La cadena hotelera, de propiedad del empresario colombo-boliviano Germán Efromovich, lanzó nuevas formas de hospedaje y optó por un servicio de 'cocinas ocultas'. Laura Quintana, CEO encargada, cuenta detalles sobre cómo sobrevivieron a la crisis.
2020 fue quizás uno de los peores años para la industria hotelera. Las cuarentenas generales, las restricciones a la movilidad y la poca actividad del sector turístico pusieron a prueba a los empresarios. Mientras algunos optaron por reducir sus negocios y recibir ayudas del Gobierno, otros volcaron sus esfuerzos para no solo reconfigurar su operación, sino también agilizar la transformación.
Movich, de propiedad del empresario colombo- boliviano Germán Efromovich, sorteó precisamente estas dificultades y logró salir avante de la tempestad económica que impuso la pandemia. La cadena hotelera optó por ajustar su caja, cuidar el recurso humano y hacer un estricto plan de costos, tres factores que le permitieron mantener en operación sus más de 1.300 habitaciones en los ocho hoteles que tienen en el país.
“La clave fue analizar y reorganizar todo lo que veníamos haciendo, enfocándonos en los particulares. Hemos sido una cadena más del mercado corporativo, pero en la pospandemia la reactivación se dio en los particulares. Nosotros, nos enfocamos en eso”, cuenta a Forbes Laura Quintana, CEO encargada de Movich.

Quintana, quien estuvo al frente del cañón en la vicepresidencia administrativa y operativa de la cadena, resume que el objetivo fue tomar nuevos nichos de mercado, aprovechar la reactivación y ser cuidadosos con los costos y el recurso humano.
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Así, si bien vieron reducida la ocupación de sus hoteles por la situación del país, impulsaron nuevos servicios ante la consolidación de las nuevas tendencias de turismo que dejó el covid-19. De ahí a que lanzaron dos nuevas formas de hospedaje, Movich Light y Movich Home, las cuales fueron el preámbulo para retomar lo que se venía haciendo en 2019.
Cuenta Quintana que su modelo Light se diseñó para un nicho de mercado que busca simplificar su estadía y viajar más ligero. Movich Home, por su parte, nació con el objetivo de atrapar esa demanda que va por hospedajes de larga y mediana estadía, pues es un nicho de mercado que apuesta por alojamientos de mínimo 30 días gracias a las bondades que ha permitido el teletrabajo.
“Nos enfocamos en lanzar esos nuevos productos. (….) Para aquellos viajeros que quieren una mayor estadía, que quieren hacer un coliving y vivir en diferentes lugares, sacamos Movich Home, una propuesta con todos los beneficios del hotel que se ha adaptado bien al mercado”, destaca la ejecutiva.
Aunque a partir de esta reconfiguración del negocio Movich logró rescatar algo de lo perdido en los primeros meses de pandemia, la verdadera recuperación se dio gracias a la agresiva estrategia comercial de la cadena y a que, incluso, incursionaron en otras líneas de negocio.
Un ejemplo de su reinvención se materializó con el lanzamiento de ‘cocinas ocultas’, que permitieron consolidar una oferta gastronómica distinta a las tradicionales y jalonar los ingresos de la empresa. De esta manera, optaron por la comida casual food e italiana y listaron sus productos por las plataformas de domicilios.

“Es una línea de negocio interesante que va creciendo”, dice Quintana. “Conformar una marca no es tan fácil, pero la de Movich ya es reconocida por su calidad, por su diversidad, y por tener algo distinto a lo tradicional que es hamburguesa, pizza, etc”.
Movich espera cerrar 2021 con ingresos superiores a los $70.000 millones, pese a que, según dice la ejecutiva, continúa la incertidumbre por posibles nuevos cierres ante un eventual cuarto pico de pandemia.
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La cadena espera consolidar estos resultados ahora que continúa lanzando nuevos productos y servicios para complementar su portafolio. En su más reciente apuesta, incluso, sacó al mercado Movich Cycling, una estrategia con la que espera atraer turistas nacionales y extranjeros que estén interesados en conformar grupos para rodar por las montañas colombianas.
“Es básicamente una alianza entre Movich y EK Cycling, que básicamente es que tengan el alojamiento, la comida y toda la experiencia. (…) Creemos que hay un potencial interesante, y esto está basado en la tendencia que hay a nivel mundial de volcarse que hay a un deporte como el ciclismo”, concluye.