En medio de una subida generalizada de los precios en el mundo, la presidenta del Banco Central Europeo insistió en que se deben mirar varios factores antes de que los bancos centrales tomen decisiones más drásticas.
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, abogó este lunes en el Parlamento Europeo por no sacar “conclusiones prematuras” por el hecho de que la inflación vaya a seguir siendo alta en el corto plazo.
En una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios de la Eurocámara, la francesa subrayó que no existen señales que apunten a que la inflación se vaya a situar “persistentemente” por encima del objetivo del 2 % en el medio plazo.
“Han aumentado las posibilidades de que la inflación se estabilice en nuestro objetivo, pero no de que esté persistentemente y sustancialmente por encima del objetivo en el medio plazo”, explicó ante los eurodiputados.
“Miraremos los datos detenidamente. No hay necesidad de sacar conclusiones prematuras, las perspectivas son demasiado inciertas”, dijo pocos días después de que el Consejo de Gobierno del BCE decidiese mantener su política monetaria y el calendario de retirada de compras de deuda pública.
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El panorama
Lagarde aseguró durante su intervención que la inflación creció “considerablemente” durante los últimos meses hasta “sorprender” con la cuota del 5,1 % en enero, lo que muestra que el riesgo de inflación está “al alza particularmente en el corto plazo”.
“Aunque las perspectivas para la inflación son inciertas, es probable que siga siendo elevada por un tiempo más largo de lo previsto y después disminuya en el curso del año”, expresó la presidenta del BCE.
Los precios de la energía, remarcó, explican más de la mitad del aumento de los precios y también juegan un papel importante los problemas de suministro, pero no se deben a un “exceso de demanda” o a un “sobrecalentamiento del mercado laboral”, como en Estados Unidos.
En consecuencia, defendió que el BCE “debe tener en cuenta” en su análisis de la inflación que las condiciones de demanda en la zona euro “no muestran las mismas señales de sobrecalentamiento que pueden verse en otras grandes economías”.
“Esto aumenta la probabilidad de que las actuales presiones de precios disminuyan antes de afianzarse, lo que nos permitirá cumplir nuestro objetivo del 2 % en el medio plazo”, argumentó.
“El sólido anclaje de las expectativas a largo plazo de la inflación en la eurozona son un acontecimiento tranquilizador”, enfatizó.
En este sentido, Lagarde insistió en que no habrá subidas de tipos “antes de que hayan finalizado las compras de activos” y recordó se deben cumplir las tres condiciones fijadas “antes de que el Consejo de Gobierno se sienta lo suficientemente seguro de que es adecuado” un endurecimiento de la política monetaria.
EFE
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