El presidente Alberto Fernández buscaba un trato que no implicara un fuerte ajuste de la economía que pudiera empujar a más argentinos a la pobreza
Argentina alcanzó un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reestructurar los pagos de una deuda por US$44.500 millones, dijo el viernes el presidente Alberto Fernández, un gran avance en las tensas conversaciones con el organismo en medio de una prolongada crisis financiera.
El país sudamericano ha estado estancado en las negociaciones durante más de un año con el FMI por un programa para reestructurar deuda derivada de un préstamo de 2018 por unos US$57.000 millones, el más grande jamás otorgado por el organismo.
Este viernes el país debe cancelar un pago de unos US$700 millones y enfrenta onerosos pagos en los próximos meses que, según los expertos, le resultarían imposibles de afrontar sin auxilio financiero.
“Teníamos una deuda impagable, que nos dejaba sin presente y futuro y ahora tenemos un acuerdo razonable que nos va a permitir crecer y cumplir con nuestras obligaciones a través de nuestro crecimiento”, señaló Fernández en un mensaje televisivo.
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El mandatario de centroizquierda, que buscaba un trato que no implicara un fuerte ajuste de la economía que pudiera empujar a más argentinos a la pobreza, explicó que el acuerdo no condicionará las políticas económicas del país y que no implicará un abrupto recorte del gasto público.
“Este acuerdo no nos condiciona, podremos actuar ejerciendo nuestra soberanía y llevar adelante nuestras políticas de crecimiento, desarrollo y justicia social”, dijo Fernández.
La reciente incertidumbre por el acuerdo había golpeado los bonos soberanos de Argentina, mientras aumentaba una retórica contra el FMI en el país productor de granos, con protestas el jueves pidiendo al gobierno que suspendiera los pagos.
El principal índice accionario, Merval, los bonos soberanos y el peso que se negocia en el mercado informal se dispararon el viernes tras el anuncio.
“Políticas clave”
El ministro de Economía, Martín Guzmán, reveló más tarde en una conferencia de prensa que el país acordó un programa de financiamiento con el FMI por cerca de 44.500 millones de dólares, que tendrá una duración de dos años y medio.
Guzmán dijo que el trato con el organismo involucrará una reducción “gradual” del déficit fiscal, que llegue a 1,9% del Producto Interno Bruto en 2023 y a 0,9% para el 2024.
“Se plantea que haya una reducción gradual del déficit fiscal sobre la base de una economía que se recupera”, dijo Guzmán.
Y agregó que el trato, que necesita aprobación del Congreso argentino, no impactará en el crecimiento del país e implicará una reducción gradual del financiamiento del banco central al Tesoro, para que llegue casi a 0 en 2024.
El ministro informó también que se prevé que las reservas internacionales de Argentina crezcan en 5.000 millones de dólares en 2022 y que “no va a haber ningún salto cambiario”.
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El país austral acordó con el FMI reducir la inflación, cercana al 50% anual, buscando impulsar la producción, entre otros factores, y que el país tenga tasas de interés reales, agregó Guzmán.
El FMI confirmó más tarde que había alcanzado un acuerdo con Argentina sobre “políticas clave” para reestructurar una deuda por unos US$45.000 millones y dijo que la senda fiscal acordada mejoraría de forma gradual y sostenible las finanzas públicas y reduciría la financiación monetaria.
El organismo también dijo que alcanzó un acuerdo sobre el marco de política monetaria para hacer frente a la persistente inflación en el país.
Argentina y el FMI han estado estancados en las conversaciones sobre cuán rápido el país debía reducir su déficit fiscal, que el gobierno argumentaba que necesitaba para mantener el gasto para preservar la frágil recuperación económica.
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El organismo y las autoridades argentinas acordaron que una estrategia para reducir los subsidios a la energía “de manera progresiva” era esencial para mejorar el gasto del gobierno, dijo el FMI.
Nikhil Sanghani, economista para América Latina de Capital Economics, dijo que el acuerdo traerá “algo de alivio a los tenedores de bonos internacionales en el corto plazo”, aunque siguen habiendo muchos temas pendientes.
“Esto es solo el principio de un largo camino para solucionar los desequilibrios macroeconómicos de Argentina y todavía hay muchas cosas que podrían salir mal en los próximos años”, agregó en una nota.
El Poder Ejecutivo enviará el acuerdo al Congreso para que cuente con el respaldo de la oposición, con la que mantiene cortocircuitos que en diciembre derivaron en que el Parlamento rechazara el proyecto oficial de presupuesto.
Reuters