Carlos Londoño fundó hace 19 años On Vacation con el objetivo de democratizar los viajes all inclusive en Colombia. Puso a viajar a la clase media cuando Decameron era el rey del negocio y hoy su cadena suma más de 20 hoteles a nivel nacional e internacional. Ahora busca seguir revolucionando la industria con espacios coworking y hasta servicios de Helicóptero.
En una pequeña oficina, ubicada en el sexto piso de un edificio en el norte de Bogotá, entra Carlos Londoño. Son apenas las 4 de la tarde y el sol golpea la gigantesca ventana del lado derecho del recinto. Saluda, extiende la mano, se sienta en un pequeño sofá y brinda una sonrisa. Se dispone a cumplir una cita de una hora tras desembarcar de un viaje por Europa.
“He querido toda la vida a Bogotá, aunque la verdad he sido un nómada colombiano”, dice el empresario paisa minutos después de cruzar un par de palabras con Forbes. “Hoy hablan de las nuevas tendencias, de los nómadas digitales, pero, la verdad, mi forma de trabajar siempre ha sido así: entre dos o tres días en cada ciudad de Colombia y algunos otros países de Latinoamérica”.
Su estilo nómada, como reconoce, se ve también en su descomplicada forma de vestir. Lleva una camisa azul, buzo de capota, jeans claros y tenis. A simple vista, no es un hombre de cuello blanco del mundo corporativo. El acartonamiento no va con él. Por el contrario, es un personaje sencillo, extrovertido, amable y sagaz, que ha sido artífice de desarrollar y consolidar el modelo all inclusive en el turismo nacional.
Si lo vieran por la calle pasaría desapercibido. En la playa, aún más. Pocos lograrían reconocerlo, pero quizás es su esencia: la humildad. Carlos es el hombre detrás de la cadena hotelera On Vacation, una empresa que nació hace 19 años con el propósito de democratizar las vacaciones con planes todo incluido. “Esta empresa no es mía”, dice con firmeza. “Es de los más de tres millones de colombianos que han viajado con ella, y claro, de los más de 5.000 empleados directos e indirectos que tenemos”.
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Fiel a su nombre, On Vacation, que significa en español, ‘de vacaciones’, ha puesto a viajar a millones de colombianos en las casi dos décadas en el mercado. Su fórmula ha calado bien en la clase media, lo que les ha permitido crecer a pesar de las dificultades. Hoy completan 20 hoteles en Colombia y Latinoamérica, una fuerza comercial de 4.000 personas, alianzas con 2.300 agencias de viaje y un poco más de 1.500 habitaciones disponibles. Las cifras enorgullecen a Carlos, quien advierte, entre risas, que lo mejor está por venir.

“Es curioso porque ahora nosotros tenemos el nombre más lindo del mundo: somos On Vacation. Estamos de vacaciones hoy en día a la luz de la pandemia. Vivimos de vacaciones, pues trabajamos, hacemos nuestros deberes, estudiamos, pero estamos de vacaciones. Tenemos más tiempo para nosotros y para nuestras familias”, sostiene el empresario.
On Vacation ya prepara toda su operación para resarcir el impacto de la crisis generada por el covid y poner a volar a los colombianos. Carlos es optimista frente a lo que viene, da puntadas sobre la estrategia y explica que estiman mover más de 250.000 pasajeros este año, que se traducirían en por lo menos 1 millón de noches hoteleras. Las proyecciones son ambiciosas para una compañía que se ha hecho a pulso, con un líder que empezó vendiendo paletas en Medellín hace varios años.
19 de septiembre
Construir una empresa que, al cierre del 2019, antes de pandemia, vendió más de $360.000 millones, no ha sido fácil. Carlos es un hombre de provincia, oriundo de Medellín, al que desde niño se le inculcó el espíritu emprendedor desde casa. “Mi mamá toda la vida me dijo: Tú no vas a ser empleado como yo. Tu vas a ser emprendedor, vas a ser empresario, así sea de un carrito de mangos”, recuerda.
Desde muy joven mostró sus habilidades comerciales y su capacidad para los negocios. Tenía 12 años cuando montó una fábrica de paletas en casa, luego vendió arroz tostado molido y se consagró con las chocolatinas y las tarjetas de Navidad. Aunque vivía en un barrio de clase media, su madre, médica, por cierto, lo envió a Bogotá a estudiar administración en la Universidad de los Andes. Llegó a los 17 años a la capital y en medio de sus estudios empezó a vender excursiones de colegio.
Su primer acuerdo lo cerró con el Colegio Nueva Granada para un viaje a San Andrés en 1995. Ganó $5’600.000, de la época, que invirtió para seguir creciendo. Mientras estudiaba, fundó su primera empresa Tour School, con la que ofrecía viajes todo incluido para los colegios. “Llegamos a dominar más o menos el 80 % del mercado de clase media y media-alta de Bogotá, Cali, Medellín y el Eje Cafetero. Ahí fue cuando empecé a trabajar muy cerca con Decameron”, dice Carlos.
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Conoció al argentino Lucio García, fundador de los hoteles Decameron, cuando apenas tenía un cuarto de siglo de edad. Para entonces, la cadena lideraba los servicios all inclusive en Colombia, con propiedades en varias ciudades estratégicas del país. Carlos encontró una oportunidad en este nicho, que muy pronto explotó cuando fundó, en 2002, On Vacation, una firma que inicialmente nació para ofrecer precios a la mitad de Decameron con servicios similares.
“Arrancamos con un hotel en San Andrés. Encontramos una oportunidad en una isla que estaba en transición, cambiando de ser el proveedor de los sanandresitos a volverse una linda isla netamente turística”, recuerda el empresario. On Vacation se enfocó en alquilar propiedades, transformarlas y sacar un producto todo incluido, divertido y económico. Aprovechó la capacidad de las aerolíneas y se convirtieron, según dice, en el principal charter de Latinoamérica.
Su primer hotel lo rentaron por $5 millones, de los cuales $2 millones eran para la dueña, mientras $3 millones para ir mejorando la propiedad. Eran 50 habitaciones, a las que rápidamente se sumaron nuevos alojamientos. Recuerda el empresario que de ahí nació la resiliencia y tenacidad que les permitió crecer su oferta un par de años después al Amazonas, el Eje Cafetero, Girardot, La Guajira y San Andrés; y destinos internacionales como Cancún y Orlando.
Pero en el viaje para alcanzar la gloria, de a pocos, sin préstamos de entidades financieras, como afirma el empresario, se han presentado baches y momentos difíciles. Y no solo la pandemia, que, incluso, como dice, fue una lección que les permitió ajustar el modelo, avanzar en transformación digital y adaptarse a las nuevas condiciones del mercado. “Para mí la pandemia es maravillosa y nos ha permitido adaptarnos más rápido a las nuevas realidades, a cambios que nos hubiera tardado muchísimos años más”, dice.
“Ha sido un pionero del turismo nacional, apoyando siempre al sector y a nuestro gremio. Ha diversificado su producto turístico accesible que tiene hoy en San Andrés, Guajira y Amazonas para que más colombianos tengan la oportunidad de llegar a esos destinos”
paula cortés, presidenta de anato
Cuenta que llegaron al 2020, de hecho, con un entrenamiento brutal y tras sortear, quizás, uno de los momentos más difíciles para la compañía. Justamente recuerda que fue el 19 de septiembre de 2017 el día en el que todo cambió. Los medios de comunicación reportaron la declaración de huelga de los pilotos de Avianca, una situación atípica que puso sobre las cuerdas, curiosamente, a On Vacation.
El 95 % de la operación charter era con Avianca, por lo que el día que se anunció el paro se canceló el servicio. “A nosotros no nos volvieron a hacer chárter durante un año. Era la aerolínea más confiable en ese momento, pero lo que era lo más confiable resultó ser lo más perverso para nosotros”, recuerda con gracia.
Se adaptaron a las condiciones del mercado, hicieron aliados a Viva y Wingo, y sobrellevaron la situación. Hoy, tras varios momentos difíciles, Carlos destaca que la necesidad los ha llevado a reinventarse día tras día. Ahora que ya están saliendo del ocaso que generó el covid, ven con buenos ojos la recuperación del turismo en Colombia y las expectativas turísticas en destinos paradisíacos como La Guajira y el Amazonas, dos centros de operaciones en donde enfocan su estrategia.
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Cálculos de la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco) estiman que a diciembre de este año la ocupación promedio del año podría cerrar en 47,6 %, una cifra que gradualmente se irá elevando hasta el 2023 cuando se alcancen niveles precovid. Carlos ve bien este panorama e incluso revela que la operación de la cadena ya está al mismo ritmo que en 2019.
En medio de esta recuperación, y ante el impacto que ya ha tenido la Ley de Turismo en el país, On Vacation ya prepara la apertura de cinco hoteles este año. “Estarán en San Andrés, La Guajira, Amazonas y Magdalena”, dice el empresario, quien además en los últimos años ha invertido en por lo menos 50 empresas, unas fallidas y otras exitosas. “De pronto tenemos una sorpresa, o para Orinoquía o para el Pacífico. Estamos viendo qué pasa”.

Aunque en 2020 delegó la presidencia de la cadena a Laura Muñoz – quien fuera vicepresidenta ejecutiva – para dedicarse a otros asuntos y negocios, advierte que se mantiene al tanto de la operación. Revela que con los cambios que se han acelerado en los últimos meses, se avanza en el desarrollo de espacios coworking en sus hoteles para quienes pueden ahora conjugar el trabajo con los viajes.
Este servicio, revela, estaría disponible a partir del primer semestre de 2022 y les permitiría complementar la oferta en sus hoteles. Algo similar ya se ha adaptado en las grandes multinacionales como Marriott y Hilton, que han volcado su operación para atender la nueva demanda que se creó con los cambios laborales de la pandemia.
A la nueva tendencia también se sumaría un proyecto que irrumpiría la manera en la que la clase media colombiana hace turismo. Si bien Carlos no menciona en concreto las inversiones que tiene en otras compañías, sostiene que trabaja en el nuevo Uber de los helicópteros. “Queremos revolucionar el negocio y que se puedan pedir helicópteros por aplicación para que lleguen a los helipuertos que hay en Bogotá, por ejemplo”, argumenta.
Su nueva apuesta nació en pandemia y la bautizó Volar, un nombre sencillo, con impacto, que espera cambiar los viajes en este tipo de transporte, según explica. Argumenta que quieren replicar lo que se hace en Estados Unidos, pero ahora en Bogotá, Cundinamarca (Sesquilé y Guatavita) y Valle del Cauca (Lago Calima).
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Adelanta en primicia a Forbes que lanzarán On Vacation Helicopters, un servicio que se comercializaría con los planes de la cadena hotelera para complementar las nuevas experiencias de los usuarios. Con estas nuevas apuestas, se retomaría la senda de crecimiento y se seguiría aportando al desarrollo turístico del país, una fiel promesa que tiene Carlos quien cree que Colombia aún es un tesoro sin descubrir.