El 2021 fue un periodo de grandes avances para la industria que dejó pendientes varias definiciones regulatorias.
El mercado global legal de cannabis tiene un potencial gigantesco, por su variedad de aplicaciones a nivel medicinal e industrial; además, del claro potencial que representa el consumo recreacional. Sus amplios atributos lo convierten en insumo de varios subsectores y ya se pueden ver proyectos empresariales serios y exitosos en moda, cuidado personal, medicina y alimentos y bebidas.
Se prevé que para 2026 este mercado llegue a US$54.410 millones y EEUU, Europa y Latinoamérica han empezado a creer más en sus beneficios; tanto, por el bienestar que da a las personas, como, por el impulso económico que está generando.
Los retos principales de la industria
Las empresas que han entrado en operación durante los últimos 6 años, tienen la necesidad de generar ventas para recaudar capital y comenzar a tener balances generales más limpios, menos deudas y flujos de caja positivos. Muy pocas empresas lo han logrado; por ende, los problemas de disponibilidad de efectivo, son uno de los mayores retos.
El 2021 marcó el inicio de un período de consolidación. En Canadá, como mercado precursor, se pudo ver de forma acelerada y esperamos procesos similares en EEUU, Centroamérica y Latinoamérica. En Colombia la expectativa es que inicie en 2022 y dure de 3 a 5 años.
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Las medianas y pequeñas empresas se verán fuertemente afectadas en el corto plazo. En parte, porque el cambio regulatorio no ha pasado a la velocidad que requieren. Muchas de esas empresas se verán obligadas a unirse a los grandes jugadores y crear sinergias operacionales.
El reto recaerá principalmente en el gobierno y en las grandes empresas. Tendrán que apoyar a estos pequeños y medianos cultivadores y productores para que puedan sobrevivir, lo que dejará una industria nacional con menos participantes activos, pero con una posibilidad de competir en el ámbito mundial.
La regulación y sus deudas por saldar
En 2022 los ojos van a estar puestos en EEUU y Europa. 2021 estuvo marcado por muchos intentos en cambios de regulación y por una actitud positiva hacia la apertura de forma regulada y segura del comercio internacional de cannabis.
Desde 2020 en EEUU se ha dado un crecimiento de la Industria, de más del 50%. Aumentó la adopción y el consumo de pacientes y consumidores, quienes encontraron en los cannabinoides unos de los productos de bienestar humano más aceptados en la actualidad.
Este potencial estuvo reflejado en el trámite de proyectos de ley de gran importancia, donde los Republicanos y Demócratas están trabajando en planes por su propia vía para lograr el cambio regulatorio.
Por el lado Republicano destaca el proyecto de ley Mace, donde propone menos impuestos, mayor control del estado y justicia social, con lo que se espera acogida bipartidista. También sobresale que pretende regular el cannabis de manera más acelerada a través de Agencia de Impuestos y Comercio de Alcohol y Tabaco (TTB), en lugar de hacerlo con la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA).
Así mismo, el ‘MORE Act’ le ayudaría a los gobiernos estatales a recaudar impuestos de las actividades de cannabis y eliminaría las penalidades legales que existen ante su uso, por lo que tiene un componente más social.
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Por el lado de los Demócratas, está el ‘SAFE Banking Act’, el intento regulatorio legal más importante que está siendo evaluado en estos momentos. Ha pasado cinco veces por la Cámara de Representantes y esperábamos pasara en 2021. Se prevé sea revisitada por el gobierno en primavera de 2022 y permitiría a las empresas de cannabis tener acceso a mejores instrumentos financieros y a tasas de interés reguladas.
Según nuestros cálculos, ya más de 30 estados han aceptado o van a implementar el uso de cannabis en un corto plazo. Cuando llegue al 80 ó 90% de los estados, se impulsaría la federalización.
En el ámbito global los cambios fueron significativos. El más grande vino con el anuncio del nuevo gobierno Alemán con la legalización total del cannabis recreacional. Como Alemania fue el cuarto país que más contribuyó a la economía mundial en 2021 y es la economía más importante de Europa, da una oportunidad inmensa de exportar productos de origen farmacéutico, flor seca y otros derivados para el uso recreacional.
La expansión ha tenido otros movimientos importantes en México, España, Portugal, Panamá, Malta, Luxemburgo, Israel, Sudáfrica, Australia y por supuesto en Colombia. Todos posicionan al cannabis y su comercio global de una forma muy interesante para el 2022 y 2023.
Las Categorías de negocio que marcarán tendencia
Las fuentes alternativas y los usos alternativos de cannabis siguen tomando fuerza. Los alimentos y bebidas con el uso del cannabis como un ingrediente funcional empiezan a hacer parte de la canasta familiar del consumidor global.
Los métodos de entrega que hagan sentir más cómodos a los usuarios, sin lugar a dudas, presentan otros puntos de acceso para el consumidor del futuro, como: multivitamínicos, gomitas, chocolates y dispositivos tecnológicos de vapeo innovadores, sofisticados y con buen diseño, que entreguen bio-disponibilidad en el organismo. También se encontrarán otros dispositivos de entregar como los parches, las gomas de mascar, tópicos, entre otros.
Autor: Luis Merchán, CEO y Presidente de Flora Growth Corp.
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