Sector privado y sector público del departamento del Atlántico definieron un plan de acción enfocado en condominios campestres cerca al mar. Camacol considera que este segmento podría agregar 50.000 viviendas nuevas en el país en los próximos cinco años.
La devaluación del peso frente al dólar y el euro de los últimos años, millones de personas buscando lugares donde relocalizarse con el trabajo remoto, así como extranjeros y colombianos en el exterior queriendo retirarse en el país, han fijado una oportunidad para el departamento del Atlántico: ofrecer casas cerca al mar.
Un testigo de que esto es algo que puede funcionar es Manuel García Turizo, el presidente de El Poblado, una empresa fundada en Barranquilla que se ha expandido a varias regiones del país, que desde hace 19 años ha insistido en convencer sobre el potencial de proyectos urbanísticos campestres, en zonas aledañas a las grandes urbes.
“Nuestros proyectos enfocados en familias de ingresos medio alto iniciaron para darles la oportunidad de tener una casa campestre en complejos que tienen piscinas, parques ecológicos y canchas deportivas”, explica García Turizo. “Pero cuando exploramos ferias en el exterior, nos dimos cuenta que esto es algo que también quieren extranjeros y colombianos en el exterior. Por ello decidimos tener una oficina en Madrid donde hemos facturado $5.000 millones (pesos colombianos) y para 2022 aspiramos a tener una en Estados Unidos”.
Justamente, en las zonas costeras del Atlántico, a 28 kilómetros de Barranquilla, se tiene prevista la construcción 2.900 viviendas en los condominios campestres Velamar, Jwaeirruku y Altos del Mar, que, de acuerdo con El Poblado, representan en el largo plazo una inversión de $1,6 billones en el departamento.
Para la gobernadora del Atlántico Elsa Noguera, estos proyectos generan empleo, disparan el consumo y agregan recursos permanentes por medio de impuestos prediales a los municipios de Puerto Colombia, Tubará, Juan de Acosta y Piojó, que cabe decirlo, son economías casi que estancadas que poco han crecido en los últimos años.
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“La zona costera estuvo inexplorada por muchos años”, comenta Noguera. “Nosotros estamos haciendo las inversiones para promover la segunda casa y el turismo en el Atlántico, articulando sector público con el privado vamos a multiplicar las oportunidades para la gente. Esta zona está llamada a integrar el turismo de Barranquilla, Cartagena y Santa Marta”.
Esto, explica, se concreta con la construcción de vías, hospitales y atractivos turísticos como el Malecón del Mar, en el municipio de Puerto Colombia, para el que se prevén inversiones de 1,2 billones, para darle un empujón a sectores como el gastronómico y abrirle la puerta a deportes nauticos.
El plan coincide con la estrategia “Tu Casa en Colombia, Tu Mejor Destino” de Procolombia que ha priorizado al Atlántico, para que privados lleven sus proyectos a espacios comerciales en el exterior, de acuerdo con Juan Esteban Vásquez, representante de la oficina regional de Procolombia.
Camacol estima que cada año en Colombia se están produciendo 220.000 viviendas nuevas y que la atracción de extrajeros y colombianos en el esterior, podría tener un impacto de $10 billones en el país. “Con 5 millones de connacionales viviendo en el exterior y otros extranjeros interesados, se podrían agregar 50.000 viviendas nuevas en los próximos cinco años”, complementa el vicepresidente técnico de Camacol Edwin Chirivi. “El departamento del Atlántico tiene uno de los mayores potenciales del país para esto”.