El teletrabajo y la pandemia han derivado en un aumento del 20% en el nivel de inmuebles residenciales disponibles para arrendar en las grandes urbes del país. Las ciudades intermedias son las nuevas favoritas y los precios en ellas empiezan a subir.

Los anuncios de ‘se arrienda’ y ‘se vende’ se convirtieron en la constante de las principales ciudades del país este 2021; una de las consecuencias en el mercado inmobiliario que dejó la pandemia del coronavirus.

El deseo de salir de la ciudad y el teletrabajo han sido determinantes para que ahora Bogotá, Medellín y Cali tengan un aumento del 20% en la oferta de inmuebles residenciales en arriendo respecto a la que tenían en el mismo periodo del 2020, según datos del portal de vivienda Fincaraíz. Mientras que la oferta de estos espacios creció 37% en el primer semestre del año, la demanda solo subió un 12% durante el mismo periodo

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El éxodo de residentes de las grandes urbes ha hecho que el precio promedio de arriendo en ellas disminuya. En Bogotá, por ejemplo, el valor promedio del metro cuadrado cayó 1,5%; lo mismo ocurrió en Cartagena, la ciudad con arriendos más costosos del país, según información de Fedelonjas, en donde hubo una reducción del 18%.

Entonces, ¿a dónde se están yendo los ciudadanos? A municipios intermedios con menos de un millón de habitantes que ahora están viendo una subida de precios ante la llegada de nuevos residentes. En Antioquia, por ejemplo, Rionegro, El Retiro y La Ceja presentaron una variación de +10%, lo mismo ocurrió en las zonas aledañas a Cali (+9%) y Bucaramanga (+8%). En Soacha, Mosquera e Itagüí, los precios esubieron 18 %, 7 % y 6 % respectivamente, reportó Properati.

En cuanto a la oferta de inmuebles residenciales en venta, Bogotá también encabeza la lista. De acuerdo con Properati, la capital tiene 58% más viviendas disponibles en el mercado, seguida de Medellín (10%) y Cali (7%).

El repunte del estrato 3

El denominador común en este nuevo contexto del mercado inmobiliario en las grandes ciudades es la preferencia por lugares con precios más bajos. En Fincaraíz, por ejemplo, el estrato más ofertado en arriendo es el 4, pero lo que los clientes prefieren es el estrato 3, que concentró el 40% de las búsquedas en Bogotá, Medellín, Cali y Manizales.

Este fenómeno ha hecho que en Bogotá y Medellín el precio de los arriendos haya caído en promedio un 3% y 2% respectivamente, explican desde Properati. En Bucaramanga, en cambio, hubo un aumento del 6%, pasando de $901.309 a $985.925. En la capital de Santander el estrato 4 es el dominante y los apartamentos son los inmuebles más buscados para arrendar, seguidos por las casas y los apartaestudios.

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De igual forma, los expertos detallan que la vivienda pequeña ha vivido un repunte desde que llegó la pandemia. A la hora de arrendar, las áreas más buscadas oscilan entre los 41 y los 60 metros cuadrados. Esto, detallan desde Fincaraíz, porque “para muchos millennials la ubicación y la conectividad siguen siendo lo más importantes, privilegiando espacios más pequeños pero mejor ubicados, donde los cuartos son los protagonistas y la sala o el comedor tienen menos relevancia”.

La preferencia por estos espacios es tal, que cuando se habla particularmente de apartaestudios se rompe la tendencia de precios bajos en Bogotá, pues la capital pasa a ser la ciudad con el precio de arriendo más alto de este tipo de inmuebles, con un precio promedio de $1,4 millones.

Lo mismo ocurre en los inmuebles en venta. En un análisis de las 15 ciudades con mayor proporción de apartaestudios, con áreas entre 28 y 60 m2, la firma Properati encontró que los que tienen el metro cuadrado más caro están en Bogotá, con un valor promedio de $5,8 millones. Le siguen Chía con $4,6 millones; Envigado $4,3 millones y Sabaneta ($4,1 millones).

Al hablar de venta de vivienda, el mensaje que desde el Ministerio de Vivienda se ha enviado es que seguirá creciendo. “En Colombia se están comprando más viviendas que en Brasil. Ya somos el país de Latinoamérica en donde más se compran viviendas per cápita”, indicó el ministro Jonathan Malagón. Al día, precisó el jefe de esa cartera, se han llegado a otorgar 450 subsidios a nuevos propietarios, por lo que se estima que el 2021 cierre con 240.000 viviendas vendidas. “43% de las viviendas las compran menores de 40 años, por lo que también estamos frente a la ruptura de una expectativa que hace una década indicaba que los millennials no comprarían vivienda”.

Co-living y amenities

Abandonar la ciudad es para muchos el precio a pagar por tener más espacios abiertos y verdes, piscina, balcón, entre otros amenities. Desde las firmas inmobiliarias han detectado que los compradores y arrendatarios prefieren migrar a zonas en donde puedan contar con estos beneficios extra a precios más bajos.

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“El concepto de wellness, que significa bienestar físico y mental, es cada vez un estilo de vida para más personas. Por eso, las viviendas con jacuzzi, gimnasio, spa y parque han aumentado sus niveles de demanda”, precisa Andrés Vega, CEO de Properati. Por eso, agrega, los espacios de co-living entraron en la lista de los más buscados. “Son viviendas que responden a las nuevas necesidades: muchas zonas sociales, ubicaciones estratégicas, y más espacio”.