La estrategia para salvar a la cadena de supermercados apunta al levantamiento de capital nuevo y al abastecimiento de las tiendas como puntos fundamentales.

A la espera de que la Superintendencia de Sociedades apruebe el plan de reorganización de Justo y Bueno, la cadena de supermercados acaba de recibir la noticia de un apoyo importante para su futuro, pues un grupo de proveedores propuso capitalizar sus pasivos en porcentajes que oscilen entre el 50% y el 80% de su deuda.

Dicha financiación generaría condiciones propicias en términos de balance de la compañía, y sería necesaria para la continuidad del modelo de negocio y para el levantamiento de capital nuevo, según comentó la compañía en un comunicado de prensa.

El interés, que proviene tanto de un fondo de inversión colombiano como de uno internacional, no solo apunta a salvar la compañía, sino también a los casi 20.000 empleos y las más de 450 micro y pequeñas empresas que le proveen a la cadena de supermercados.

Un punto importante para lograr este objetivo se centra en el abastecimiento de las tiendas. En este aspecto, los acreedores propusieron constituir una estructura fiduciaria o patrimonio autónomo que permita aislar el riesgo de los nuevos despachos y garantizar el pago de éstos a los proveedores y de las obligaciones a colaboradores, arrendadores y demás aliados.

Teniendo en cuenta que la irrupción de los inversionistas no logra cubrir la totalidad de la deuda de la empresa, los accionistas iniciales manifestaron su disposición de perder su capitalización con el fin de salvar la empresa, teniendo en cuenta que más de 100 compañías podrían terminar en insolvencia si no se salva Justo & Bueno. 

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