Con pizzas de 30 segundos, Little Caesars está cambiando los paradigmas del negocio. Llegaron hace año y medio a Colombia, ya suman ocho tiendas y ahora van por más. Estos son sus planes.
Pensar que una rebanada de pizza recién salida del horno puede estar en tan solo 30 segundos en las manos de un comensal parece imposible. Sin embargo, basta solo con ver el extraordinario proceso que se lleva a cabo en las fábricas de Little Caesars, una cadena norteamericana que hace poco menos de un año y medio llegó a Colombia y la cual ya está cambiando la forma de comer el producto.
Con su tradicional concepto Hot-N-Ready, que implica que las pizzas estén listas para que las personas las compren y se las lleven de la tienda, Little Caesars está ajustando los paradigmas del negocio con algoritmos diseñados para predecir la oferta y demanda en cada una de sus tiendas.
Así ha logrado establecer procesos con tecnología aplicada, en los que son capaces de producir y despachar hasta 100 unidades por hora. “Atendimos alrededor de 640.000 clientes el año pasado. Eso es un alto volumen por punto de venta y es porque la propuesta de valor es realmente valiosa”, dice a Forbes Jaime Press, CEO de la cadena en Colombia.
Press explica que Little Caesars es la pizzería más rápida del país, pues la demora en entregar una caja es tan solo al girarse y ponerla sobre el mostrador. Aunque no comparte la cifra exacta de cuántas rebanas se han despachado desde su aterrizaje en Colombia, lo cierto es que la empresa se ha afianzado fuerte en Bogotá, poniendo en jaque a algunas empresas de la competencia.
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“Somos los últimos de las grandes cadenas que están estableciéndose porque acá ya están varios de ellos. Encontramos que el espacio del negocio de la pizza es inmenso. Se ven muchas cafeterías, mucho pollo, pero aún hay espacio en este sector”, confirma Press, mientras se come una rebana de pizza de tres carnes.
Actualmente hay 2.105 establecimientos de pizza en el país, un negocio en el que se mueven hasta $400.000 millones al año, según cifras de Euromonitor. En este mercado, la mayor tajada se la lleva Domino’s y Papa Johns’s, con un 33% y 22% del total del mercado.
Esto lo sabe muy bien Press, quien admite que llegaron a Colombia para dinamizar el negocio y entregar la mejor calidad de pizza a un bajo precio. “Queremos dedicarnos a las comunidades en donde sepamos que somos bien recibidos. Pizzerías hay muchísimas, pero la verdad es que son muy costosas”, dice.
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Los competidores ofrecen ocho rebanadas por un precio mínimo de $25.000, mientras que Little Caesars le apuesta a una receta ‘low cost’ con pizzas grandes desde $16.900. Explica el CEO que aunque se sienten cómodos en cualquier sector socio económico, la “marca es clase media – clase media baja”.
“Queremos atender a una población que no tiene la posibilidad de comer una pizza de alta calidad y estandarizada”, resalta. “Colombia es un país que reúne todas las características que buscamos: la población, el nivel socio económico y más de 10 ciudades con más de 500.000 habitantes. Todo eso se termina convirtiendo en terreno fértil para crecer”.
La receta del éxito
Desembarcar en Colombia, con un agresivo plan de expansión, ha sido un proceso de años. La receta del éxito se ha logrado consolidar luego de casi siete décadas de trabajo, desde cuando Mike y Marian Ilitch abrieron su primera tienda en Michigan, Estados Unidos.
Hoy, Little Caesars es la tercera cadena más grande de Estados Unidos, con operaciones y franquicias a lo largo de 28 países en los cinco continentes. Se estima que hay por lo menos 6.000 tiendas en todo el mundo, que han convertido a sus fundadores en millonarios, según Forbes.
Tras consolidar operaciones en México – en donde alcanzan 700 tiendas-, Perú y Chile, abrieron en Colombia en agosto de 2020 en pleno pico de la pandemia. Asegura Press que el país está en el radar de toda la corporación a nivel mundial, pues es un caso de estudio ante la expansión que se ha logrado en momentos en los que se registra una recuperación económica.

Las primeras dos tiendas se abrieron en 2020 y a finales del año pasado cuadruplicaron la operación tras alcanzar los ocho puntos en Bogotá. “Puede sonar que no es un gran esfuerzo, pero a nivel operacional y de inversión, cuadruplicarse es un desafío grande”, comenta.
Su receta se ha basado en replicar el concepto de la familia fundadora, tecnificar los procesos, construir fábricas de pizza fresca y ofrecer un servicio inmediato. Todo esto ha ido acompañado de una estrategia comercial que se centra en bajos precios con alta calidad, así como innovaciones de producto que acompañan el concepto.
Press no revela la cifra de inversión por cada uno de los puntos, pero se estima que la construcción y adecuación demanda hasta US$350.000 por cada una de las tiendas.
La apuesta
“¿Qué viene para 2022? Más tiendas, más tiendas”, dice Press al preguntarle por la estrategia de la compañía en el corto y mediano plazo. Pese a que revela en dónde serán los próximos puntos, el ejecutivo destaca que la idea es llegar a 16 este año, con una parte considerable a Bogotá. Hoy tienen ocho puntos.
El ejecutivo también destaca que en menos de dos meses definirán una próxima ciudad, pues ya barajan la opción de aterrizar en Medellín, Cali o Bucaramanga. Aún no hay confirmación de estos planes, pese a que advierte que la demanda está pidiendo un Little Caesars en otras ciudades de Colombia.

“En el término de los próximos dos meses, deberíamos estar definiendo cual será la próxima ciudad. La intención está puesta sobre la mesa y está todo dado para abrir una segunda ciudad con número relevante de tiendas”, confirma el ejecutivo, quien añade que están terminando de pulir los números.
El plan de Little Caesars en Colombia es ambicioso y contempla hasta 50 tiendas en un periodo de tres o cuatro años. Press confía que el mercado continuará expandiéndose, una misma proyección que comparte Euromonitor al estimar que se prevé que el mercado podría incrementar en 32% su volumen a 2025.
Por ahora, tal y como lo dice el CEO, continuarán construyendo comunidad, entregando una pizza de calidad a bajo precio. De esta manera, tienen la visión de desarrollar desarrollar todo un concepto de fábricas de pizza en gran parte de los rincones del país.
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