Catalina Bretón, gerente de Nu Colombia, filial de Nubank, explicó a Forbes el impacto que la salida a bolsa tendrá en la operación colombiana y por qué se demoraron las entregas de las tarjetas de crédito en el país.
Aunque Nubank es gigante, como quedó demostrado en su salida a bolsa el jueves, ratificándose como el neobanco más valioso del mundo, su filial en Colombia, Nu Colombia, todavía no es un fuerte jugador en el mercado ni el mayor emisor de nuevas tarjetas de crédito, como ya lo es en Brasil y México, y durante su fase inicial, las primeras tarjetas de crédito duraron varios meses en entregarse.
De los más de 300.000 que se inscribieron en la lista de espera, solo 37.500 clientes tienen su ‘moradita’ en Colombia, de acuerdo con documentos presentados ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés), una cifra minúscula para el total de 48 millones de clientes globales que tiene Nubank.
“Todavía no podremos dar tarjetas de crédito a todos los que la han solicitado”, explicó en entrevista con Forbes Catalina Bretón, gerente de Nu Colombia, en una videollamada desde una de las salas de junta del edificio de la Bolsa de Valores de Nueva York. “La demora fue que estábamos desarrollando un producto para el cliente, pensado para los colombianos y en paralelo desarrollando nuestra propia tecnología”.
Bretón agrega: “Lo veo como esos edificios que todo el mundo dice que no anda, pero están creando esos cimientos fuertes. Eso fue lo que nos dedicamos a hacer en el 2021”.
David Vélez, el colombiano que fundó y es CEO de Nubank, afirmó en una videollamada, que tras recaudar US$2.600 millones en la oferta pública inicial (IPO, por sus siglas en inglés), “mucho de este capital va para Colombia y México”.
La intención es tanta, que el jueves aparecieron en Wall Street, junto a la bandera de Brasil, donde creó la compañía, las banderas de Colombia y México.

“A mi se me escurrieron las lágrimas cuando vi la bandera de Colombia ahí”, confiesa Bretón. “Para nosotros es un punto de partida, no un punto de llegada. Hasta ahora estamos comenzando, siempre decimos que es el día uno, mucho del capital irá para el crecimiento y para reinvertir en los clientes”.
En Colombia, donde son un equipo de más de 170 empleados, tienen una cultura híbrida en donde los empleados deciden si quieren ir a la oficina o trabajar desde casa. Muchos de los que están contratando son programadores e ingenieros de sistemas, pero también agentes de servicio al cliente.
“Cuando yo entré, yo pensé que esto era como en todos lados que dicen que están obsesionados con el cliente, pero acá nos tomamos eso en serio, todo lo pensamos para el cliente y en su experiencia”, apunta Bretón.
Nu Colombia está creando un hub de tecnología y de diseño, que tiene una inversión proyectada de US$500 millones. De ahí han surgido los primeros productos locales como Betty, un algoritmo que aporta un puntaje de crédito alternativo que combina el historial crediticio con la información de comportamiento de los clientes potenciales; la tarjeta de crédito virtual temporal, que permite crear tarjetas y eliminarlas y la incursión en Apple Pay, siendo una de las primeras entidades que otorga el beneficio.
En el mercado ya existen otras tarjetas de crédito que como la de Nu no cobran cuota de manejo, como la Rappicard de Rappi, la ‘Tarjeta Libre’ de Bancolombia, la OneLight de Scotiabank Colpatria y la de Lulobank, el neobanco que ha abierto una lista de espera.
“Algunas de las iniciativas que están surgiendo son imitación, lo cual nos parece muy bien porque eso beneficia a los usuarios”, recalca Bretón.
La gerente de Nu Colombia declinó comentar si tienen previsto agilizar la solicitud de licencias ante la Superintendencia Financiera para poder ofrecer más productos o si tienen en la mira alguna adquisición con el mismo fin, pero reemplazó la respuesta por una frase: “Estamos comenzando”.