre ya existía, por lo que el cambio de gabinete lo que ha logrado es visualizar con más claridad estas fracturas internas entre el grupo de maestros más cercanos al presidente Castillo, los militantes de partido vinculados a Vladimir Cerrón y un grupo más pequeño de liderazgos y figuras regionales con mayor independencia en el partido, señala Radzinsky.
Una de las primeras reacciones al gabinete ministerial liderado por Mirtha Vásquez provino desde el mismo partido oficialista. La vocería oficial de Perú Libre indicó que no respalda este gabinete, porque consideran una “traición”. No obstante, congresistas del mismo partido se pronunciaron independientemente que apoyarán el cambio ejecutado por el presidente Castillo en aras de la gobernabilidad.
“La gran prueba para medir cuán fracturada está la bancada se dará cuando se de la cuestión de confianza en el Congreso y se escuchen las intervenciones de los congresistas”, añade.
No obstante, Godoy considera que el perfil de la presidenta del Consejo de Ministros podría garantizar que gran parte de los congresistas de Perú Libre se mantengan en línea con las políticas del Gobierno de Castillo.
En este escenario, el avance del proyecto de Asamblea Constituyente, promovido por la bancada de Perú Libre sigue manteniéndose como un riesgo para el país, aún cuando su viabilidad es poco probable, indica Radzinsky.
“No tienen los votos para la Constituyente, ni la legitimidad porque la mayoría de la ciudadanía tampoco la respalda. Pero insistir sobre este punto es un riesgo pendiente, que no contribuye en un escenario como el que estamos”, concluye.
*Esta nota fue escrita con la colaboración de Lucero Chávez
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