Analistas destacan que la oferta de 'toma hostil' es inviable, pues el nuevo inversionista tendría que quedarse con la participación del Grupo Empresarial Antioqueño. Acá un resumen sobre lo que necesita saber del billonario negocio que está sobre la mesa.
Una ‘agresiva’ oferta de compra se dio a conocer en la noche de este miércoles luego de que la Superintendencia Financiera anunciara la autorización para hacer una Oferta Pública de Adquisición (OPA) sobre las acciones de Nutresa. Se trata de un movida empresarial en la que Jaime y Gabriel Gilinski plantean adquirir más de la mitad de la organización para quedarse con el control total del grupo.
La familia Gilinski, que alcanza un patrimonio por US$3.700 millones, según Forbes, busca adquirir una cantidad mínima de acciones equivalente al 50,1% y máxima de 62,6%. Según informó la Superfinanciera, el precio de compra por cada título se valora en 7.71 dólares, que, en pesos colombianos, equivale a $29.000 con la tasa de cambio de este miércoles.
La valoración que hacen por cada una de las acciones de Nutresa se ubica un 37% por encima del mercado, pues al cierre de la jornada de ayer el título cerró en $21.740. Aunque aún no se conocen mayores detalles sobre la operación, la Superintendencia le ordenó a la Bolsa de Valores de Colombia suspender la negociación bursátil de Nutresa a partir de este jueves.
Lea también: Oferta de ‘toma de hostil’ por Nutresa, los fabricantes de la chocolatina Jet y galletas Saltín Noel
La sorpresiva determinación tomó desprevenido al mercado, que de entrada calificó como una oferta de ‘OPA hostil’. Este término, como algunos analistas lo resumen, es cuando uno o varios inversionistas quieren tomar el control de una compañía en una sola movida y sin negociar, o hacer un preacuerdo, con el equipo directivo.
Así, buscan adquirir todos los títulos de los accionistas, o buena parte de ellos, para alcanzar el control del activo, en este caso Nutresa.
La toma hostil por el grupo, que tiene 38 empresas en Colombia, 7 en costa rica, 2 en Guatemala, 6 en México, 5 en Panamá y 5 en Estados Unidos, entre otras, se podría lograr en el sentido técnico, pese a que en la práctica no es muy viable, según destacan los analistas.
La razón se debe a que el Grupo Empresarial Antioqueño (GEA), dueño mayoritario de Nutresa, tendría que vender toda su participación en la compañía, una movida que no sería estratégica por la naturaleza del negocio y la importante presencia que ha alcanzado en los 75 países a donde exporta algún tipo de producto.
Según un informe de accionistas, al cierre del 31 de diciembre de 2020, Grupo Sura y Grupo Argos, del GEA, tienen una participación del 45.08%, mientras que el Fondo de Pensiones Porvenir un 6.31%, el Fondo Bursatil Ishares Colcap un 3.97% y el Fondo de Pensiones Protección un 3.32%.
En un análisis grueso, el nuevo inversionista tendría que convencer a por lo menos Sura, Argos y un par de fondos de pensiones para alcanzar el mínimo planteado de 50.1%. Destacan los analistas que dicha operación es complicada, pues varios accionistas tendrían que estar de acuerdo con salir de los títulos y el GEA sumarse al consenso.

Y es que al valorarse a Nutresa con un precio mayor por acción, la Oferta Pública de Adquisición (OPA) se hace interesante para los minoritarios, quienes ven una buena oportunidad de venta. No obstante, en el eventual caso que todos los ‘pequeños’ accionistas vendieran, no se lograría el control mayoritario de la compañía, por lo que la movida no sería estratégica.
Lea también: Jaime y Gabriel Gilinski están tras la billonaria OPA de Nutresa
Otras tomas hostiles
Las OPA’s hostiles son operaciones que han marcado la historia de los negocios e incluso también se han visto, sin éxito, en Colombia. Uno de los casos conmemorativos es precisamente el nacimiento del Grupo Empresarial Antioqueño, que tiene su génesis en un intento de toma hostil por parte del magnate Carlos Ardila Lülle, Julio Mario Santodomingo y Jaime Michelsen Uribe.
Cuenta el periódico El Colombiano, en una de sus reseñas históricas, que el nacimiento del Sindicato Antioqueño, o GEA, se dio luego precisamente luego de que los grandes empresarios de ese departamento se percataran de la incidencia que estaban teniendo los industriales de la capital en las compañías de la región.
Así, pese a que en un principio los ejecutivos fueron comprando participaciones accionarias en empresas como Coltejer y Nacional de Chocolates (hoy Nutresa), quedándose con una cuota importante, se lograron permutas que permitieron ‘recomprar’ las empresas antioqueñas y conservar el capital paisa.
De ahí a a que quienes entonces lideraban las grandes empresas en ese departamento, Suramericana, Cementos Argos y Nacional de Chocolates, lograron establecer enroques, con cruce de acciones de varias compañías, que evitaron que el capital foráneo se apropiara de las mismas.
Una situación similar ocurrió en la década de los 80’s cuando el Banco de Bogotá, entonces propiedad del Grupo Bolívar, quedó en manos de Luis Carlos Sarmiento Angulo, el hombre más rico del país. En su momento, la movida fue tildada como hostil, pues silenciosamente el magnate logró comprar acciones del Banco, que lo llevaron a tener 48% de participación.
El Grupo Bolívar, de la familia Cortes Osorio, se percató de la situación, pero no logró frenar las maromas de Sarmiento por falta de liquidez. A esta puja tuvo que entrar el Gobierno Nacional, que tomó el control de la entidad, pero años más tarde la vendió al mejor postor.
Sarmiento, quien para entonces ya tenía el Banco de Occidente, la Corporación Financiera de los Andes, Seguros Alfa y la Corporación de Ahorro y Vivienda Las Villas, se quedó finalmente con el Banco de Bogotá, una movida que lo convirtió en uno de los banqueros más importantes del país.
A estos casos se suma también el más reciente ocurrido en Europa, en el que la aerolínea líder del ‘low cost’ en el continente, Ryanair, dueño de Viva en Colombia, busca quedarse con Alitalia, en una adquisición estratégica para ganar mercado en ese país y hacerse con los ‘slots’ de la compañía.
Convierta a Forbes Colombia en su fuente de información económica y de negocios.