El director de orquesta Carlos Ágreda cosecha reconocimientos a escala internacional y lanzará su primer disco de música sinfónica. Es uno de los ganadores designados de la primera edición del Concurso Internacional de Dirección de Róterdam

Por: Manuel Grajales

Aquel día de mediados de agosto de 2021 fue especial para Carlos Ágreda. Esa era la primera ocasión que dirigía a la Orquesta Filarmónica de Bogotá con un repertorio que incluyó obras de Mozart, Strauss y Ravel.

Un hecho muy significativo para alguien cuya carrera todavía se considera en ciernes. Pese a ello, a sus apenas 3O años, Carlos ya se ha sumado importantes logros y se ha hecho merecedor a diversos reconocimientos internacionales gracias a su enorme talento.

Durante una breve pausa en Colombia, luego de vivir en Nueva York y, a punto de mudarse a Alemania, Ágreda se toma un tiempo para conversar con Forbes Life. La charla gira en torno a cómo se convirtió en el tercer colombiano en pertenecer al conservatorio de música clásica más exclusivo que existe; qué le significó ser elegido como uno de los seis mejores directores jóvenes de orquesta en el mundo y el próximo lanzamiento de su primer disco de música sinfónica.

Ágreda no repara en asegurar que, a pesar de haber participado en diversas competencias, su experiencia en ellas no había sido del todo buena, porque la dirección de orquesta tiene muchas dimensiones. “No es solamente mover la batuta”, dice mientras toma una que tiene cerca de él y la agita con la mano. “Ha estado estudiando toda esta semana”, comenta riendo.

Sin embargo, su presencia hace unos meses en el Concurso Internacional de Dirección de Róterdam (ICCR) fue distinta. Ahí, asegura, el jurado tomó en cuenta otros aspectos para evaluar a los directores de orquesta desde una perspectiva más completa. En la ronda inaugural, Ágreda fue elegido como uno de los seis ganadores.

A finales de mayo de 2022, el director bogotano regresará a la sede de la competencia en los Países Bajos para la recta definitiva. “Estoy muy emocionado porque tendré la oportunidad de dirigir a la Orquesta Sinfónica de Róterdam y por todas las posibilidades de desarrollo que brinda el concurso”.

Esta noticia le permitió tomar, de una vez por todas, la decisión de radicar en Alemania, pues piensa que es el lugar idóneo para prepararse.

Un proyecto del corazón

En febrero de 2022, el joven director de orquesta lanzará el primer disco con sus composiciones sinfónicas, cuyo estilo muchos han descrito como neoclasicismo colombiano.

El bogotano encontró inspiración en famosos compositores latinoamericanos que han seguido dicha corriente, así como en la música popular y folclórica colombiana. “De principio es algo muy clásico. Digo que es la primera etapa del proyecto porque ahora ya estoy empezando a explorar otros caminos, incluyendo otros géneros como la música electrónica”.

Ante la pregunta expresa de si hubo alguien que lo influyera e impulsará a dedicarse a la dirección de orquesta, Carlos Ágreda levanta la mirada como tratando de encontrar en su memoria algún nombre Después de algunos segundos atina al mencionar a músicos famosos del siglo XX como Claudio Abbado o Leonard Bernstein. Y no se olvida de sus maestros y personas cercanas a su círculo familiar.

Pero luego de un breve lapso concluye: “Si tengo que mencionar a alguien en específico que me haya inspirado esa pasión [por la música], pues, en realidad fui yo mismo”.

Proveniente de una familia que veía con cierto temor la posibilidad de que se dedicara a la música, Ágreda tuvo que convencerse a él y convencer a las demás personas que la dirección de orquesta era el camino correcto.

Tras concluir sus estudios universitarios de música en su natal Colombia, Ágreda supo que era momento de mirar más allá de las fronteras latinoamericanas. “Es una respuesta triste, pero llena de esperanza”, comenta al reflexionar sobre el hecho de sentir que en el país había llegado a un techo en el cual no podía seguir desarrollándose como él lo había soñado. “No había oportunidades, no había maestrías, ni forma de seguir creciendo”.

Eso lo llevó a instalarse en Inglaterra para estudiar en el Royal Northern College of Music. Ahí surgió la invitación para audicionar y ser elegido en el Curtis Institute of Music.

“Creo que ese ha sido el reto más grande de mi vida. Esa audición fue muy difícil, pero estar allí, hablando de crecimiento, es como si no hubiera límites”, agrega al recordar esos días.

De esta forma se convirtió en, apenas, el tercer colombiano que ha sido parte de la prestigiada institución. “Parte de mi misión es que mucha gente conozca y disfrute la música sinfónica”, concluye Carlos Ágreda.